Three Times, Three, el proyecto discográfico de Antonio Sánchez del año pasado, parece la realización de un sueño porque reúne a seis de las figuras más conspicuas del jazz actual: Joe Lovano, John Patitucci, Matt Brewer, Brad Mehldau, John Scofield y Christian McBride.
A la pregunta cómo logró conjuntar tal dream team, respondió en una entrevista con W Radio:
«Realmente nunca me lo imaginé pero poco a poco van pasando las cosas y como que te vas metiendo en el ambiente y, cuando menos te das cuenta, ya eres parte del ambiente y ya te puedes tutear con mucha gente»
La coyuntura fue el exceso de trabajo con la banda de Pat:
«Tres veces tres es un proyecto especial que armé este año, la idea principal era hacer un proyecto que no tuviera que girar porque ya vez que muchas veces la gira va en torno al disco que vas a presentar pero como este año he estado ocupado con Pat Metheny todo el año, llevamos ya 117 conciertos que hemos hecho desde febrero en 117 ciudades, ha sido un maratón y todavía nos falta como una tercera parte (…).
«La idea era hacer un disco que no tuviera que girar entonces grabé tres tríos (…)
«Lo que quise hacer es poner tres de los tríos que históricamente han sido más populares en el jazz, el trío de piano, trío de guitarra y trío de saxofón, y bajo y batería. Son tres temas con cada trío, dos originales y un standard que yo arreglé»
Brad Mehldau y Matt Brewer; John Scofield y Christian McBride, y Joe Lovano y John Patitucci son las tres formaciones, todas ellas bajo la batuta y las baquetas del mexicano, que conforman este álbum doble que nos depara horas y horas de escucha dichosa de lo mejor del jazz.
Otro trabajo importante de Antonio Sánchez fue la banda sonora de la película que arrasó en los premios Oscar, Birdman (Ver: ¿El convidado de piedra? │ Antonio Sánchez, lo que el Oscar excluyó). Uno de los méritos más celebrados de la cinta es el trabajo de edición que permite que parezca un plano secuencia de principio a fin. Quizá este delirio ininterrumpido influyó en nuevo disco del baterista, The Meridian Suite
«Este álbum es mi proyecto más ambicioso hasta la fecha. Es una composición continua de 56 minutos, está interpretada por mi banda Migración y explora el concepto de los Meridianos: líneas imaginarias que fluyen a través de la tierra, de la esfera celeste y de nuestros cuerpos.
«En esta obra trato de retratar cómo existen estas líneas y viven alrededor de nosotros a pesar de que en realidad no pueden ser vistas o tocadas. Quería crear líneas imaginarias en las que motivos, emociones, ideas y melodías fluyen, se encuentran y entrelazan de la forma en que lo hacen los meridianos», declara el autor en su página web.
En junio, Nate Chinen escribió en The New York Times:
«Inspirado por la continuidad sin costuras de ‹Birdman›, tal como es experimentado por el espectador, Sánchez compuso una suite de más de una hora cubriendo una extensión de estilos en un arco continuo. Él escribió teniendo a sus colaboradores en mente: Seamus Blake en el saxofón tenor y EWI (electronic wind instrument), John Escreet piano acústico y Fender Rhodes, y Matt Brewer en los bajos acústico y eléctrico. Junto al ensamble a veces están el guitarrista Adam Rogers y la vocalista Thana Alexa, esposa de Sánchez.
«El ondulante barrido del trabajo, el cual evoca ciertos recientes esfuerzos de Pat Metheny, se despliega con intuitiva lógica: motivos melódicos revolotean dentro y fuera de la imagen, regresando posteriormente en forma alternativa. Incluso cuando hay una clara ruptura -como en la comprimida e integrada fusión de ‹Channels of Energy›- parece que estalló de la idea anterior.
«Sánchez ha desarrollado un gran sentido de la escala como compositor, y aquí lo empuja al límite. Los veinte minutos finales de la suite, ‹Pathways of the Mind›, se desplazan desde un movimiento baladístico a estrellarse con una agitación modal, y luego en una repetición jazz-rock, antes de convertirse en un compás con simples dimensiones, aunque su elaboración es otra historia»
¿Cómo ha llegado hasta esta alturas Antonio Sánchez?, él mismo da la respuesta:
«Lo mejor es estudiar como loco, practicar como loco, y a la hora de componer y de tocar, relajarte», suena mucho más fácil de lo que es pero quien quiera acariciar los cuernos de la luna, tendrá que empezar a enloquecer.
PRIMERA PARTE: Una aventura extraordinaria
https://www.youtube.com/watch?v=VgNhRbygBwE
CONTACTO EN FACEBOOK CONTACTO EN G+ CONTACTO EN TWITTER