Mutatis Mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

Opacidad, discrecionalidad, voluntarismo, encubrimiento…pérdidas, daños, retrocesos, limitaciones, sacrificios…

Lo bueno, aunque ya es tarde muy tarde, es que en el discurso y ante la fuerza de la realidad, se reconoce la obligación de abrir y transparentar.

“El Gobierno del Estado tiene la convicción de ofrecer una apertura total, transparencia absoluta de cara a la sociedad en los procesos que desarrolla y, de esta manera, lograr una mayor confianza por parte de los ciudadanos hacia las políticas y acciones que desarrolla…Hoy existe la convicción en el gobierno de mantener una apertura total para que la ciudadanía tenga claridad de lo que se hace desde el sector público, lo que antes no sucedía” (Firma del Plan de Acción Local del Gobierno Abierto en Veracruz. 140116)

Lo malo y lo peor, es que no se cree ni se espera, que se haga realidad, porque en los hechos, sigue en opacidad selectiva y convenenciera, ocultamiento y deformación de información oficial.

No es abierto ni transparente, no se ha hecho lo necesario y suficiente. En cambio, se ha dicho y repetido lo contrario. Hábito y costumbre simular y engañar.

Hay que estar pendientes y exigir al gobierno cumplir. Sabiéndose que, por lo pronto, son sólo palabras y, a lo sumo, buenas intenciones.

Veremos, dijo un ciego, si se cumple el compromiso oficial, si es cierto que se va, a “abanderar e impulsar este importante cambio que deberá ser cumplido y respetado por las futuras autoridades estatales”.

Malgastar y perder oportunidades

¿Dónde están las dependencias y organismos estatales, responsables de garantizar el derecho a saber y la obligación de informar? ¿Por qué, salvo excepciones, la opacidad priva en gran parte de las dependencias, poderes y organismos estatales y municipales? ¿Qué esconden, además de la magnitud de los desastres o el tamaño de los daños? ¿Por qué manipulan y administran a conveniencia, gran parte de la información pública e impiden su acceso, hasta el grado de ocultarla o indebidamente “reservarla”? ¿Qué hacen las inútiles, caras, simuladoras y encubridoras, dependencias encargadas de la fiscalización, como la Contraloría, el ORFIS y la Comisión del Congreso? ¿Cuándo se les fincarán responsabilidades?

Años y años de usar y abusar de cuantiosos recursos públicos, de simular y encubrir, de financiar y cobrar miles y miles de auditorías y otros servicios profesionales, para no encontrar nada, porque “todo checa y cuadra”. ¿Dónde está la información completa de lo que dicen que hicieron y cobraron, por cierto muy bien?

Realidad probada y comprobada. La desaparición obligada de pasivos. El atrevimiento a negar lo que se debe a la UV, al Instituto de Pensiones, a Salud, al Poder Judicial, a proveedores y a muchos más.

¿En dónde está toda la información para identificar problemas y el tamaño del daño?

Ofensivo insistir en simular y encubrir

La prueba fehaciente, para saber si un gobierno es abierto, no está en la foto, discurso y boletín del conocido acto oficial. Ni en su costosa autoexaltación y propaganda. Mucho menos en promociones y elogios mandados a hacer. La prueba indiscutible está en los hechos.

¿Qué hacer? Simple y sencillo. Para empezar, constátese y consúltese cada portal o página oficial, chéquese todo boletín, mensaje y comunicación de las dependencias gubernamentales. En este caso, las de los Secretarios y el titular del Gobierno del Estado de Veracruz.

Hay dos formas de hacerlo:

La primera, que es larga y laboriosa pero fundamental, ya que puede dar una idea clara de todo lo que no se hace, se esconde, manipula y distorsiona, es compararlo y checarlo, punto por punto, justamente con las leyes que los encargados están obligados a “cumplir y hacer cumplir”. Mares de decepción y desiertos de desolación que llevaría su tiempo cruzar.

Y la segunda, una simple y rápida comparación con otras páginas y publicaciones similares o parecidas de otros gobiernos, tanto estatales como el federal. Al hacerlo se comprobaran, con más claridad, tanto esfuerzos como pendientes, alcances y limitaciones, claridad y complicaciones, simulaciones y engaños.

No hay que ser experto o especialista para darse cuenta. En particular, cuando se constata, inexistencia o exageradas limitaciones de  objetividad, oportunidad y sistema permanente de transparencia, acceso a la información oficial, y puntual rendición de cuentas de los diversos ámbitos de gobierno.

A propósito, oportuno y apropiado subrayar que entre otros apoyos y alicientes a opacidad y engaño, ineficiencia y delincuencia gubernamental, están siempre presentes desinterés social, poca solidaridad ante injusticia, tolerancia y encubrimiento a responsables y culpables, así como la falta de acciones y soluciones, de remedios y formas de prever y erradicar el mal

La tragedia se repite y crecen afectados y sacrificados. Siempre es posible ir de mal en peor, si no se hace lo que se debe hacer.

En fin, también es cierto que debe aprovecharse el acceso generalizado y la disponibilidad de las nuevas tecnologías, que facilita a todos, y en particular a gobernantes, funcionarios y servidores públicos en general, a cumplir con su ineludible deber de informar bien, en todo momento y con objetividad.

Pero esto no es, ni será posible si no se obliga a quienes forman los gobiernos, a cumplir y hacer cumplir las leyes; a proteger y fortalecer a las instituciones, para aprovecharlas de acuerdo a objetivos e intereses de ciudadanos y sociedad; a impulsar y consolidar principios y valores, criterios éticos y responsabilidad social; y a fomentar una permanente y efectiva participación, para integrar y fortalecer gobiernos democráticos, eficientes y convincentes, en sus resultados. Legitimados, vinculados y sostenidos por individuos y colectividad debidamente incluidos, consultados y bien informados. Soberanía popular, fuente indiscutible del poder público democrático.

Ahí siguen. Innumerables preguntas pendientes o sin respuesta. Sólo para insistir. ¿Cuál es el total-total de deuda pública estatal? ¿Cuál el destino de los últimos 12 mil millones de pesos? ¿Y el catálogo de obras públicas, costos y formas de financiamiento? Hasta hoy, Derecho a saber insatisfecho, negado, escamoteado.

No se puede atender bien y a tiempo, lo que no se sabe.

*AcademicoIIESESUV@nullRafaelAriasH.Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez.