“Nuestros nuevos diputados federales son la generación del cambio, pura morralla” Mario Tejeda Tejeda

Opinar en estos momentos sobre lo que está pasando en el gremio periodístico veracruzano es verdaderamente aventurado e irresponsable. Nadie puede presumir de tener en sus manos la verdad. Es tan complejo todo lo que ha venido pasando con los compañeros asesinados y desaparecidos en la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa que resulta imposible aspirar a la objetividad.

Dentro de todo esto lo que llama la atención son los datos que dio a conocer el propio gobernador Duarte, ahora que dio su primera rueda de prensa tras el multihomicidio en la ciudad de México en el que, tristemente, el fotorreportero Rubén Espinosa Becerril cayó ante las balas de la delincuencia, pasando a formar parte de esta demencial estadística de periodistas sacrificados; me refiero al crecimiento exponencial de medios y periodistas que hemos tenido en los últimos años en la entidad.

“Mi Gobierno está a favor de la libertad de expresión y en contra de quienes la vulneran”, dijo el gobernante en su rueda de prensa mañanera.

Veracruz tiene una amplia vocación periodística, que nos distingue como tierra de comunicadores.

Y luego soltó lo que a nosotros nos llama la atención porque ni idea teníamos sobre cuántos somos (periodistas) en Veracruz, cuántos medios hay y de qué tipo.

“Somos el Estado que más medios de comunicación tiene; y donde más periodistas realizan diariamente su labor”, dijo el mandatario.

“Existen en la entidad más de 8000 [¡Ocho mil!] periodistas, reporteros y foto reporteros; conductores de radio y TV, editores, trabajadores y empresarios de la comunicación.

“Hay más de 1000 [¡Mil!] medios locales.

“Tres televisoras con señal abierta, 2 cuya cobertura entra en nuestra entidad, además de 65 sistemas de cable, que dan un total de 70 medios tan solo en televisión.

Operan en Veracruz 159 radiodifusoras.

“Existen hoy día alrededor de 500 medios impresos y más de 500 sitios web.

“Estos datos dimensionan la fuerza y el crecimiento de la actividad periodística en el Estado, así como la importancia que tiene su labor en el desarrollo de la entidad.

Estamos conscientes de las condiciones de violencia e inseguridad que se han extendido en el país en la última década, y en donde la labor de los comunicadores se ha visto afectada.

“Vemos con preocupación la muerte de 97 periodistas ocurridos a lo largo del país desde 2010.

“Once de esos casos, lamentablemente han ocurrido en nuestra entidad.

“Es por ello que hemos realizado grandes esfuerzos como gobierno para generar condiciones necesarias para el libre y seguro ejercicio de la libertad de expresión”.

Y de dónde salieron tantos periodistas, nos preguntamos.

Bueno, es cierto, todo tiene una explicación y nosotros le encontramos una.

Profesionales y mercachifles

De los ocho mil periodistas que hay en la entidad, un porcentaje muy bajo lo integran los periodistas profesionales; egresados de las facultades de letras, de las de periodismo, de derecho, psicología y otras profesiones afines al área de humanidades, que cuentan con una base académica (cultura) que les permite entender el compromiso que tienen con la opinión pública, lo que es la ética periodística, la responsabilidad como comunicadores, la relación que se debe de guardar entre el Estado y la prensa, los riesgos que en la actualidad se corren en el ejercicio de la profesión, periodistas que a leguas se distinguen porque saben manejar el lenguaje y en sus escritos denotan un marco de referencia cultural que los hace muy diferentes al resto.

Otros son charlatanes que, a falta de una chamba o porque lo que hacían no les era suficiente para ganar el sustento, vieron en el periodismo una forma de obtener dinero, que son la mayoría. Estos “periodistas” a quienes les permiten el ingreso a medios de comunicación porque los dueños de esos medios son lo mismo que ellos, charlatanes y extorsionadores, en ocasiones ni sueldo reciben a cambio de embadurnar cuartillas y publicar infundios, los “empresarios” los dejan sueltos porque saben que afuera ganan mejor que si les asignaran un salario, no tienen prestaciones laborales y dedican su tiempo al productivo chantaje.

Otros son exfuncionarios gubernamentales que, por cuya conducta poco productiva en el trabajo, fueron dados de baja y no encuentran como reincorporarse, por lo que han visto en un medio, o en varios, ya sea impresos o portales web, una forma de criticar al gobierno, de sacar sus amarguras, de criticar sin tener un respaldo, a pontificar porque como estuvieron dentro de la administración pública se sienten con autoridad para hacerlo, y se han convertido en “periodistas” que jamás fueron reporteros, que no tienen idea de lo que es redactar una nota informativa, cabecearla, diseñar una plana aunque sea de interiores, hacer un reportaje, una entrevista, una crónica, una nota de color, ni nada, pero que se ponen a tundir las computadoras disparando tonterías sin ton ni son porque así se sienten periodistas.

Otros son improvisados que de momento encontraron en el periodismo un refugio y una forma de golpear al gobierno priista y servir a los intereses de partidos distintos al PRI, a estos, que no son pocos, se encargan de certificarlos organizaciones también de pseudoperiodistas como la OCEAC de Uriel Rosas, quien a cambio de usar sus nombres para extorsionar al gobierno les entrega reconocimientos el día de la libertad de expresión, que cuelgan en sus casas o en sus oficinas como símil de un título profesional a nivel de doctorado en periodismo; el autoengaño que los políticos corruptos avalan con apoyos económicos.

Así es como se ha ido formando esta fauna de ¡OCHO MIL PERIODISTAS! veracruzanos que en realidad no lo son pero que ponen contra la pared al estado en una situación como la que se está viviendo, de tragedias en las que han fallecido 17 o 18 miembros del gremio.

Y no es que los veracruzanos tengan una vocación natural por el oficio periodístico, no, lo que pasa es que ha habido gobiernos que han alentado el arribo de miles de farsantes al gremio.

Nosotros hemos sido testigos de cómo individuos que no tienen ni idea sobre como de redactar un telegrama se han convertido en auténticos magnates de los medios, o de cómo surgen a diario nuevos “columnistas” que publican escritos carentes cuando menos de una prosa entendible, improvisados, eso sí calumniadores profesionales que al rato se dicen “mártires del periodismo”, “víctimas de un Estado represor” y que encuentran en sus iguales (funcionarios y políticos corruptos) complicidad para cometer sus tropelías y así subsisten.

Menuda tarea la del Estado, tener que preocuparse por tantos miles de “periodistas” que pululan a lo largo y ancho de la entidad.

Reflexión

Nos reportan del Congreso Federal que en el área donde están los cubículos de nuestros representantes populares, han retirado el letrero que decía “Diputación Federal Veracruzana” y se aprestan a poner otro con la leyenda “La jaula de las locas”.

– Pregunta Enrique Peña, ¿oiga Virgilio Andrade, qué horas es? – La que usted diga señor presidente. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas