Pareciera que a muchos no les importa el acontecimiento que se conmemora este 6 de enero, que ha sido motivo para que muchos presidentes de la República emanados del Revolucionario Institucional vinieran al Puerto de Veracruz en Día de Reyes, en lo que se convirtió en uno de los eventos tradicionales del calendario cívico priista, de cuando era la dictadura perfecta.

Y no les importa, primero porque no saben de qué se trata y segundo porque muchos sólo están preocupados por saber quién será el candidato a la gubernatura por el partido tricolor.

Para los que están en el primer considerando, el 6 de enero se recuerda la promulgación de la Ley Agraria hecha por Venustiano Carranza desde el Puerto de Veracruz en 1915.

Por cierto, el texto fue responsabilidad de Luis Cabrera, un abogado, político, diplomático y escritor nacido en Zacatlán, Puebla, quien había sido un crítico demoledor contra el régimen porfirista y que publicó en El Hijo del Ahuizote, Diario del Hogar y El Dictamen.

Don Venustiano decretó esa ley en su carácter de Primer Jefe del Ejército Constitucionalista, Encargado del Poder Ejecutivo de los Estados Unidos Mexicanos y Jefe de la Revolución, y se propuso como el marco legal desde el que se reconstituían los ejidos y se plasmaba el derecho de cada mexicano a tener una parcela, siempre y cuando la hiciera producir.

Carranza había fracasado en unir a las facciones revolucionarias durante la Convención de Aguascalientes de 1914, y lanzó esa la ley, que consta de nueve considerandos, doce artículos y un transitorio, con el fin de atraer la simpatía de los líderes agrarios que orbitaban alrededor de Villa y Zapata.

No hay que pensarle mucho para concluir que fue el antecedente para el artículo 27 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, elaborada en Querétaro en 1917.

Como un hecho significativo, ninguno de los dos presidentes panistas, Fox y Calderón, acudió a este evento en Veracruz, por la razón de que su ideología partidista chocaba con muchos de los principios emanados de la Revolución Mexicana.

Y bueno, para los que no se preocupan por este pedazo importante de nuestra historia patria y solamente ocupan su tiempo en bordar posibilidades sobre el candidato de sus ilusiones, lo cierto es que cada seis años, cuando habrá cambio de gobierno estatal, el acto agrario levanta expectativas.

No faltan los que creen que el Presidente de la República -en el caso muy probable de que acuda- dará ahí la señal clara y verdadera de quién será el próximo abanderado priista para buscar la gubernatura de dos años que empieza el próximo 1 de diciembre.

Lo creen porque ya sucedió una vez, cuando Carlos Salinas de Gortari trajo a presentar a Patricio Chirinos a sus paisanos veracruzanos como el seguro candidato y Gobernador en la ceremonia de 1992.

Pero un destape de tal tipo solamente ha sucedido una vez en la historia, y no se aviene con el estilo personal de gobernar del actual Presidente, Enrique Peña Nieto.

Así que mañana el personaje principal será la figura histórica de Venustiano Carranza, y el tema fundamental, la ley que promulgó, que cambió el horizonte del campo mexicano.

Lo demás son calenturas convenencieras.

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