Mutatis Mutandis

Por Rafael Arias Hernández.

Faltan 528 días. Casi 17 meses.

Antes, durante y después de todo, lo que da razón de ser a una Democracia, es la atención permanente, oportuna y eficiente de prioridades y necesidades de los seres humanos.

Frente a los problemas solución, no simulación ni minimización, distorsión o desatención. Mucho menos aprovechamiento del cargo público, para beneficio personal, familiar, y de grupo.

Elección y Legitimidad en hechos, no en dichos, a partir de un diagnóstico serio y objetivo, actualizado y confiable. De un COMPROMISO BÁSICO.

Elección y revocación, no sumisión ni capitulación ciudadana

Se les confía, por fortuna sólo por un tiempo, la representación pública, para cumplir y hacer cumplir la ley, asumir responsabilidades y deberes, y alcanzar objetivos y metas sociales.

Elección y evaluación, no resignación ni abyección popular

Se les elige democráticamente,  para ser servidores públicos, no concesionarios ni usufructuarios del gobierno. Para que hagan lo que tienen que hacer: garantizar libertades y derechos, justicia y seguridad a la vida y convivencia de las personas.

Elección, no coronación ni unción del gobernante

Mediante el sufragio, resultan electos no por decisión divina, asociación empresarial, concesión mafiosa o herencia aristocrática. Tampoco para hacer lo que quieran, ni para usar y abusar, y beneficiarse del cargo para el que fueron electos.

El gobernante es lo que hace

En todo caso, lo importante para la sociedad que les entrega cargo y encargo, institución y recursos, credibilidad y confianza públicas, no es lo que son o dicen ser, sino lo que hacen, los resultados que obtienen y las cuentas que, en tiempo y forma, rinden a la sociedad.

Y esto es lo más importante de la acción de la elección en una Democracia, la legitimidad respecto a prioridades humanas y necesidades sociales: hechos y resultados.

¿Qué deben hacer los electos? Evidentemente no lo que se les ocurra o les dé la gana. No lo que decidan conforme a sus intereses y gustos. Están para servir, no para servirse.

Por tanto deben ubicarse en el ahora y aquí, para atender y prever lo previsible. Hacer tierra en la real realidad, informarse lo necesario para organizarse y actuar. Analizar la problemática social y gubernamental por difícil y complicada que sea y hacer un diagnóstico objetivo y confiable, a partir de una amplia, seria y representativa consulta ciudadana y social. Análisis e integración de propuestas claras, viables y programables, con fechas, responsables y apoyos; con objetivos y metas evaluables. El diagnóstico es, uno de los aspectos centrales del COMPROMISO BÁSICO que debe proponer todo aspirante y al que agregarán, en su momento, cuando tome posesión del cargo, otras ideas y propuestas que finalmente constituyan Plan y Programas de gobierno.

De ahí la importancia de la transparencia y acceso a la información, de la rendición de cuentas y la evaluación, de la solución y la previsión. Por eso es imprescindible saber si los elegidos cumplen con dedicación y trabajo, con resultados comprobables y evaluables. Para reconocer y consolidar logros y avances; para corregir errores y evitar pérdidas, limitaciones y sacrificios. Evaluar en verdad. No simular y engañar.

Atender lo importante y urgente

Si no se cambia y participa, informándose sobre los aspirantes, para constatar que no sean probados y reciclados ineficientes o delincuentes. Si no se evalúa, para reconocer o castigar el desempeño en el gobierno. Si no se tiene conciencia de las limitaciones y sacrificios crecientes, a los que se somete y condena a buena parte de la población, entonces hay que prepararse a pagar las consecuencias.

Por lo pronto. Aspirantes y suspirantes, de todos sabores y colores, de todos establos y franquicias, se anotan como candidatos a elección popular, para la grande y para la chica, para todo lo que se mueve y conviene.

En todas las pistas se hacen presentes, promocionándose con recursos propios, de los grupos que los apoyan o con cargo al presupuesto oficial.

Unos y otros, y hasta algunos decentes, hacen su esfuerzo por obtener la aprobación popular. Aunque muchos saben de sus adicciones, defectos y limitados alcances. Proclives y ejemplo de simulación e ineficiencia, impunidad y hampa electoral.

Verdadero reto identificar a los menos malos. Y al mejor y más capaz.

*Académico.IIESES-UV@RafaelAriasH Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasHdez.