No comulgo con su fe
pero le tengo respeto
porque no fue parapeto
de ese presidente que
quiso ponerle un corsé.
Yo brindo desde Xalapa
por la congruencia del Papa
que no vino a este país
para evitar el desliz
de omitir a Ayotzinapa.
De omitir a Ayotzinapa
Peña Nieto tiene un año
y sigue creciendo el daño
cada vez que a espada y capa,
y haciendo mucha alharaca,
defiende a sus chimpancés.
Hoy los padres, otra vez,
resultaron maltratados
y gritaron indignados:
¡Nos faltan cuarenta y tres!
Nos faltan cuarenta y tres
a ellos, a ustedes, a mí.
Lo que está pasando aquí
le sucede al mundo, pues
el llanero, el montañés,
el del desierto o la playa
se hermanan en la batalla
por la justicia y la paz.
No faltará ni uno más,
ya se hizo una muralla.
Ya se hizo una muralla
como aquella setentera
que se convirtió en bandera
contra el odio y la metralla.
Ya en el mundo nadie calla
porque saben que esta vez
no habrá mordaza ni arnés
para un pueblo decidido.
No habrá tregua, no habrá olvido
pues faltan cuarenta y tres
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