Mutatis mutandis
Por Rafael Arias Hernández.
“Me interesa el futuro, porque es el sitio donde
voy a pasar el resto de mi vida.” W. Allen.
¿A dónde fueron a parar 12 mil millones de pesos “liberados” o “anticipados”, resultado de reestructuración y más deuda pública? ¿Y la lista completa de destinatarios y beneficiarios?
Más sencillo. ¿A qué presupuesto corresponden, 2015 o 2016?
Titanicver…haciendo agua
Necesarios, cambio y control de daños, por encima de lo superfluo y perverso, de lo inepto y corrupto. Urgente impedir más de lo mismo, seguir o persistir de mal en peor.
Veracruz, como México, ya cambio. Ni un indicador de fuente oficial favorable o alentador para el estado de la supuesta prosperidad. Sigue en docena trágica.
Segundo lugar nacional en pobres, primero en analfabetos y destacado en hambrientos. Economía estancada o decreciente. Insuficientes empleos, mal pagados y sin prestaciones.
Administración estatal cuestionada y su finanza quebrada. Deuda creciente y opacidad insistente. Saqueo y privatización de lo público; frente al apoyo, facilidades y subsidio a los negocios desde o con el gobierno. Y claro, hampa electoral en acción, para asegurar la sucesión.
Sumido en un sinnúmero de desastres, de pérdidas, privaciones y sacrificios para las y los veracruzanos. Ahora son obligados a padecer y entender palabras, antes poco pronunciadas o utilizadas, como déficit y deuda, recorte obligado y ampliado, privación y sacrificio; austeridad reiterada y selectiva, poco o nada exigida para cómplices y partícipes, y exagerada y generalizada, contribución o imposición para la mayoría; pésima administración e injustificada desaparición de recursos; aliento y protección a corrupción con fortalecimiento de complicidad y continuidad de la impunidad; y para colmo, debilitamiento y destrucción de instituciones y dependencias gubernamentales. En suma, descarado uso y abuso del lenguaje y la comunicación.
Hábito y costumbre engañar, distorsionar y entretener, como se dice una cosa, se dice lo contrario, se promete y compromete y se desdice y contradice.
Comunicación “chimoltrufa” en acción. Demagogia, ocurrencia, capricho, discrecionalidad…fantasía interminable o arte onanista de evadir la realidad: como deshojando la margarita…debo, no debo, mucho, poquito o nada. Debo, no debo…
Claro que se debe y no sólo a bancos y bolsa de valores.
Preciso insistir y exigir, una vez más, a quienes tienen la obligación de informar no de ocultar, ¿cuál es la deuda pública estatal total? ¿Y a dónde ha ido a parar?
A lo que se ha llegado. Como nunca las palabras se quedan cortas ante situaciones y condiciones no deseadas, ni pedidas, pero si impuestas por quienes gobiernan.
Ni credibilidad, ni confianza
Presentes y sin control, demasiadas irresponsabilidad e ineficiencia, engaño y perversidad en el ejercicio del poder gubernamental en Veracruz, en muchos casos, se nota que es para beneficio personal, familiar o de grupo. Molestan y ofenden los extremos alcanzados, en repetición y abuso de los lenguajes.
Reiterada e inútil, la intención y disposición oficial de negar, ocultar, distorsionar y minimizar lo que es evidente: desviación y saqueo, daños y pérdidas, limitaciones y sacrificios, a las presentes y futuras generaciones.
Se insiste. ¿Dónde fueron a parar los cuantiosos recursos de las deudas? ¿Dónde están las obras públicas obligadas a hacer?
Y así, credibilidad y confianza hacia el gobierno, están por los suelos o ausentes. Por ejemplo, replegar y liberar ahora tienen, por distorsión del lenguaje y por experiencia padecida, otros significados.
Replegar, se tenía por sinónimo de plegar, retirarse, recogerse o ceder. Y liberar, como similar o equivalente a redimir, independizar, rescatar, recobrar o librar.
Pero ahora, como resultado del discurso y acción oficial, y como consecuencia de lo experimentado en los hechos, replegar es reprimir y liberar es endeudar más.
Pensionados, estudiantes y otros activistas lo han padecido y lo saben. Una cosa es replegarse y otra ser replegado, agredido y reprimido para ceder o retirarse.
Y en cuanto a autores y beneficiarios de la deuda pública, siguen y seguirán sacando provecho de los cuantiosos recursos que manejan y, desde luego, tratarán también de permanecer en la continuidad de la impunidad, para estar a salvo de ser juzgados.
Así que no extraña que se llegue a barbaridades como asegurar que, ” la bursatilización no es deuda”. “No se debe nada”. “No es aumento, es restructuración”. “Es anticipo o liberación de recursos”.
O la conocida y padecida actualmente: “se te va a pagar”
No se necesita ser especialista o experto para darse cuenta de lo que pasa. La inconformidad y el descontento aumentan.
En fin, para que no se diga que no se es propositivo y constructivo, vale la pena señalar que muchas preguntas de ciudadanía y sociedad, podrían ser atendidas y respondidas, en una forma simple, sencilla y rápida:
De inmediato transparentar, dar acceso a la información y rendir cuentas actualizadas y verdaderas. Nada de otro mundo, la ley obliga a hacerlo.
Simplemente responder. ¿Dónde fueron a parar los últimos y publicitados, 12 mil millones resultantes del manejo de la deuda pública estatal? ¿Ya se pagaron las deudas institucionales con la UV, IPE, Salud, Poder judicial, y otras?
Inútil y cara fiscalización estatal
Probado y comprobado, que no hay que esperar otra cosa que engaño, encubrimiento y entretenimiento, de la costosa y simuladora burocracia de la lavandería de la Contraloría estatal, del Órgano de Simulación Superior (ORFIS) y de la Comisión de vigilancia de despensas, campaña y autopromoción del congreso.
Como otras, son dependencias creadas con todas las limitaciones, para no afectar a los intocables y reciclables. Además del ridículo y de cobrar muy bien lo que no hacen, son notoriamente parte de la continuidad de la impunidad.
“En la actualidad sólo en 25 por ciento de los estados, las entidades superiores de fiscalización cuentan con independencia total para auditar el gasto de sus respectivos gobiernos estatales y municipales, pues en la mayoría aún se encuentran limitados por el marco jurídico que favorece la prevalencia de un poder excesivo en las comisiones de los respectivos congresos, señala un documento de la Auditoría Superior de la Federación (ASF)”.(La Jornada.050116)
Fiscalización no simulación.
+AcadémicoIIESESUV @RafaelAriasH Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez