De no haber sido porque el diputado federal electo del PAN, Miguel Ángel Yunes Linares, puso al descubierto el desayuno privado que este lunes ofreció en el Museo de Antropología de Xalapa la rectora de la Universidad Veracruzana, Sara Ladrón de Guevara, a él y a otros tres legisladores federales del PRI y Morena que están por entrar en funciones el próximo 1° de septiembre, la opinión pública y, sobre todo la comunidad universitaria, seguramente no se habría enterado de esta reunión ni de los graves problemas de tipo financiero que discrecionalmente se trataron ahí.
“La Rectora nos mostró los números y realmente me preocupa muchísimo. El gobierno del estado le debe solamente a la UV mil 800 millones pesos. La Universidad Veracruzana no tiene ni para pagar la siguiente quincena”, declaró después del encuentro Yunes Linares, quien dijo que acudió por invitación de Ladrón de Guevara, la cual convocó también a otros cuatro diputados federales electos egresados de esta casa de estudios: a Cuitláhuac García, de Morena (Xalapa Urbano), y a los priistas Erick Lagos Hernández (Acayucan), José Luis Sáenz Soto (Minatitlán) y a Adolfo Mota (Xalapa Rural), que fue el único que no asistió.
“Mota no fue y se me hace muy raro porque era secretario de Educación y el tema le debería interesar. Fue una reunión muy productiva donde se habló de temas de la Universidad, del presupuesto y de la posibilidad que tenemos de influir, participar e intervenir para que la UV tenga más recursos”, dijo el aspirante del PAN a gobernador.
Quién sabe por qué el ex titular de la SEV no acudió, pero lo cierto es que Mota dejó solo al ex secretario de Gobierno, Érick Lagos, recién designado por el gobernador Javier Duarte como futuro coordinador del grupo de diputados federales veracruzanos del PRI, quien debió aguantar y responder las puyas de Yunes y pasar el trago amargo de las quejas de Ladrón de Guevara, cuya administración se ha visto impactada no sólo por cuestiones de tipo financiero sino también por la golpiza brutal a miembros de la comunidad estudiantil sucedida dos días antes de las elecciones federales del pasado 7 de junio en Xalapa, y el secuestro de un par de académicos recién liberados en el sur de la entidad.
Las declaraciones de Yunes Linares –quien inclusive presumió que todos los diputados electos asistentes coincidieron más allá de partidos, colores e ideologías, por lo que se dijo seguro de que aparte de temas como el de la Universidad habrá otros en los que puedan coincidir a futuro– obligó al priista Lagos a difundir un comunicado en el que precisó que “el PRI apoyará para que todos los diputados veracruzanos egresados o no de la UV, incluidas las diferentes fracciones que conforman la bancada veracruzana, logren conseguir recursos federales adicionales para la institución”. En el texto que hizo circular, el también aspirante del PRI a la gubernatura expuso que en esta reunión “se tocaron diversos temas que involucran a la comunidad universitaria, sin embargo, uno de los más importantes fue el del presupuesto para las instituciones públicas de Educación Superior”. Y refirió que “es necesario recordar que la Universidad Veracruzana está considerada dentro de las instituciones públicas de nivel superior que recibe una de las mayores aportaciones proporcionales, por parte del gobierno estatal, en su ingreso anual.”
Sin embargo, con excepción de Yunes, quien habló concretamente del adeudo de mil 800 millones de pesos por parte del gobierno del estado –pues el diputado del PAN aludió que también la Secretaría de Hacienda tiene una deuda de mil 400 millones de pesos con la UV pero ya se ha empezado a regularizar, y que “la gran ventaja” es que esos recursos de la Federación “ya no pasan” por la Sefiplan–, ni el legislador del PRI ni los representantes de la máxima casa de estudios se encargaron de aclarar estas exorbitantes cifras.
En un comunicado oficial difundido después de lo declarado por Yunes, la rectora sólo confirmó que el encuentro fue para explicar “a los próximos legisladores federales la reiterada demanda que se ha expresado, por ejemplo, a través de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), para que la UV se vea apoyada y fortalecida con mayores recursos financieros del ámbito federal.” Inclusive detalló que les entregó a los diputados “un expediente en el que se analiza cómo el crecimiento del presupuesto para la Veracruzana no ha resultado equitativo respecto del crecimiento de otras instituciones similares.” Ladrón de Guevara, quien “felicitó ampliamente” a los legisladores por ser “egresados destacados” de esta institución educativa, expuso también que la reunión tuvo el objeto de “crear las alianzas estratégicas que la Universidad necesita y que nos permitan no sólo resolver con éxito nuestras encomiendas de hoy sino asegurar nuestras fortalezas y capacidades de cara al futuro”.
Pero más tarde, entrevistada durante una gira por Orizaba, la rectora se negó a confirmar lo revelado por Yunes. “No quisiera hablar de las declaraciones que hagan los diputados”, se disculpó, argumentando que “es delicado hablar de deudas”, aunque reconoció que “los flujos de los presupuestos a veces no son todo lo oportunos que quisiéramos”. Dijo que por la cercanía que mantienen con el nuevo secretario de Finanzas y Planeación, “vamos avanzando, pero sí ha habido una problemática que no sólo es de la UV”.
Hace un año, en agosto de 2014, el ex rector Raúl Arias Lovillo le aclaró al periodista Arturo Reyes Isidoro que el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán –de quien el diputado Erick Lagos sigue siendo incondicional– no había entregado a la UV mil 500 millones de pesos como estaba pactado con el gobierno federal, pues había retenido cinco pagos anuales de 300 millones de pesos cada uno, sin ninguna explicación ni justificación.