Hasta ahora que la PGR detuvo e interrogó a la diputada local panista Lucero Sánchez por sus nexos con Joaquín “El Chapo” Guzmán, tanto el ex presidente Felipe Calderón como su esposa Margarita Zavala, aspirante a la candidatura presidencial del PAN para el 2018, han exigido a la dirigencia nacional de su partido no sólo “explicaciones” sino inclusive que ofrezca “disculpas” públicas por la postulación de la legisladora acusada de haber usado documentos falsos para visitar al capo del Cártel de Sinaloa en el penal del Altiplano, tres meses antes de que se fugara por segunda vez.
Sin embargo, Calderón y Zavala impulsaron en 2010 como candidato del PAN a la gubernatura de Veracruz al entonces director general del ISSSTE, Miguel Ángel Yunes, cuyos incondicionales tenían a su cargo los reclusorios federales cuando “El Chapo” Guzmán se escapó por primera vez, en enero de 2001, del penal de Puente Grande, Jalisco.
Precisamente en febrero de 2014, luego de haber sido recapturado el narcotraficante en Mazatlán, Sinaloa, el vocero del Gobierno de la República, Eduardo Sánchez, declaró que “hay una instrucción precisa por parte del presidente Enrique Peña Nieto de que se investigue cómo sucedió la fuga de ‘El Chapo’ hace 13 años. Y vamos a conocer y a exhibir a quienes lo ayudaron a huir de la cárcel”.
Sin embargo, en 2015 Yunes no sólo fue blindado con fuero legislativo por la dirigencia nacional del PAN que preside Ricardo Anaya –el mismo que ha impulsado el Sistema Nacional Anticorrupción–, sino que además lo propuso para que presidiera la Comisión de Seguridad Pública, que en el reparto de las comisiones permanentes le correspondía encabezar al partido blanquiazul en la LXIII Legislatura.
Yunes acaba de separarse de la diputación porque este domingo 31 será registrado ante el OPLE como precandidato de la alianza PAN-PRD a la gubernatura, por lo que su curul pasará a ocuparla el suplente Enrique Pérez Rodríguez, uno de sus más fieles peones que desde enero de 2014 despacha como secretario del Ayuntamiento de Boca del Río que preside el junior Miguel Ángel Yunes Márquez.
En febrero del año antepasado, el diario Reporte Índigo publicó un texto titulado “La fuga del Chapo: el misterioso señor Pérez”, en el que se recuerda que tras ese primer escape del líder del Cártel del Pacífico, las autoridades mexicanas consignaron como culpables del delito de evasión a casi 70 personas, entre custodios y mandos del reclusorio federal tapatío, pero que sin embargo exoneraron a los funcionarios de alto nivel que tenían a su cargo el sistema penitenciario en el gobierno del presidente Vicente Fox y que eran responsables de la seguridad del penal de Puente Grande. Entre los nombres que salieron a relucir estaba el de Pérez Rodríguez, quien hasta enero de 2001 seguía como titular de la Dirección de Prevención y Readaptación Social de la Secretaría de Gobernación, cargo que le pudo heredar su jefe político siete meses antes de que concluyera el zedillato por la estrecha relación de Yunes con Jesús Murillo Karam, quien en la sucesión presidencial del 2000 renunció a la Subsecretaría de Seguridad Pública de la SEGOB para incorporarse a la campaña presidencial de su ex jefe Francisco Labastida Ochoa, ex gobernador de Sinaloa.
A Murillo Karam lo sustituyó Jorge Tello Peón, y la Dirección a cargo de Yunes fue ocupada por su incondicional Enrique Pérez. Ambos continuaron en sus respectivos puestos hasta los dos primeros meses del sexenio de Fox, pues Tello y el yunista renunciaron tras la escandalosa huida del “Chapo” Guzmán en enero de 2001.
Los detractores del neopanista choleño presuponen que quizá por ello es que muy explicablemente dejó la titularidad de Prevención y Readaptación Social y pasó a ser coordinador de asesores de Diódoro Carrasco, el ex gobernador priista de Oaxaca que sustituyó a Labastida en Gobernación y que al sexenio siguiente, ante la pérdida de la Presidencia de la República, al igual que Yunes también engrosó las filas del PAN. Ahora Carrasco acaba de ser designado secretario de Gobierno del estado de Puebla, desde donde se presume que operará electoralmente en Veracruz con miras al proyecto presidencial del gobernador poblano Rafael Moreno Valle.
La relación de Yunes Linares y Enrique Pérez se remonta a los años en que el ex priista se desempeñó, entre 1992 y 1997, como secretario de Gobierno del gobernador Patricio Chirinos. En ese entonces, cuando Pérez era secretario particular de Yunes, se estableció en la entidad el narcotraficante Albino Quintero Meraz, amigo y operador de “El Chapo” Guzmán que fue capturado por el Ejército en el puerto de Veracruz hasta mayo de 2002.
No obstante, en un noticiero radiofónico porteño, Yunes fanfarroneó que tiene experiencia para abatir la inseguridad en dos años como gobernador. “Yo he tenido a mi cargo la Seguridad Pública en Veracruz, he sido subsecretario de Seguridad Pública federal, he sido Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública y yo sí sé cómo hacerle y tengo la voluntad y la decisión de hacerlo, que es lo más importante. Yo no permitiré policías aliadas con la delincuencia organizada. Seré muy firme, seré muy estricto, tendré la mano muy dura para conducir la policía.” Pero sus entrevistadores no le preguntaron cómo dejó operar a Quintero Meraz durante el chirinato, ni cuántos narcotraficantes más, aparte de “El Chapo” Guzmán, se les fugaron de los penales federales a sus colaboradores.