Maestro de la acrobacia política y dueño de una enorme capacidad para engañar a los desinformados, el secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Juan Antonio Nemi Dib, ha puesto por los suelos en cuestión de días su ya desmedrada honorabilidad.
Primero, pintando un falso mundo feliz en materia de seguridad para la entidad y, luego, señalando que le parecen pocos los 16 periodistas de Veracruz que han sido asesinados durante el gobierno al que ha servido como director del DIF, secretario particular del Gobernador y Secretario de Salud.
Comunicador y todólogo, a Nemi Dib le gustan las estadísticas engañosas e infames. Según él, son injustos quienes señalan que en Veracruz se mata a periodistas cuando solo han sido 16 de los 8 mil trabajadores que laboran en medios de comunicación (apenas el 0.2%) lo que, frente a la cifra de 23 policías que han muerto solo este año, según su terrible lógica constituyen una minucia.
Leamos su goebbeliana postura:
“Cuando se dice que han muerto 10 o 15 periodistas en Veracruz, la cifra parece escandalosa, pero si tú dices: en Veracruz hay 8 mil personas que de manera regular se dedican al periodismo como profesión, divides el número de personas fallecidas entre el número de medios de comunicación, entonces la proporción baja dramáticamente contra un lugar donde, por ejemplo, ha muerto un periodista pero hay 300 comunicadores”.
Es lamentable que un gobierno estatal tan señalado por este delicado tema que ha puesto en el ojo del huracán a México y a Veracruz en el ámbito internacional, tenga a un funcionario en materia de seguridad pública que desdeñe con tamaña estupidez la inseguridad que vivimos los periodistas.
Sin un asesor en materia de prensa que domeñe sus ímpetus, Nemi Dib, a quien antaño consideraba un profesional inteligente y honesto, cree que la mejor forma de demostrar que en Veracruz hay un absoluto clima de libertad informativa es que se le formulen con toda tranquilidad esas preguntas. “En condiciones de represión, de temor, tú no me preguntarías a mí si el estado es omiso en cumplir su responsabilidad con los periodistas”.
Habrá que recordar a este insolente como la peor cara del duartismo, pese a que él mismo es propietario de un portal informativo, dos de cuyos reporteros fueron perseguidos y violentados cuando testimoniaban la utilización de grupos de choque de taxistas donde se transportaba a electores a las casillas para que votaran por el PRI en los comicios del pasado 7 de junio, cuyos materiales fueron robados y la unidad en que se transportaban fue destrozada.
Veracruz, ¿estado más seguro?
Para colmo, Toño Nemi ha hecho escuela en manejar a modo las estadísticas del índice delictivo del orden común. En reciente conferencia de prensa, ofrecida cuando el Sistema Nacional de Seguridad Pública ya había dado a conocer los datos a julio de este año, prefirió hacer mutis y referirse a los delitos acumulados a junio.
Prefirió comparar el total de delitos de los tres primeros años del gobierno estatal frente a los acumulados durante 2014 para hacer notar una diferencia positiva.
Lo que no dijo es que de 2014 al presente año, considerando de enero a julio, la baja general en el número de casos denunciados ante la Fiscalía General del Estado ha sido de apenas 2.8 por ciento, al pasar de 28 mil 008 delitos en 2014 a 27 mil 204 hasta julio pasado.
Tampoco, que en los delitos de robo con violencia a negocios y de vehículos y, lo que es peor, en homicidios y secuestros, las cifras crecieron solo entre junio y julio.
Cuadro 1. Estados con mayor incidencia de homicidios en 2015
El delito de homicidio (cuyas cifras engloban las modalidades de doloso y culposo) creció, como ya preveíamos en el análisis del primer semestre del año por las constantes notas informativas sobre cuerpos hallados en diversos puntos de la entidad.
La constante publicación de esos hallazgos y de los constantes tiroteos nos permitía anticipar que julio sería un mes muy caliente, no precisamente por las altas temperaturas registradas por la canícula. Las cifras nos lo han corroborado.
Mientras en junio se denunciaron 75 homicidios, en julio se tienen registros de 100; es decir, de un mes para otro hubo un incremento de más del 33 por ciento de muertes violentas que, si nos atenemos a la apreciación del optimista Nemi, no tiene la menor importancia. Ya sabemos la baja estima en que tiene el cordobés la pérdida de la vida por motivos no precisamente naturales.
Otro delito de gran impacto, el secuestro, también creció de 7 registrados en junio a 9 en julio, dejando el promedio mensual en más de 8. En efecto, durante el mes de julio se cometieron más secuestros que los acaecidos, por ejemplo, en el Estado de México, una entidad con la que le gusta compararnos Juan Antonio Nemi.
Junto con Guerrero, Veracruz ocupó el segundo sitio en julio, mientras que en lo que va del año, con 57 secuestros, sigue en el tercer lugar, solo superado por Tamaulipas y el Estado de México.
Cuadro 1. Estados con mayor incidencia de secuestros en 2015
Por ello, sería pertinente que la Coordinación General de Comunicación Social del Gobierno del Estado asumiera plenamente las tareas de difusión de lo que quiera decir el secretario ejecutivo del Consejo Estatal de Seguridad Pública, Juan Antonio Nemi Dib, porque su entusiasmo por los medios le está costando políticamente muy caro al gobernador Javier Duarte de Ochoa.
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