Las noticias que se relacionan con hechos delictivos ocurridos en la entidad veracruzana acaparan la atención de los medios nacionales e internacionales. Al interior del estado, mientras tanto, se comienza a extender la idea de que la violencia ya es parte de la vida cotidiana. Lamentable.
La actividad política que se deriva de la contienda por la sucesión veracruzana parece quedar en segundo término, al menos en los medios informativos del altiplano, que dedican más espacios y más tiempo a los hechos violentos.
El problema es que esa percepción no es gratuita; obedece a lo que está ocurriendo en tierras veracruzanas; este miércoles, por ejemplo, en Paso de Ovejas, fueron halladas dos osamentas en un terreno dedicado al cultivo de caña.
Un día antes, el martes 9, otro cuerpo fue encontrado en la congregación Paso del Cedro, municipio de Actopan.
Por otro lado, en el contexto de la búsqueda de los jóvenes de Playa Vicente que fueron desaparecidos en Tierra Blanca, un asunto en el que están implicados siete elementos de la policía estatal, al menos 20 cuerpos de personas asesinadas fueron descubiertos en territorio estatal.
Así las cosas, los medios han consignado prácticamente todo tipo de formas de homicidio; han sido hallados cuerpos de personas en cajuelas de autos, mutilados y hasta calcinados. De todo.
El tema fue retomado de forma reciente por la organización Semáforo Delictivo, cuyo fundador, Santiago Roel, señaló que Veracruz es hoy el segundo lugar entre los estados con más ejecuciones en los últimos meses. De igual manera, expuso que nueve de cada diez homicidios en la entidad estarían ligados al crimen organizado.
La información de Semáforo Delictivo establece que los municipios veracruzanos con mayor tasa de homicidios son Pánuco, Cosamaloapan, Poza Rica, Fortín de las Flores, Minatitlán y Coatzacoalcos; en tanto que los que enfrentan más problemas de secuestro son Acayucan, Cosoleacaque, Minatitlán, Emiliano Zapata, Martínez de la Torre, Córdoba y Orizaba.
Este miércoles, entrevistado para un noticiario radiofónico nacional, el fiscal veracruzano, Luis Ángel Bravo Contreras, se refirió al caso del rancho “El Limón”, que se ubica dentro de los límites territoriales del municipio de Tlalixcoyan. Dijo que en la búsqueda de los desaparecidos de Tierra Blanca, las autoridades policiacas y ministeriales encontraron centenares de diminutos restos óseos en dicho lugar.
De acuerdo con el análisis realizado por los expertos forenses, es prácticamente imposible saber a cuántos cuerpos pertenecen esos restos, que fueron hallados en el rancho y hasta en el río del lugar.
Por otro lado, el fiscal apuntó que debido al desgaste que presentan las piezas encontradas, es poco probable que se logre conocer la identidad de las personas que fueron asesinadas.
La parte más escalofriante de la declaración del titular de la Fiscalía se relaciona con el hecho de que ese rancho era usado para “desaparecer” a las víctimas de la delincuencia organizada; no para sepultar o abandonar, sino para perder cualquier rastro y posibilidad de identificación.
El impacto de la violencia en la sucesión
En estos momentos, la agenda informativa veracruzana es acaparada por dos temas más de carácter policiaco que político, social o económico: los cinco desaparecidos de Tierra Blanca, caso que se convirtió en el pequeño Ayotzinapa veracruzano; y el secuestro y homicidio de la reportera Anabel Flores Salazar, cuyo cuerpo ya fue encontrado e identificado.
Se trata de dos asuntos que no han sido esclarecidos, porque el hallazgo de los cuerpos, evidentemente, no es suficiente; son casos, también, que han trascendido las fronteras de nuestro país para ganar espacios en la prensa internacional, ávida de historias como las mencionadas.
Por cierto, en el contexto de la sucesión en el gobierno estatal, el problema de la violencia en Veracruz terminará por convertirse en un argumento y en una bandera de la oposición; a ello se debe el discurso del candidato priista, Héctor Yunes Landa, quien ha manifestado su disposición de “sacar a Veracruz de la lista negra y de la nota roja”, con la clara intención de evitar que la percepción social de un gobierno rebasado por la delincuencia no termine por afectar su campaña.
Excesivo, el gasto en espectaculares de Juan Bueno
A diferencia de Gerardo Buganza, Juan Bueno Torio ya declaró que él no se baja de la contienda por la gubernatura de Veracruz y que continuará con su proyecto para lograr su registro y aparecer en las boletas del próximo 5 de junio; sin embargo, observadores del tema político electoral de Veracruz apuntan que no es necesario que el ex director de Pemex Refinación decline, ya que podría ser descalificado por una supuesta0 violación a las reglas del juego electoral, derivada de la excesiva promoción en anuncios espectaculares –los hay en prácticamente todo en estado–. Veremos.
Lo relevante, en todo caso, es que Bueno Torio parece decidido a ver su nombre en las boletas electorales y por ello recorre todo el estado, en busca de las firmas del apoyo ciudadano.
El ex director de Pemex Refinación haría bien en buscar asesoría de expertos en la legislación electoral vigente, por aquello de las dudas. @luisromero85