Un grupo de diez personas que habría trabajado en labores de organización de la campaña del hoy diputado federal Tarek Abdalá Saad, sigue esperando el pago por sus servicios.

Se trata de operadores, como les llaman en el argot político, que realizaron diversas tareas para favorecer al abanderado de la alianza PRI-Verde; supuestamente estaban bajo el mando de Alfredo Vázquez Ochoa y Jorge Chávez, y ocupaban dos oficinas fuera de la Cuenca, donde se ubica el distrito por el que contendió Abdalá Saad: una, que se enfocaba a la estructura electoral y estaba ubicada en el último piso de la plaza Veleros, cerca de Antón Lizardo (entrando por El Conchal); y otra, en la carretera Xalapa Perote, en Banderilla, donde existe una bodega que se localiza cerca de una estación de gasolina y de una sucursal de Compartamos Banco.

Esas personas descartan que el legislador por el distrito 17 de Cosamaloapan esté al tanto de la situación; más bien piensan que Tarek Abdalá ni siquiera está enterado del tema; pero quieren el dinero que les prometieron.

El problema no radica en esa deuda, que por el pequeño monto difícilmente dejaría descapitalizado al diputado, sino en el hecho de que esas diez personas, que trabajaron en las tareas de organización de la campaña, podrían convertirse en futuros adversarios del PRI y, de manera particular, de Abdalá Saad, quien busca consolidar su presencia y liderazgo en la Cuenca, una región donde la fuerza del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán es indiscutible y está por encima de cualquier otro actor político.

Las alianzas de Tarek Abdalá

Para construir un proyecto político desde esa región, Antonio Tarek Abdalá armó alianzas con el líder cenecista Juan Carlos Molina Palacios; con el diputado local Juan René Chiunti, cuestionado ex alcalde de Cosamaloapan que ha militado en PAN, PRI, Panal y Verde Ecologista; y con el actual presidente municipal de Alvarado, Octavio Ruiz Barroso, con quien existiría el compromiso de impulsar la candidatura de la señora Marliz Platas de Ruiz, esposa del edil, a quien vinculan más en ese lugar con el PRD.

El legislador federal que representa a ese distrito, sin embargo, no cuenta con los grupos que en las últimas tres décadas han tenido el control político de la zona y que si bien lo dejaron pasar en la elección federal de 2015, no harán lo mismo en 2016 y 2017, cuando se elijan diputados locales y alcaldes, respectivamente. Esos años seremos testigos de una lucha por el poder en la Cuenca del Papaloapan.

Ante dicho escenario, en ese distrito surge la figura del ex director del Sistema Estatal de Becas, Jorge Luis Herrera Alor, quien una vez fuera de dicho cargo y de la estructura del gobierno del estado, intensifica su presencia en esa politizada zona.

Por otro lado, si Abdalá Saad pretende construir un proyecto político regional respetable, bien haría en evitar que sus colaboradores le engañen con un tema tan delicado como es el pago de sus operadores.

Por cierto, a pesar de que el candidato del PRI en ese distrito ganó la elección federal de manera contundente, casi duplicando los sufragios de la segunda fuerza, que fue Acción Nacional, la participación y aporte del Partido Verde es indiscutible: más de 17 mil votos, que en un proceso más cerrado hubieran sido determinantes; en ese resultado, un papel substancial tuvo el también legislador –vía plurinominal– Javier Herrera Borunda, cuyo apellido pesa en dicha región.

El desafuero de Tronco

La Fiscalía General del Estado presentó a la Legislatura local una solicitud de juicio de procedencia contra el diputado Renato Tronco. Se le acusa por la probable autoría intelectual del asesinato del regidor de Las Choapas, Alfredo Pérez Juárez, perpetrado el 5 de junio de 2006.

De acuerdo con la Fiscalía veracruzana, existen elementos suficientes para acusar al diputado local, quien se ha caracterizado por una vida en el trapecio político: pasó de ser activista a panista y de ahí al PRI.

Tronco, mientras tanto, dice que ni lo espantan ni le intimidan; que no son acusaciones fundadas, sino una nueva edición de los viejos señalamientos.

Por otra parte, llama la atención su estrategia de defensa: hacer ruido, decirse perseguido, movilizar gente y convocar a bloqueos carreteros, como el registrado en la vía que comunica a Las Choapas con Ocozocuautla.

Las aspiraciones de Renato Tronco por convertirse en candidato independiente al gobierno del estado se escuchaban más como una mala broma; sólo se le conocía en algunos puntos del sur de la entidad, ni siquiera en toda la zona; hoy escucharán su historia en más regiones del estado, aunque su nombre dice muy poco. Esperemos que este capítulo no termine por convertirse en la construcción de un simulado mártir político. @luisromero85