Por Bernardo Gutiérrez Parra

De los diputados priistas que tiene Veracruz en el Congreso federal hay cuatro que están en capilla por presuntos desvíos de recursos, malversación de fondos, problemas con las cuentas públicas y otras lindezas.

Adolfo Mota Hernández, Jorge Carvallo Delfín, Erick Lagos Hernández y ahora Tarek Abdalá Saad.

Aunque los tres primeros lo nieguen, la Auditoría Superior de la Federación abrió varias carpetas con averiguaciones previas en su contra.

En octubre del año anterior se dijo que la ASF se había desistido de los cargos, pero eso es falso, las averiguaciones siguen sobre el escritorio de la PGR a la espera de ser reabiertas.

Como dato curioso tanto Adolfo como Jorge y Erick aspiraron a la candidatura de su partido a la minigubernatura pero ni siquiera pintaron.

Erick, impopular como funcionario, ganó la diputación federal con un margen tan amplio que cayó en la sospecha. Adolfo y Jorge dejaron cuentas pendientes a su paso por las dependencias estatales; cuentas que obran en las averiguaciones previas de la PGR.

Ninguno de los tres buscó una curul por su excelente desempeño como servidores públicos, sino como escudo (al menos por tres años) contra posibles acciones penales. Pero al parecer la curul no los salvará.

A principios de esta semana eran los que estaban en capilla, pero debido a la filtración de una foto de Tarek Abdalá Saad con un presunto miembro del crimen organizado, las cosas se complican para el grupo de veracruzanos.

El diario Reforma dio a conocer una gráfica donde aparece Abdalá Saad en compañía Francisco Navarrete Serna, presunto integrante del Cártel Jalisco Nueva Generación y a quien se le vincula con la desaparición de cinco jóvenes en Tierra Blanca.

Evidentemente sorprendido, el legislador por Cosamaloapan se apresuró a decir que ni conoce al individuo: “Cuando andamos en campaña, nos tomamos cientos o miles de fotos con quienes se nos acercan y no necesariamente tenemos que ser amigos de esas personas”, y tiene razón.

Pero el cohetón fue encendido y explotó.

El problema de Tarek se agrava porque a esto hay que agregar las acusaciones sobre presuntas irregularidades detectadas por la Federación en la revisión a la Cuenta Pública de 2013, cuando fue funcionario de la Secretaría de Finanzas y Planeación.

Aprovechando la coyuntura el senador panista Fernando Yunes Márquez exigió que la PGR inicie una investigación y que se le desafuere por sus presuntos vínculos con el crimen organizado.

Si esto sucede se multiplicarán las voces que pidan el desafuero de Adolfo, Erick y Jorge.

En definitiva estos no son buenos tiempos para los legisladores priistas veracruzanos; se dice que pronto saldrán a relucir los trapos sucios de Noemí Guzmán Lagunes y Edgar Spinoso que también tienen cola que les pisen.

Por lo pronto, Rogelio Amaya Palomino, Juan Carlos Perrotín Cadena, Víctor Manuel Pavón Ríos y Carlos Joaquín Sosa López, suplentes de los cuatro en capilla, están listos por si se requieren de sus servicios.

Y es que en una de esas puede que el PRI de Veracruz termine legislando con los diputados suplentes.

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