Hay un dato que resulta verdaderamente espeluznante: una tercera parte de los alimentos que se producen en el mundo es tirada a la basura por los supermercados, sobre todo los del primer mundo, pero también muchos de los países en desarrollo.

Tristram Stuart y los equipos de Feedback y Avaaz (avaaz.org) han lanzado una campaña a través de las redes, mediante la cual esperan obtener un millón 200 mil firmas para internacionalizar la conquista de “un maravilloso movimiento social en Francia” que “acaba de conseguir que se apruebe una ley para que los supermercados den a los pobres y a la gente sin hogar la comida que no se venda”.

Después de esa victoria legal en Francia, la Unión Europea “está sometiendo a consulta cómo evitar que los supermercados cancelen grandes pedidos de alimentos que los agricultores y ganaderos ya habían producido para ellos, y la ONU se está planteando como meta global reducir el desperdicio de comida a la mitad.”

La liga para apoyar esta propuesta, que todos los ciudadanos del mundo podemos firmar, es: https://secure.avaaz.org/es/food_waste_loc/?tbSTNhb.

Me quedo en la página de Avaaz y con lo que dice su fundador e impulsor, Tristram Stuart:

“Durante 15 años, yo mismo y la organización que he fundado, Feedback, hemos luchado contra el escandaloso nivel de despilfarro de comida que fomentan los supermercados. En Kenia, descubrimos que se destruye hasta la mitad de la verdura que se cultiva para los supermercados occidentales. Dichos supermercados alegan que los productos no tienen el color o tamaño adecuados o cancelan pedidos enteros cuando ya están listos para su envío.

“He conocido a jornaleros que trabajan por menos de 2 dólares al día que cuentan que, cuando se cancelan los pedidos, no les pagan y no pueden alimentar ni enviar a sus hijos a la escuela. Algunos agricultores deben incluso firmar contratos que les prohíben dar esta comida gratis a aquellos que la necesitan.

“En el Reino Unido ya es ilegal que los supermercados maltraten así a los agricultores. Un organismo regulador tiene potestad para recibir denuncias anónimas por parte de los agricultores y multar a los supermercados con hasta un 1% de sus ganancias. De hecho, se está investigando al mayor supermercado del Reino Unido, Tesco, y ya estamos transmitiendo el mensaje a los dueños de otras cadenas de supermercados.

“La ONU se está planteando como objetivo global reducir a la mitad el desperdicio de alimentos para 2030, y las oportunidades van surgiendo una detrás de otra. La UE está llevando a cabo un proceso de consulta sobre cómo frenar las prácticas de comercio desleal de los supermercados como parte de un nuevo plan para reducir el despilfarro de comida en el continente. El Reino Unido y Francia han comenzado a demostrar lo que se puede hacer en este ámbito, y políticos de Berlín, Bruselas, Madrid y Washington ya están presionando para lograr cambios. Ahora nos toca a nosotros ofrecerles un gran mandato público y conseguir las leyes necesarias para terminar con el desperdicio de alimentos.

“Suma tu nombre:

https://secure.avaaz.org/es/food_waste_loc/?bbSTNhb&v=61710”.

Habría que preguntarse también qué pasa con las grandes cadenas comerciales en Veracruz. ¿O no?

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