Entrevistado sobre la décimo tercera visita del presidente Enrique Peña Nieto a Veracruz, este martes 10 a las instalaciones del Instituto Nacional de Ecología en Coatepec, el dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos, dijo el pasado jueves que “la señal” del Jefe del Ejecutivo federal “es clarísima, muy clara: de respaldo total y absoluto al gobierno de Javier Duarte y Veracruz”.

Sin embargo, en los hechos, el apoyo de Peña Nieto deja mucho que desear. Y es que, por ejemplo, en el Presupuesto de Egresos 2016 la entidad veracruzana no fue de las más favorecidas con la asignación de recursos federales en los fondos de Fortalecimiento de los Estados y Municipios, y de Desarrollo Regional.

En cambio, los gobernadores que más apoyo recibieron fueron casualmente tres aspirantes a la Presidencia de la República: el priista Eruviel Ávila, del Estado de México –del que es oriundo Peña–; el chiapaneco Manuel Velasco, del PVEM, muy allegado al Jefe del Ejecutivo federal, y el poblano Rafael Moreno Valle, del PAN, quienes obtuvieron mil 265 millones de pesos, cifra que representa más de la mitad de la bolsa total por 2 mil 486 millones del nuevo fondo destinado al fortalecimiento de las entidades, aunque el reparto no incluyó a los 32 estados sino sólo a 23.

En cuanto al Fondo para el Fortalecimiento Municipal, de acuerdo al anexo de Presupuesto de Egresos de la Federación 2016 aprobado por la Cámara de Diputados el viernes pasado, el Estado de México se llevó la bolsa más cuantiosa: 780 millones de pesos. Chiapas obtuvo 305 millones de pesos para proyectos del gobierno estatal, mientras que Puebla aseguró 180 millones para el próximo año. De esta nueva bolsa se repartirán directamente entre municipios del Edomex 528.4 millones de pesos, 277.7 millones para los de Puebla y 157.3 millones para los de Chiapas. Los recursos se asignaron sin que mediaran indicadores de marginación, de desarrollo social ni de infraestructura.

Del Fondo de Desarrollo Regional, las tres entidades también obtuvieron otros 3 mil 849 millones de pesos. Nuevamente, el más favorecido fue el Estado de México con mil 601 millones de pesos, asignándosele, por ejemplo, 700 millones de pesos para la “construcción, ampliación y modernización de obra pública”, sin precisar qué obras ni en dónde se ubican. Otros 300 millones de pesos se etiquetaron para pavimentar y rehabilitar vialidades en la entidad mexiquense.

A la entidad gobernada por Manuel Velasco se le asignaron mil 334 millones de pesos. Entre las cifras etiquetadas aparecen 140 millones de pesos destinados a “infraestructura para el estado de Chiapas”, sin mencionar también ninguna especificación. Igualmente a Puebla le fueron asignados de manera discrecional recursos federales por 500 millones para “proyectos de infraestructura” sin dar detalles.

Cierto es que el reparto de estos fondos se definió finalmente en la Cámara de Diputados, donde cada grupo parlamentario, de acuerdo a su porcentaje de representación, decidió la distribución en los municipios favoritos donde gobiernan sus partidos.

Por eso llama la atención, también, que los 20 diputados federales veracruzanos de la bancada PRI-PVEM –que en número de legisladores es la segunda después de la del Estado de México– no hayan hecho sentir su peso en el momento de la distribución y asignación de los recursos de estos fondos federales; máxime que en la “burbuja” del coordinador de la diputación priista, César Camacho Quiroz, figura el representante popular por el distrito de San Andrés Tuxtla, Jorge Carvallo Delfín, uno de los 16 vicecoordinadores legislativos designados por el ex dirigente nacional del partido tricolor.

¿Será ésta una razón más por la que presuntamente el diputado Carvallo habría caído de la gracia del mandatario veracruzano, aunque el legislador federal de Los Tuxtlas acompañó este sábado a su ex jefe en la comida de la unidad priista que Javier Duarte encabezó en el Museo Interactivo de Xalapa el día previo a la entrega de su quinto informe de gobierno?

Quién sabe, pero lo cierto es que ningún municipio de Veracruz figura tampoco entre los primeros 20 más favorecidos en la asignación de recursos federales de este Fondo para el Fortalecimiento Estatal y Municipal.

La lista es encabezada por el municipio sinaloense de Guamúchil (PRI) con 111.3 millones de pesos (mdp); le sigue Texcoco (Morena) con 110 mdp; Monterrey (PRI) con 105 mdp; San Nicolás (PAN) con 105 mdp; Comalcalco (Morena) con 100 mdp; Ciudad Nezahualcóyotl (PRD) con 89 mdp; la Delegación Iztapalapa (PRD) con 86 mdp; Mexicali (PAN) con 85 mdp; la Delegación Cuauhtémoc (Morena) con 74.5 mdp; la Delegación Benito Juárez (PAN) con 67 mdp; León, Guanajuato, (PAN) con 64 mdp; Guadalajara (Movimiento Ciudadano) con 60.6 mdp; Ciudad Juárez, Chihuahua (PRI) con 60 mdp; Amecameca (Partido Encuentro Social) con 57 mdp; Culiacán, (PRI) con 54.2 mdp; Querétaro (PAN) con 53.5 mdp; y San Miguel de Allende (PAN) también con 53.5 mdp.

¿En dónde está entonces el “respaldo total y absoluto” del Presidente, de su presidenciable secretario de Hacienda, Luis Videgaray, y el peso político de los 20 diputados federales veracruzanos del PRI y PVEM? ¿Acaso deberán encenderle veladoras al flamante titular de la SEP, Aurelio Nuño, representante personal de Peña Nieto en el quinto informe del gobernador Javier Duarte? ¿A poco será ésta la otra “Peñaseñal”?