No se necesita consultar a un brujo de Catemaco para adivinar que las campañas de la oposición en la disputa de la próxima gubernatura de Veracruz en 2016 se van a centrar en la corrupción, saqueo y el enriquecimiento súbito e inexplicable atribuido a la cauda de jóvenes funcionarios de las dos últimas administraciones estatales emanadas del PRI.
Y es que esa misma estrategia y discurso es lo que acaba de favorecer a los candidatos independientes y de los partidos Movimiento Regeneración Nacional (Morena) y Movimiento Ciudadano (MC) que arrasaron en estados y ciudades emblemáticas como Nuevo León, la zona metropolitana de Guadalajara y el Distrito Federal.
Andrés Manuel López Obrador, el líder de Morena –partido que ganó dos de los 21 distritos de la entidad (Coatzacoalcos y Xalapa urbano)–, viene insistiendo en su trayecto hacia su tercera candidatura presidencial, que la prioridad debe ser acabar con la deshonestidad.
Por su parte, el ex candidato independiente Jaime Rodríguez, “El Bronco”, y Enrique Alfaro Ramírez, de Movimiento Ciudadano –uno gobernador electo de Nuevo León, y el otro próximo alcalde de la capital de Jalisco– resultaron victoriosos porque supieron capitalizar el hartazgo social por el saqueo de gobernantes corruptos que han dejado en bancarrota las finanzas públicas de estados y municipios.
Alfaro, por ejemplo, dijo que el combate contra la corrupción requiere decisiones a prueba de tentaciones y prometió terminar con los negocios al amparo del Ayuntamiento de Guadalajara. El ex candidato de MC afirmó que “no podemos hacer como que jugamos a combatir la corrupción, es en serio. El mensaje, desde ahorita, es a quienes han hecho de Guadalajara un gran negocio: se les acabó el veinte”.
En Nuevo León, “El Bronco” Rodríguez ha prometido integrar un gobierno con ciudadanos apartidistas e investigar al gobernador saliente Rodrigo Medina y a su familia, señalados de tráfico de influencias en la compra masiva de terrenos ejidales y en la asignación de contratos de obras públicas. Inclusive ha trascendido que Humberto Medina Ainslie, el padre del joven mandatario neoleonés, estaría siendo asesorado por un grupo de abogados, tanto nacionales como estadounidenses, por lo que se pudiera ofrecer después del cambio de gobierno en el mes de octubre.
En Veracruz, el grupo gobernante ha sido advertido también de esta sensible situación, pues entre las encuestas ordenadas para medir el posicionamiento de sus candidatos a la diputación federal se detectó que en la lista de prioridades de los veracruzanos entrevistados el tema de la corrupción había desplazado a los problemas del desempleo y de la inseguridad.
En ese mismo punto ha coincidido el doctor Víctor Arredondo Álvarez, ex rector de la Universidad Veracruzana (UV) y ex secretario de Educación de Veracruz, quien la noche del pasado martes 16, al ser entrevistado en el programa de televisión por internet “Polaca a la veracruzana”, reprochó que en la entidad “nos vendieron” la importancia del recambio generacional, aunque el resultado, “bajo valiosas excepciones”, ha sido deplorable porque los jóvenes funcionarios del gobierno estatal han perdido esa oportunidad de hacer un buen trabajo, de dejar su nombre y el de su familia en alto ante las próximas generaciones.
Al referirse concretamente al sector en que es especialista, Arredondo Álvarez dijo que en nuestro estado se necesitan autoridades educativas que tengan en el concepto de servicio público como primer orden en su tabla de valores, y no aquellas que aprovechen el encargo para obtener beneficios personales. En su charla con los periodistas Manuel Rosete Chávez, José Ortiz Medina y el autor de esta columna, el ex rector de la UV y ex titular de la SEV lamentó que el sistema educativo estatal haya “perdido proyectos y desmantelado acciones” que han mostrado impacto, calidad y logros concretos.
Arredondo sostuvo que es típico que la administración estatal que llega cambie todo lo que hizo la anterior, “sin consideración, ni rendición de cuentas”, por lo que planteó que en Veracruz y en el nivel federal se requiere regresar a los esquemas de planeación de largo plazo en la educación. Recriminó, además, que “muchos” jóvenes políticos se aprovechen de los recursos públicos y de la infraestructura educativa para su propio bien, en vez de utilizarlos para el bien colectivo. En ese sentido lamentó que en las nuevas generaciones no se vean estos valores, requiriendo de cuadros que sí estén formados, que vean la trascendencia social que pueden llegar a realizar. “Ésa es la gran agenda pendiente para Veracruz y para México”, enfatizó. Y agregó que “nos vendieron” la importancia del recambio generacional, aunque el resultado, “bajo valiosas excepciones”, ha sido deplorable porque los jóvenes han perdido esa oportunidad de hacer un buen trabajo, de dejar su nombre y el de su familia en alto a las nuevas generaciones.
El ex director de Educación Superior de la SEP dijo que en Veracruz se debe poner énfasis en las candidaturas independientes, esto por el hartazgo social hacia los partidos políticos y autoridades. “Si los partidos están anquilosados y no responden a la demanda social, entonces que la sociedad ponga el ejemplo y se vuelque a un proyecto que dé garantía de que las cosas serán distintas”, propuso.