Quién sabe si luego de los berrinches, rabietas y pataleos de Jorge Carvallo, Adolfo Mota y Tomás Ruiz por haber sido descartados de la firma del Acuerdo de Unidad para elegir al candidato priista a la gubernatura de Veracruz, los dos diputados federales y el secretario de Infraestructura y Obras Públicas del estado serán finalmente convocados también este jueves 14 a la sede nacional del PRI junto con los senadores Héctor y Pepe Yunes, y los diputados Alberto Silva y Erick Lagos, que son quienes más destacan en las encuestas.

Pero si la dirigencia nacional del partido tricolor que preside Manlio Fabio Beltrones de veras quisiera procurar y fortalecer la unidad en el priismo veracruzano, lo conducente sería sentar igualmente a los demás aspirantes que en los últimos meses el gobernador Javier Duarte anduvo trayendo de comparsa para hacerles contrapeso a Yunes Landa y Yunes Zorrilla que desde hace un año encabezan las preferencias electorales y con los cuales el mandatario estatal aún mantenía recientemente una estridente confrontación política.

Y es que ahora que las tribus del PRD se vieron forzadas a destrabar la madrugada de este martes los acuerdos internos para avalar su alianza con el PAN en Veracruz, la lógica política indicaría que el CEN del PRI ya no debe seguir aplazando más la elección de su “candidato de unidad”, pues sus líderes reales y formales en el estado requerirán de tiempo para emprender la obligada “operación cicatriz” y para planchar a los dirigentes de los otros partidos con registro local y nacional con los que buscarán coaligarse. Sin embargo, este miércoles, desestimando obviamente la alianza opositora, Silva difundió un comunicado para fijar que “los tiempos del proceso interno para seleccionar al candidato a gobernador y a los 30 candidatos a diputados locales los marca el propio PRI, a través del CEN y del CDE”, y que será hasta “la tercera semana de este mes” cuando se publique la convocatoria que marque los lineamientos a seguir en el proceso de selección de sus abanderados.

Hasta el domingo pasado todo parecía indicar que el aspirante que iba en caballo de hacienda era el senador Héctor Yunes, quien ese día, en un rancho de su compadre Juan Carlos Molina, dirigente estatal de la CNC, le organizaron una comilona que fue interpretada como un virtual “destape”, pues reunió a más de sesenta alcaldes, a diputados locales y federales, e inclusive a funcionarios estatales y familiares del gobernador Duarte.

Sin embargo, al día siguiente, el lunes 11, el diario capitalino El Universal publicó una encuesta en la que se confirmaba el posicionamiento de ambos senadores priistas pero se resaltaba también que “pese a que se acaba de incorporar a la contienda electoral”, el diputado Silva, dirigente estatal del PRI, “es el aspirante tricolor que tiene el mejor nivel de opiniones positivas”, con 44.2%; Héctor con 34.1% y Pepe con 30.8%. De acuerdo con dicho sondeo, si hoy fueran las elecciones para gobernador de Veracruz, el PRI “ganaría con una cómoda ventaja de casi seis puntos al PAN, su más cercano competidor, pues 18.4% de los electores votaría por el tricolor, mientras que 12.8% lo haría por el blanquiazul”. Inclusive, según esta encuesta, “el PRI aventajaría a Acción Nacional aun en el caso de que este partido hiciera una alianza con el PRD”, pues tal estudio demoscópico indica que “el sol azteca únicamente cuenta con 3.7% de las preferencias”.

Sin embargo, a finales del año pasado, en una comida de Silva con un grupo de columnistas a la que Duarte llegó de improviso, el gobernador descalificó las encuestas que daban ventaja a Héctor Yunes y de plano las consideró “una mama…”. En esa ocasión, el mandatario veracruzano afirmó que en todo caso “Pepe (Yunes) está muy por encima de cualquier otro”, que en la elección del candidato “se tienen que tomar en cuenta también otros factores, quién genera consenso”.

Todo eso se pondrá sobre la mesa en la reunión convocada para este jueves en el CEN del PRI. Pero seguramente se agregará otro factor más ante la confirmación de la alianza PAN-PRD, cuyo candidato virtual será Miguel Ángel Yunes Linares.

¿Cuál de los cuatro aspirantes del PRI que ya firmaron el acuerdo de unidad será el más efectivo para debatir y enfrentar al diputado federal de Acción Nacional? Tanto Héctor como Pepe Yunes han evitado hasta ahora confrontarse públicamente con Yunes Linares. Sin embargo, el inminente candidato de la alianza PAN-PRD será el más fuerte opositor a vencer, y la semana anterior mandó señales de que no les dará ningún tipo de concesión a los contendientes priistas, pese al estrecho parentesco y amistad que le une con ellos.

El martes antepasado descalificó abiertamente a Yunes Landa, sabedor de su ventaja en las encuestas. Dijo que su relación con Héctor es de “estrecha cercanía en lo afectivo” pero “profunda distancia en lo político” ya que “él propone la continuidad”. Y añadió: “Héctor busca ser el candidato de Javier Duarte, yo pretendo ser candidato del pueblo de Veracruz”; “Héctor garantiza impunidad a Duarte y a su banda, mientras yo estoy decidido a hacer justicia, fincarles responsabilidad y obligarlos a devolver lo robado”; “esas son nuestras diferencias sustantivas, que no lesionarán el afecto familiar”.

Yunes Landa sólo reviró que como en la canción de la “Víbora de la mar”, él va adelante en las encuestas, y reiteró que a todos “les consta que yo siempre he defendido a la familia y hasta me he peleado por ellos, ustedes lo saben”, y que “yo sí sé respetar a la familia, a mí sí me enseñaron”.

¿Pero ello será suficiente para ganarle la próxima elección a la alianza PAN-PRD? Y es que su primo, en su obsesión por el poder y de venganza contra Duarte y el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán, ya dejó claro que no lo frenará ningún escrúpulo ni sus ligas familiares.

Promueven a Fernando Sánchez

Este miércoles 13, el secretario de Gobierno, Flavino Ríos Alvarado, designó como nuevo coordinador de asesores a Fernando Sánchez García, quien desde octubre de 2013 se venía desempeñando como director de Desarrollo Político e Institucional de la SEGOB.

Sánchez García, quien a principios de este sexenio estuvo a cargo también de la Fundación Colosio Veracruz, sucedió en la Coordinación de Asesores de la SEGOB al ex diputado local cordobés Víctor Garrido Cárdenas, quien hace diez días fue designado titular de la Comisión de Agua del Estado de Veracruz (CAEV) en sustitución de Francisco Valencia, el cual renunció desde finales de noviembre del año pasado para buscar ser nominado a la gubernatura de Veracruz por un bloque partidos de izquierda.