Mutatis Mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

38 semanas y adiós. A 13 de elecciones. ¿Dónde están, los miles de millones de pesos desaparecidos? Crece fama nacional y mundial. Más repudio, inconformidad, protesta y Megamarcha por UV. “Manos limpias y frente en alto”, ante más insuficiencia presupuestal y quiebra institucional. Más requerimientos de devoluciones y comprobaciones. Más ejecuciones, desapariciones y fosas. Hasta un conocido rio desaparece.

Gobernantes y políticos en lo suyo

El problema central sigue ahí, sin atenderse bien y a tiempo, creciendo y complicándose.

Veracruzanos abandonados por gobiernos mal administrados, debilitados o quebrados. Millones más inseguros, pobres, sedientos y hambrientos.

La situación no mejora. Más bien empeora y, por si fuera poco, en general, políticos y gobernantes a cargo no hacen, o hacen mal, lo que están obligados a hacer.

¿Quién atiende y responde a la población? ¿A qué se dedican los presuntos responsables, prófugos potenciales y reciclables intocables, que dicen que gobiernan?

La mayoría de ellos, tanto gobernantes, como políticos y funcionarios, están dedicados a lo que realmente les importa: esto es, mantener o mejorar su bienestar y beneficios personales, familiares, de grupo o cómplices. Por extensión, en muchos casos, están ocupados y preocupados por evadir la justicia, así como accionar complicidad e impunidad, y hasta delincuencia electoral, para no ir a la cárcel.

PRIoritario sobrevivir a como dé lugar. Después Dios dirá.

Preocupante porque en múltiples formas se prueban y comprueban, no sólo tamaño del daño ocasionado, sino también debilitamiento, quiebra y retrocesos institucionales causados

No hay indicadores positivos y alentadores, comprobables y persistentes que reporten logros, avances y buenos resultados de esfuerzos realizados y cuantiosos recursos oficialmente canalizados; y lo más grave es que los contextos, nacional e internacional, que influyen y determinan innumerables aspectos, tampoco resultan favorables.

Así que a repetir e insistir. Una cosa es segura:

¿Saben ustedes contar?

Pues, no cuenten con ellos. Salvo algunos, todos están y estarán por completo ocupados en lo que más les preocupa y ocupa: mantenerse y continuar en el gobierno, o ganarlo y obtener representación y poder público. Para colmo las elecciones se extenderán por tres años. Largo carnaval electoral.

Excepciones aparte. Poco o nada les importan los seres humanos y la sociedad que dicen representar y servir.

Expertos en aprovecharse de toda oportunidad. Ahí están, involucrados de lleno en el proceso electoral, lo aprovechan no sólo para afianzar impunidad a través de una activa complicidad. Lo utilizan también, para “patear su bote”, para posponer e incluir reclamos y soluciones, en el discurso y promesa electoral que la propaganda política fácilmente adapta y adopta y así, trasladar sus obligaciones, responsabilidades, culpabilidades y posibles soluciones al futuro, al próximo gobierno.

Todo se pasa para después. Todo se pospone, hasta indudables y merecidos enjuiciamientos y sanciones. Evadir responsabilidad y esperar que los electos castiguen a evidentes criminales.

Mientras. La cuestión principal sigue a la deriva, a la buena de Dios.

De ahí que la pregunta o tema central, inocultable y controvertido, se relaciona en estrecha causalidad, con indignación y hartazgo, inconformidad y protesta ciudadanas y sociales que aumentan. ¿Hasta cuándo entenderán que no entienden ni atienden?

Preciso tener presente que se trata en principio y fin, de las necesidades básicas y de los problemas colectivos que agobian, limitan y sacrifican a millones de veracruzanos de la presente y futuras generaciones. Necesidades y problemas, muchos de ellos urgentes e impostergables.

Necesidades insatisfechas y en creciente rezago; problemas no atendidos ni resueltos, más bien manoseados, revueltos y complicados por irresponsables e ineficientes, ineptos y corruptos en los gobiernos. Fuentes adicionales que hacen crecer, ríos y mares de olvidados y marginados.

Siempre es tiempo para llamar la atención sobre lo importante, lo trascendente. Todo momento es pertinente y apropiado para señalar y advertir hechos que se viven y repiten para muchos, para demasiados a todo lo largo y lo ancho del estado y del país.

Ellos, los millones y millones sin nombre.

Los convertidos en cifra y reducidos a porcentaje que minimiza o niega su importancia, su condición de existencia humana.

Los evitados o escondidos en la comparación evasiva y el sofisma argumentativo del quehacer gubernamental.

Los mismos, utilizados como tema recurrente del discurso oficial, la promoción comercial, la justificación religiosa, la motivación empresarial, el pretexto político y la justificación presupuestal gubernamental. Los seres humanos deben ser atendidos, permanente y eficientemente, sin excusa ni pretexto.

Pillos, maleantes y …

Desfalco, saqueo, quiebra tienen punto común de referencia: ineficiencia y delincuencia en el gobierno. Causa y efecto de la Banda que manda.

Con más de los mismos, se prueba y comprueba que se comete el error, lo demás son consecuencias.

Responsabilidad ignorada, negada, minimizada o tergiversada, tarde o temprano cuesta. A padecer y pagar costos y efectos de no asumirla bien y a tiempo. Increíble oficialmente no hay maleantes.

La ignorancia es la madre de la felicidad y su aliados el desinterés, el conformismo y el “ahí se va”.

Su hermana, la perversidad lo es de la simulación, el engaño y el discurso oficial de “finanzas sanas”, “todo va bien”, “no pasa nada”, “manos limpias” y bla-bla-bla..

Sólo ante presencia y acción conocida, de conductas públicas del horror y el terror, se explica (aunque no justifica) la creciente e imparable sucesión de errores, fracasos, pérdidas y contradicciones. Feliz ante el espejo de la madrasta de Blanca Nieves, el rey desnudo se ve vestido, un coro de serviles, lacayos y abyectos le ayuda a vivir sus fantasías.

Para esto, también participa doña ociosidad, otra hermana de la ignorancia. Como bien se sabe, es ampliamente conocida como la madre de todos los vicios que nacen, se reproducen y fortalecen en el presupuesto con recursos y patrimonio públicos. En nómina, hijos y entenados de la ociosidad: irresponsabilidad, ineptitud, ineficiencia, corrupción.

Lo que sucede en Veracruz es, en muchas formas normal, simple consecuencia de errores que pudiéndose evitar, se cometen, persisten y complican. A ignorancia y ociosidad ciudadanas y sociales, les acompaña doña perversidad y su gemela impunidad gubernamental, la más retorcida de la familia.

*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez