Tabú de tabúes, el orgasmo femenino ha sido históricamente reprimido y condenado, aun en la actualidad sigue siendo censurado con argumentos morales, religiosos, antropológicas o de cualquier índole. En la página de la UNICEF se lee:
«La ablación o mutilación genital femenina comprende una serie de prácticas consistentes en la extirpación total o parcial de los genitales externos de las niñas. Entre otras consecuencias, las niñas mutiladas padecerán durante toda su vida problemas de salud irreversibles.
«Se calcula que 70 millones de niñas y mujeres actualmente en vida han sido sometidas a la mutilación/ablación genital femenina en África y el Yemen. Además, las cifras están aumentando en Europa, Australia, Canadá y los Estados Unidos, principalmente entre los inmigrante procedentes de África y Asia sudoccidental».
Mujeres insumisas
Siempre ha habido mujeres insumisas, ayer hablé de la princesa Marie Bonaparte (Ver: La princesa del clítoris viajero │ Marie Bonaparte), hoy cito un fragmento del artículo Rozando el orgasmo femenino, de María Teresa Priego:
«La imprenta divulgó las palabras de las mujeres. Las parteras comenzaron a escribir manuales de reproducción y partería describiendo los placeres femeninos, y ofreciendo consejas, para un ‘orgasmo exitoso’. Al fin hablaban ellas».
Las poseídas
La beata Marina de San Miguel padecía visiones. Sufría “una tentación sensual de la carne, la cual la obligaba a contactos deshonestos con sus propias manos en las partes vergonzosas, diciendo palabras deshonestas provocativas a lujuria”. Ella confesó a la Inquisición su amistad con otra beata: “de hordinario cuando se vian se besaban y abracavan y esta… le metia las manos en los pechos, y vino esta en polucion diez o doze veces las dos dellas en la Iglesia”. A los archivos de la Inquisición le debemos algunos de los tan escasos testimonios explícitos de orgasmos femeninos.
El «rapto» místico
«Tan excesivas en su expresión como las endemoniadas fueron las grandes místicas. Las convulsiones se llamaron ‘éxtasis’, ‘raptus’, ‘dilatatio’. Santa Teresa atravesaba distintos pasos en el éxtasis hasta alcanzar ‘la séptima morada’ de la ‘unión transformante’, con la experiencia de ‘la pérdida de sí y de la unión’. ‘El alma… no puede ni avanzar ni recular. Diríamos una persona, que sosteniendo en las manos el cirio bendito, está cercana a morir de su muerte deseada’.
«Elisabeth de Schönau padecía ataques místico-epilépticos y desmayos con pérdida de conciencia varias veces al día.
«Santa Angeles [sic] fue descrita así por su adorador: ‘“El deleite del espíritu santo transformaba su carne en fuego, vi sus ojos ardientes como la lámpara del altar, vi su figura parecerse a una rosa púrpura’. Para asimilar la contundencia orgásmica del ‘rapto místico’ , basta mirar ‘la transverberación de Santa Teresa’ y la de ‘la beata Ludovica Albertone’, grandes ejemplos del arte erótico».
El Día Mundial del Orgasmo Femenino
Pero esas son excepciones, la anorgasmia femenina es un grave problema de salud pública, diferentes estadísticas sitúan entre el 40 y el 60 el porcentaje de mujeres que nunca o muy pocas veces han llegado al orgasmo durante una relación sexual, las causas son múltiples, van desde condiciones físicas hasta psicológicas y la represión social, moral o religiosa es una de ellas.
En contraparte, hay iniciativas que tienden a romper tabúes y a promover una sexualidad femenina más equitativa y sana, una de ellas es el Día Mundial del Orgasmo Femenino proclamado por Arimateio Dantos, alcalde del municipio brasileño Esperantina, para compensar a su esposa y a todas las mujeres por el tiempo perdido. De Brasil pasó a otros países sudamericanos y después al mundo entero y, a partir del año 2006, el 8 de agosto de celebra en muchos países.
El plástico momento histérico
Recientemente, dos artistas de la lente se han propuesto capturar el momento cúspide del placer femenino.
El año 2012, el fotógrafo y videoasta estadounidense Clayton Cubitt desarrolló un proyecto que se popularizó en YouTube, el Hysterical Literature que consiste en la grabación de varias mujeres que aparecen sentadas en una mesa leyendo fragmentos de sus obras literarias favoritas, lo que nuestros ojos no ven en esa toma cerrada es que están siendo estimuladas con un vibrador hasta que llegan al orgasmo.
La escritora Toni Bentley participó en este experimento leyendo El Retrato de una dama, de Henry James, tras la experiencia escribió un artículo en el que dice:
«¿Quién ganaría esa guerra inevitable? ¿La parte superior de mi cuerpo o la inferior? ¿la lógica o la lujuria? ¿la corteza prefrontal o el hipotálamo? O, tal vez, puede ser que en realidad se anexaran ambos conceptos; la literatura y el sexo, la dicotomía dentro de un experimento fusionado como nunca antes se ha visto. El proyecto de Cubitt ofrece en cada vídeo un monólogo leído y escrito por el clítoris de forma gestual, como una especie de monólogo de la vagina meramente aspiracional. Para una mujer capaz de erotizar y derogar su vergüenza, esta experiencia supone una apoteosis de coalescencia entre la poética y una poderosa mezcolanza de exhibicionismo-voyeurismo, como ese ‘folie à deux’ de locura compartida por dos elementos».
El fotogénico momento extático
Este año, la fotógrafa Linda Troeller y la productora Marion Schneider publicaron el libro Orgasm: Photographs and Interviews, una muestra fotográfica y testimonial de 25 mujeres de siete países, de diferentes edades y perfiles socioeconómicos y culturales.
El crítico de arte Jerry Saltz ha escrito sobre el libro:
«¡Este es un trabajo increíble! Me gusta mucho el aspecto tan directo, casi documental, de su trabajo. Y sí creo firmemente que los misterios de la mujer, cuando son explorados por artistas, cambiarán la forma en que el mundo ve y la manera en que vemos el mundo. Tú tienes todo el poder; sólo tienes que decidir qué hacer con él.
Las fotografías que ilustran esta columna forman parte de ese trabajo!.»
El orgasmito feliz
Hace unos días recordé un programa de televisión muy popular entre los años 80 y 90, El placer de pintar con Bob Ross, una serie didáctica muy amena en la que el pintor, con un estilo sencillo y desenfadado, pintaba un paisaje al óleo cada semana mediante el cual iba mostrando la técnica. «Aquí vive un arbolito feliz», decía, ¿lo recuerdan?, «ahora vamos a ponerle un hermanito».
Este día yo le diría a todas las mujeres que pongan en su cuerpo un orgasmito feliz y luego le pongan un hermanito y otro y otro, y hagan de su vida una cerrada selva cálido-húmeda.
Para que se inspiren, dejo una selección de poemas escritos por mujeres
Intimidad
Orietta Lozano
La noche vuelve secreta
a tantear mi cuerpo,
me penetra lenta y suave
me abro
como una flor nocturna.
Cibeles ante la ofrenda anual de tulipanes
Ana Rossetti
Desprendida su funda, el capullo,
tulipán sonrosado, apretado turbante,
enfureció mi sangre con brusca primavera.
Inoculado el sensual delirio,
lubrica mi saliva tu pedúnculo;
el tersísimo tallo que mi mano entroniza.
Alta flor tuya erguida en los oscuros parques;
oh, lacérame tú, vulnerada derríbame
con la boca repleta de tu húmeda seda.
Como anillo se cierran en tu redor mis pechos,
los junto, te me incrustas, mis labios se entreabren
y una gota aparece en tu cúspide malva.
Amantes
Alejandra Pizarnik
Una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío
Revelaciones
Alejandra Pizarnik
En la noche a tu lado
las palabras son claves, son llaves.
el deseo es rey.
Que tu cuerpo sea siempre
un amado espacio de revelaciones.
Pequeñas Lecciones de Erotismo
Gioconda Belli
I
Recorrer un cuerpo en su extensión de vela
Es dar la vuelta al mundo
Atravesar sin brújula la rosa de los vientos
Islas golfos penínsulas diques de aguas embravecidas
No es tarea fácil – sí placentera –
No creas hacerlo en un día o noche de sábanas explayadas
Hay secretos en los poros para llenar muchas lunas
II
El cuerpo es carta astral en lenguaje cifrado
Encuentras un astro y quizá deberás empezar
Corregir el rumbo cuando nube huracán o aullido
profundo
Te pongan estremecimientos
Cuenco de la mano que no sospechaste
III
Repasa muchas veces una extensión
Encuentra el lago de los nenúfares
Acaricia con tu ancla el centro del lirio
Sumérgete ahógate distiéndete
No te niegues el olor la sal el azúcar
Los vientos profundos cúmulos nimbus de los pulmones
Niebla en el cerebro
Temblor de las piernas
Maremoto adormecido de los besos
IV
Instálate en el humus sin miedo al desgaste sin prisa
No quieras alcanzar la cima
Retrasa la puerta del paraíso
Acuna tu ángel caído revuélvele la espesa cabellera con la
Espada de fuego usurpada
Muerde la manzana
V
Huele
Duele
Intercambia miradas saliva imprégnate
Da vueltas imprime sollozos piel que se escurre
Pie hallazgo al final de la pierna
Persíguelo busca secreto del paso forma del talón
Arco del andar bahías formando arqueado caminar
Gústalos
VI
Escucha caracola del oído
Como gime la humedad
Lóbulo que se acerca al labio sonido de la respiración
Poros que se alzan formando diminutas montañas
Sensación estremecida de piel insurrecta al tacto
Suave puente nuca desciende al mar pecho
Marea del corazón susúrrale
Encuentra la gruta del agua
VII
Traspasa la tierra del fuego la buena esperanza
navega loco en la juntura de los océanos
Cruza las algas ármate de corales ulula gime
Emerge con la rama de olivo llora socavando ternuras ocultas
Desnuda miradas de asombro
Despeña el sextante desde lo alto de la pestaña
Arquea las cejas abre ventanas de la nariz
VIII
Aspira suspira
Muérete un poco
Dulce lentamente muérete
Agoniza contra la pupila extiende el goce
Dobla el mástil hincha las velas
Navega dobla hacia Venus
estrella de la mañana
-el mar como un vasto cristal azogado –
duérmete náufrago.
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