Las revisiones y auditorías practicadas por el Órgano de Fiscalización Superior del Estado (ORFIS) y, sobre todo, por el gobierno federal, a través de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), se han convertido en un dolor de cabeza para la mayoría de los alcaldes de los municipios de la entidad y, por supuesto, para las autoridades del gobierno estatal.

Los resultados de la revisión a la cuenta pública de 2014 por parte de la ASF y las observaciones acumuladas de 2011 a la fecha por el gobierno estatal, que establecen un monto cercano a los 35 mil millones de pesos, son un ejemplo de la magnitud del problema que representa el presunto mal manejo de los recursos.

Sólo en las observaciones derivadas de la revisión a la cuenta pública 2014 se habla de un probable desvío de más de 14 mil millones de pesos, que incluyen 8 mil 447 millones del rubro de educación; y 4 mil 236 millones, de salud, lo que ha motivado que el auditor general, Juan Manuel Portal Martínez, lance una muy fuerte crítica contra el ejecutivo estatal.

En cuanto a las auditorías practicadas por el ORFIS, únicamente en lo que corresponde al ejercicio 2014 fueron detectadas irregularidades por cerca de 164 millones de pesos, casi nada. Derivado de las revisiones del órgano estatal, 230 involucrados en las observaciones serán notificados en breve; entre ellos, los responsables del manejo de los recursos en 46 ayuntamientos veracruzanos, que se suman a más de una docena que han sido señalados por la ASF.

Por supuesto, el problema que enfrentan los alcaldes señalados por el Orfis y por la ASF es considerado poca cosa si se compara con la dimensión de los señalamientos contra las autoridades estatales; sin embargo, el tema ha quitado el sueño a decenas de responsables del presupuesto en los ayuntamientos y, sobre todo, a quienes llegaron al cargo sin prepararse a conciencia en los temas de administración, auditoría y manejo de recursos públicos.

Por otro lado, son pocos los municipios que invierten recursos en controles internos, en la contratación de funcionarios confiables y eficientes y en la capacitación para evitar problemas derivados de las revisiones.

Casi por lo general, prevalece en uso discrecional de los recursos públicos, la negligencia y la desidia, la contratación de funcionarios –en tesorería y contraloría–  sin el perfil ni las características adecuadas y, lo peor, el saqueo sistemático.

Tuxpan, cuentas claras

En ese contexto, uno de los ayuntamientos veracruzanos que ha dado muestras de preocupación por el tema de las cuentas es Tuxpan, que ha salido prácticamente limpio de las auditorías practicadas por los órganos fiscalizadores.

No se trata de una coincidencia: en el norte veracruzano, el ayuntamiento que encabeza Raúl Ruiz Díaz ha sido uno de los promotores de los cursos regionales de capacitación en materia de integración de cuentas públicas.

Recientemente, por ejemplo, el 17 de diciembre de 2015, Tuxpan fue sede de un curso impartido por el Orfis con relación a la cuenta pública 2015, en el que participaron autoridades y funcionarios de 40 ayuntamientos de la zona norte de la entidad.

Ese curso, que contó con la presencia del diputado presidente de la Comisión de Vigilancia, Francisco Garrido Sánchez; de la legisladora por ese distrito, Gabriela Arango Gibb; y del secretario de Fiscalización, Tomás Bustos Mendoza, manejó la información relacionada con la contabilidad gubernamental, la fiscalización y la rendición de cuentas.

A la preocupación por esos temas se debe, sobre todo, que el ayuntamiento de Tuxpan haya salido bien librado de las revisiones practicadas tanto por el Orfis como por la ASF.

De esa forma, el gobierno que encabeza Ruiz Díaz se ubica en la lista de los ayuntamientos veracruzanos que aprobaron sin problemas la auditoría del Orfis a la cuenta pública 2014, sin registrar irregularidades ni observaciones derivadas de un mal manejo financiero; y lo mismo ocurrió con las revisiones de la ASF, que pasó sin mayor complicación.

Por otro lado, además de la rendición de cuentas, valdría la pena comentar que el ayuntamiento tuxpeño es de los pocos que no ha incrementado los niveles de su deuda; al contrario, ha cubierto de manera puntual sus compromisos.

De esa manera, el mensaje que envía el alcalde de Tuxpan a los habitantes de su municipio va enfocado al compromiso con la rendición de cuentas y la eficiencia en el manejo de los recursos.

Cuentas claras, amistades duraderas.

Américo, amistades y gestiones

En la comida en honor al político veracruzano Carlos Brito Gómez, no faltó ni sobró nadie. Llegaron quienes debían estar; incluso, quien llegó a tiempo para no faltar con su amigo fue el alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, quien horas antes había estado en la Ciudad de México sosteniendo reuniones de trabajo en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), donde estuvo con su titular, Rosario Robles, y con el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda, Juan Carlos Lastiri Quirós, con quienes trabajó sobre temas que darán a Xalapa un nuevo impulso en el orden internacional y en la proyección de la inversión en infraestructura para el 2016.

Lo cierto es que la presencia del munícipe xalapeño sirvió para confirmar que además del trabajo realizado, Zúñiga Martínez heredó de su padre, el recordado maestro Guillermo, el valor de la amistad inquebrantable e impostergable. Ese es otro valor especial que en la actualidad, muchos jóvenes políticos no conocen.

Héctor Yunes y el compromiso con la transparencia

Hace un año, en nuestro país surgió la iniciativa 3 de 3, que busca transparentar las declaraciones patrimonial, fiscal y de intereses de los candidatos a cargos de elección popular y de los gobernantes en funciones.

En el presente proceso electoral veracruzano para renovar la gubernatura, el priista Héctor Yunes ha dado claras muestras de ese compromiso: fue el primero en dar a conocer sus declaraciones, así como las de sus familiares cercanos; y con la tranquilidad de quien nada debe, de quien tiene las manos limpias, este domingo lanzó un reto al panista Miguel Ángel Yunes para que haga lo mismo; es decir, que dé a conocer, de manera pública, sus bienes, propiedades, cuentas bancarias, vehículos, yates, inversiones, etcétera, junto con la de sus familiares. El reto de Héctor fue difundido profusamente en redes sociales.

Habría que agregar que hasta ahora, no hay otro aspirante al gobierno veracruzano que muestre un compromiso tan claro con la transparencia y la rendición de cuentas; los priistas dicen que esperan la respuesta de Miguel Ángel. @luisromero85