En el pasado proceso electoral federal, el Movimiento de Regeneración Nacional se posicionó muy rápido, prácticamente sin hacer campaña masiva, en las preferencias ciudadanas, alcanzando la victoria en dos de los distritos más importantes: Xalapa Urbano y Coatzacoalcos, con Cuitláhuac García y Rocío Nahle, respectivamente.

Ese resultado no puede considerarse una sorpresa, dado el crecimiento de Morena en el ámbito nacional. En Distrito Federal, por ejemplo, tuvo el 23.59 por ciento de los sufragios; en Oaxaca superó el 14 por ciento; mientras que en Estado de México llegó al 10.33. En términos de votación total, Veracruz fue la tercera entidad que más aportó para dicho partido.

Con 296 mil 256 votos, el partido que tiene como emblema a la figura de Andrés Manuel López Obrador, desplazó al Sol Azteca como la tercera fuerza política de Veracruz. Llegó a 12.07 por ciento de la votación total y un aceptable nivel en distritos como Poza Rica, Martínez de la Torre, Xalapa Urbano, Xalapa Rural, Coatepec, Coatzacoalcos, Veracruz, Córdoba, Cosamaloapan y Cosoleacaque, entre otros.

En la entidad, Rocío Nahle García, candidata a la diputación federal por el distrito de Coatzacoalcos, fue la más votada de ese partido; tuvo más de 38 mil sufragios, 12 mil más que Cuitláhuac García, quien contendió por la capital veracruzana; sin embargo, al no ser veracruzana, sino originaria de Zacatecas, no podría aspirar al gobierno del Estado. La segunda opción de Morena es, precisamente, el legislador por el distrito X, quien duplicó en el pasado proceso los votos que obtuvo Elizabeth Morales como candidata de la alianza PRI-Verde.

Cuitláhuac García Jiménez se convirtió, con ese resultado, en el más importante activo de Morena rumbo a la elección de 2016, cuando habrá de renovarse el Poder Ejecutivo de la entidad. Prácticamente ya fue destapado por López Obrador como carta para contender el año próximo.

Como figura estrictamente local, poco reconocida en las otras regiones veracruzanas, el hijo del ex diputado perredista Atanasio García Durán difícilmente tiene con qué enfrentar con éxito a los aspirantes de las alianzas PRI-Verde y PAN-PRD; a pesar de ello, sí podría estar en condiciones de superar el 12.07 por ciento que tiene actualmente su partido, sobre todo si cuenta en su campaña con la presencia más o menos constante del gurú de Morena.

Evidentemente, López Obrador no piensa en Veracruz como una opción de triunfo rumbo a 2016; la apuesta se concentra en 2018, cuando se desarrollará el proceso para la sucesión presidencial; en ese sentido, los votos veracruzanos, si no determinantes, serán importantes por ser ésta la tercera entidad con el mayor padrón electoral del país.

La dimensión de la bancada veracruzana

Un enfoque simplista del reparto de posiciones en San Lázaro nos podría indicar que si la alianza PRI-Verde tiene 20 diputaciones, le corresponderían dos comisiones ordinarias, porque hay 500 legisladores federal y 56 presidencias de comisión. Sin embargo, no se trata de la cantidad, sino de la calidad de esos espacios.

Los diputados federales priístas de Veracruz regresaron de esa negociación prácticamente con las manos vacías: el diputado Oswaldo Cházaro ya estaba muy perfilado para la comisión de ganadería, mientras que la de población para Alberto Silva es casi igual a nada por intrascendente.

En las presidencias de las comisiones más importantes de la Cámara Baja no existe presencia de los priístas veracruzanos; a Miguel Ángel Yunes Linares, de Acción Nacional, le fue bien con la comisión de seguridad pública, a pesar de los gritos e inconformidad del grupo veracruzano del PRI.  Gonzalo Guízar Valladares encabeza la de Asuntos Migratorios, que es más destacada que la de población; si hubiera llegado por uno de los llamados partidos grandes, el de Coatzacoalcos muy probablemente se hubiera perdido en el ostracismo.

En fin, el reparto de las comisiones y los pocos e insignificantes espacios asignados a los representantes de PRI-Verde por Veracruz no puede tomarse como un desprecio a la entidad veracruzana o a su población, sino como el ninguneo y el menosprecio a su clase política.

Casos de trata

Este domingo, la Policía Ministerial de Oaxaca rescató a 26 mujeres que eran víctimas de trata.

Todas ellas procedían de tres entidades del país: Sonora, Chiapas y Veracruz, y fueron prostituidas en la capital oaxaqueña; la mayoría, menores de edad.

El procurador de justicia de Oaxaca, Héctor Joaquín Carrillo, informó a medios nacionales que en los últimos seis meses han desarticulado 12 bandas que se dedican a la trata de personas, e integrado 94 averiguaciones previas.

Sería bueno que ese problema se atienda desde su origen, sobre todo porque Veracruz es de las entidades con más denuncias en el país por trata de personas con fines de explotación sexual, de acuerdo con datos de la UNODC, que es la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito. @luisromero85