Por Gerónimo Rosete Pozos
El 2016 que comienza será significativamente un año de retos para nuestro estado, ya ni se diga para el país y el mundo. Los actores políticos (unos si son verdaderos histriones) veracruzanos tienen una agenda centrada en la elección de gobernador para el periodo de 2 años y también se dará cerrojazo a uno de los sexenios más singulares y tristes que los veracruzanos han atestiguado.
Y no lo dice un servidor, es plática cotidiana en los hogares, en los centros de reunión, en oficinas; el 2016 va a estar duro. Pero los especialistas también dan algunas señales de que el camino será de verdaderas pruebas para quienes están al frente de los gobiernos estatales. La revista Forbes, especialista en temas financieros, lo expuso desde hace ya varios meses con un artículo en el que menciona los tres principales retos para las finanzas estatales en 2016.
El organismo que emitió la información para el artículo fue la ya conocida calificadora Fitch Ratings, organismo que le ha reconocido algunas estrategias al gobierno de Javier Duarte para el manejo de la deuda (cuando ha convenido difundir los señalamientos). Pero el panorama no siempre es de aplausos para nuestras eminencias financieras, resulta que dicha calificadora plantea que en el año que arranca habrá una menor entrada de ingresos originados del petróleo para los estados, además considera muy riesgoso para las economías estatales la desaceleración de la economía global que podría disminuir la demanda de productos nacionales en el extranjero. Ante dicho contexto, las finanzas de las entidades (incluyendo Veracruz) deberán afrontar tres pruebas.
La primera es la disminución en recursos federales, Fitch Ratings consideró que el gasto federal para 2016 es positivo, aunque algunos componentes se reducirán como las provisiones salariales y económicas en un 60.9 por ciento, así como algunos convenios de reasignación en 12.3 por ciento. La segunda prueba para la administración estatal, en la que se han hecho muchas bolas y han dejado mucho que desear, es la mejor aplicación de participaciones federales; recordemos a Javier Duarte rodeado de los diputados federales priistas cuando presumieron la millonada que vendría al estado desde el presupuesto de egresos federal, pues la clale es ver cómo se gasta y en qué.
Fitch Ratings dice que los estados serán vulnerables a los retos del gobierno federal, como la disminución del precio del petróleo y un entorno económico débil; por ello es fundamental la planeación y ejecución de ingresos y egresos de los estados, una actividad que tiene a Veracruz con el agua al cuello gracias a una deuda que sigue creciendo contratando más deuda para pagar la deuda anterior, así de enredado.
Por último, y la recomendación que menos encaja en el gobierno Duartista, el fortalecimiento de las finanzas; Fitch indicó que los estados están en una coyuntura para emprender políticas públicas en materia fiscal, financiera y gasto que fortalezcan su hacienda pública y ayuden a mitigar los efectos potenciales de un entorno desfavorable. La firma dijo que los gobiernos estatales y municipales podrían implementar un presupuesto base cero, para hacer más eficiente su estructura programática presupuestal y ello podría ayudar a contener el gasto y generar ahorros que permitan realizar mayor inversión pública, cumplir con el pago de deuda y obligaciones.
Veremos con el cierre del sexenio cuál es la prioridad para Javier Duarte y su equipo, muestras contundentes nos dieron los últimos meses del 2015; seguramente y a su estilo, aprovecharán que el proceso electoral desvíe la atención y se la llevarán de bajadita hasta el próximo 31 de diciembre de 2016, mientras a los veracruzanos que nos chupe la llorona.
Por cierto, si gustan leer el artículo completo sobre lo que hoy les comento, pueden hacerlo en http://www.forbes.com.mx/3-retos-para-las-finanzas-de-los-estados-en-2016/