De manera reciente, en este espacio hablaba sobre la carrera panista en el marco de la sucesión veracruzana y ubicaba únicamente a dos contendientes serios: el diputado federal Miguel Ángel Yunes Linares y el ex senador Juan Bueno Torio.

Quien resulte candidato del albiazul podría aparecer en las boletas del próximo año abanderando a un alianza entre los partidos Acción Nacional y de la Revolución Democrática, lo que incrementaría, de forma exponencial, las probabilidades de éxito en ese proceso.

Yunes Linares representa la polarización, el encono y el enfrentamiento con el actual grupo en el poder; sin embargo, nadie puede negar que se trata de un producto política y electoralmente rentable. En el proceso de 2010, por ejemplo, Miguel Ángel Yunes cosechó lo que ningún candidato previo en la historia de las elecciones veracruzanas, un millón 277 mil 151 votos; para su infortunio, Javier Duarte le superó por casi 80 mil sufragios y se convirtió en gobernador.

Juan Bueno también levantó la mano y aunque se observa abajo en las encuestas a población abierta, se mantiene como una opción para Acción Nacional, sobre todo porque al no polarizar, tampoco tiene enfrentamiento ni distancia con los grupos internos de su partido.

Bueno Torio tiene un discurso más mesurado que el de Yunes, pero también cuenta con fuerza discursiva, lo que podría despertar el interés y la simpatía del respetable, ávido de sangre.

La decisión sobre la candidatura, por cierto, no se basará en el voto de los militantes panistas; de hecho, se definirá en reuniones de la cúpula nacional.

Por otro lado, de concretarse la alianza con el Sol Azteca en Veracruz, el abanderado de esa suma de partidos será un panista y sólo esos nombres han sido manejados hasta este momento.

Esta, por cierto, no será la primera vez que Miguel Ángel Yunes y Juan Bueno se vean las caras en una contienda; aunque nunca se han medido como adversarios directos, existe un antecedente, en 1997, cuando el cordobés fue candidato de su partido, el PAN, y el de Soledad de Doblado figuraba, desde la Secretaría de Gobierno de Veracruz, como el principal operador político del PRI, partido del que también sería dirigente estatal.

En esa ocasión, Bueno Torio apenas surgía; era un empresario que había ocupado la dirigencia del comité municipal del blanquiazul, un partido que apenas tenía presencia en Veracruz, en Cordoba. En ese proceso, en el ámbito estatal, el PRI superó el 43 por ciento de la votación total, mientras que el PAN se ubicó, por primera vez en su historia, como la segunda fuerza electoral, posición que tras 18 años, prácticamente no ha perdido.

El resultado en el distrito XVI, de Córdoba, catapultó a Juan Bueno, quien llegó a la LVII Legislatura como el único candidato triunfante en la entidad; después fue al Senado y otra vez a San Lázaro. Ese fue el primer round.

El segundo episodio estaría por definirse en diciembre del presente año, pero ahora con diferentes condiciones; ambos militan en Acción Nacional y los dos buscan la candidatura panista y la gubernatura de la entidad. En el PAN, las cosas están lejos de quedar definidas en el tema sucesorio.

Antorcha mete las manos por alcalde Ayahualulco

En el tema de la solicitud de desafuero del alcalde de Ayahualulco, Antorcha Campesina, organización que encabeza Samuel Aguirre en Veracruz, está interviniendo en favor de Abundio Morales.

Este lunes trascendió que dicha agrupación campesina pediría la intervención del gobernador Javier Duarte, a fin de resolver el problema del alcalde señalado por un supuesto caso de abuso de autoridad.

Se trata, decíamos en columnas anteriores, de un asunto sobredimensionado: un pleito ranchero que derivó en la detención de un joven por parte de los elementos de la policía local; después de esos hechos, ocurridos hace casi un año y medio, el presidente municipal fue denunciado ante la Fiscalía y tras un largo proceso judicial, el titular de la dependencia presentó la solicitud de juicio de procedencia.

Pues bien, cuando se define el sentido del dictamen de las comisiones de Gobernación y Justicia y Puntos Constitucionales en la Legislatura del Estado, Antorcha decidió intervenir y pedir que Abundio Morales no sea desaforado; que intervenga el ejecutivo estatal; y que la Fiscalía no fabrique delitos para intimidar a los miembros del movimiento antorchista.

Samuel Aguirre señala que ese expediente está plagado de irregularidades, como la supuesta suplantación de los denunciantes y que en ello estarían involucrados tanto funcionarios del área política del gobierno estatal, como la propia dependencia que tiene a su cargo Luis Ángel Bravo Contreras.

En cuestión de horas se conocerá el sentido del dictamen de dichas comisiones y en unos días, el tema pasará al pleno del Congreso Local, que determinará la suerte tanto del presidente municipal como del síndico del ayuntamiento de Ayahualulco. @luisromero85