Si usted siguió el hilo informativo del pasado fin de semana, seguramente le han pasado por la cabeza varios adjetivos para calificar las acciones de nuestras autoridades y su estrategia de gobernabilidad.

La fiesta empezó desde el viernes 20 de noviembre en el salón social legislativo, antes casa de los representantes ciudadanos nombrados diputados (algunos se salvan pero no se hagan de la vista gorda, cada año en las comparecencias se instala la feria fuera y dentro del Palacio Legislativo). Ese viernes, desde temprana hora, un aire de “seguridad y estabilidad social” soplaban como una brisa fresca y reconfortante, gracias al operativo montado por la Secretaría de Seguridad Pública para resguardar al policía número uno del estado, don Arturo Bermúdez Zurita, en su exposición de resultados ante los diputados veracruzanos.

Caballos, escuadrones caninos, los otros más perros, patrullas, elementos de seguridad vial, de la Policía Auxiliar; literalmente sitiada la sede del Poder Legislativo veracruzano, faltando a su soberanía e independencia, incluso por los estrictos filtros de seguridad pasaron algunos diputados, quienes se quejaron directamente con el secretario Bermúdez, quien ante el ridículo y las presiones tuvo que suspender el dichoso operativo.

Memorable el despliegue, ni al gobernador lo rodean así elementos de seguridad, haciéndonos recordar escenarios de tiempos pasados cuando los que mandaban eran los que tenían el poder de las fuerzas armadas, por encima de gobernadores y presidentes, nuestro Veracruz de hoy no es muy diferente a los tiempos que recordamos.

Violentas evaluaciones

Al día siguiente, el sábado 21, el escenario noticioso se atiborró, desde temprana, hora por los hechos violentos que se suscitaron alrededor de la evaluación educativa en varios municipios de la entidad.

Miembros de MMPV (Movimiento Magisterial Popular Veracruzano) intentaron sabotear la campaña de evaluación docente, con los argumentos que ya conocemos desde hace tiempo. Esa mañana, y la del domingo siguiente también, abrían una gran oportunidad para que el gobierno estatal reafirmara lo que grita a los cuatro vientos, que vivimos en un estado de libre expresión, seguro y en el que se guardan y respetan todas las garantías individuales; como decía mi abuelo: “piensa mal y acertarás”, llegaron los catorrazos, al mas puro y acostumbrado estilo de las fuerzas de seguridad estatal, fotos y videos de gente sangrando, golpeada, encapsulada (como ellos llaman a la estrategia gandalla de rodear muchos a unos pocos y arrinconarlos), golpes al aire sinrazón.

Un servidor, sin seguir el sabio consejo de la campaña duartista que dice “aléjate de la basura en internet”, siguió en tiempo real por twitter los hechos. Mientras se difundían fotos y videos del abuso de autoridad, la estrategia de comunicación del boletinazo empezaba a orquestarse, ya sin efecto a favor, sin poder contener el tráfico de las redes sociales atascadas de protestas y señalamientos en contra de la evaluación docente y las acciones de la autoridad en contra de manifestantes del MMPV.

Los rumores al respecto siguen corriendo, y para que no me vayan a señalar de terrorista, no los voy a citar; pero estamos seguros que ustedes, lectores informados, ciudadanos de verdad, sacarán sus conclusiones.

El domingo se repitió la historia, pues la jornada evaluativa magisterial se efectuó los dos días. Lo mismo, periodistas y maestros golpeados, equipos de fotografía dañados, incertidumbre, falta de garantías, se respiraba el mismo aire que sopló desde el viernes en la legislatura; estamos sitiados, una mano que se levante, un toletazo en la cara.

¿Hay gobernabilidad?

El que ganó el brinco, sin que esto nos extrañe pues su experiencia política es amplia, fue Miguel Angel Yunes Linares, quien confirmó e hizo pública su aspiración de ser candidato de la alianza PAN-PRD por la gubernatura estatal. Un Yunes más se planta para “rescatar a Veracruz”, en un acto realizado en Boca del Río, el político panista da cátedra de estrategia, del manejo del timing político. Mientras del lado del gobierno solamente se ocupan en posicionar un mensaje mediante tuitazos y boletines, otros se comen a los inexpertos operadores mediáticos duartistas.

La realidad comienza a superar las buenas intenciones de Javier Duarte por culpa de un equipo que no está pasando las pruebas finales. ¿Qué cuentas le darán al presidente Peña Nieto en su visita al puerto de Veracruz?. Esos que buscan interpretar señales que supuestamente mandan desde el altiplano, mejor fíjense en las señales que desde acá se envían demostrando y reafirmando el nivel de gobernabilidad que persiste en nuestro Veracruz. Escriba a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas