El destape de Gerardo Buganza Salmerón como aspirante a contender el próximo año por la gubernatura del estado no es una sorpresa; se veía venir desde hace al menos un par de años.
Tampoco resultó inesperado que el secretario de Gobierno en la presente administración estatal se lanzara contra Miguel Ángel Yunes Linares, quien al interior del Partido Acción Nacional se posiciona como el virtual candidato, por segunda ocasión, al Poder Ejecutivo de Veracruz.
Probablemente el único punto que llamó la atención se relacionó con los tiempos; ese anuncio se hubiera esperado durante el último trimestre del año, una vez entrado el proceso electoral para suceder a Javier Duarte. Por otro lado, una vez que el cordobés anunció su aspiración, en abierto, también se convirtió en el blanco de ataques. A partir de ahora comenzará una cascada de opiniones sobre la inconveniencia de que se mantenga en el cargo.
Como sea, este será el tercer intento de Gerardo Buganza por llegar a la gubernatura del estado; buscó el cargo en 2004; contendió en la elección constitucional contra Fidel Herrera, del PRI, y Dante Delgado, de PRD-Convergencia-PT, con un resultado tan cerrado y cuestionado, que el caso llegó a los tribunales.
No faltó hace 11 años quien hablara de fraude electoral para evitar la llegada del panista a Palacio de Gobierno. Oficialmente, el candidato del PAN obtuvo 936 mil 470 votos, suficientes para hacer sudar al de Nopaltepec, quien sólo superó a su más fuerte adversario por 25 mil sufragios. De manera extraoficial y de acuerdo con observadores del escenario político-electoral, esa elección no favoreció al priísta.
Cuatro años después, en 2010, al no ser postulado para el mismo cargo por su partido, que se inclinó por Miguel Ángel Yunes, Gerardo Buganza renuncia al PAN y encabeza una campaña paralela a la del candidato priísta, Javier Duarte, para cerrarle el paso al abanderado del blanquiazul. Sería difícil decir qué tan decisivo fue el activismo del ex panista contra Yunes Linares; lo cierto es que el de Soledad de Doblado perdió la elección, a pesar de alcanzar la respetable cifra de un millón 277 mil 151 votos.
En 2016, Buganza Salmerón podría volver a enfrentar, ahora en un proceso constitucional, al jefe del grupo Boca del Río; uno, como candidato independiente; y en otro, como abanderado de Acción Nacional.
Hay quien comenta que la inclusión del secretario de gobierno en la carrera por la sucesión veracruzana es una jugada estratégica del gobernador Javier Duarte, quien sabe que Gerardo Buganza podría dividir el voto panista, favoreciendo a quien postule el PRI; sin embargo, esa sería una apuesta arriesgada porque el también ex senador de la República ya demostró que tiene con qué enfrentar, con altas probabilidades de éxito, un proceso electoral estatal; más ahora, que está tan de moda la figura de las candidaturas independientes.
Por otro lado, quien piense que es improbable que Buganza Salmerón haya decidido lanzar a la red un video anunciando su intento por convertirse en candidato independiente sin el aval, el conocimiento y, en todo caso, el apoyo de Duarte de Ochoa, seguramente tiene razón. @luisromero85