En Tuxpan, la victoria de Alberto Silva Ramos estaba cantada desde antes del arranque de las campañas. El priísta no tenía adversario al frente porque el más importante cuadro de Acción Nacional en ese distrito, el ex alcalde de Álamo y actual diputado local Jorge Vera Hernández, dio un paso de costado y evitó una contienda que hubiera sido de pronóstico reservado.

En teoría, el PAN puso frente a Silva Ramos a un auténtico flan; sin embargo, el postre estuvo a punto de causarle al Cisne una indigestión. 12 mil votos de ventaja es, en efecto, una victoria contundente, pero si el ex coordinador de comunicación social aspiraba a mayores cosas, el resultado no le será suficiente.

Alberto Silva se asumía como una de las cartas más importantes del equipo del gobernador Javier Duarte de cara a la sucesión de 2016; el resultado que obtuvo el domingo pasado no avala sus aspiraciones porque el triunfo, si bien claro, no fue lo escandaloso y holgado que hubiera deseado y que lo habría perfilado con mayores posibilidades.

En cuanto al número de votos, el candidato del PRI por el distrito de Tuxpan, sumando los sufragios que aportó el Partido Verde, se ubicó en el octavo lugar estatal y quedó muy lejos del abanderado priísta más votado, Erick Lagos Hernández, de Acayucan, que superó los 72 mil votos, 25 mil más que el tuxpeño.

En cada uno de esos distritos, por ciento, 111 mil ciudadanos acudieron a las urnas pero mientras el del sur superó el 62 por ciento de la votación total, el de la Huasteca no llegó al 40 por ciento.

En orden descendente, los candidatos del PRI que lograron la mayor cosecha de votos son Erick Lagos, de Acayucan, con 72 mil 93 sufragios; Antonio Tarek Abdalá Saad, de Cosamalopan, 60 mil 50; Sofía de León Maza, de Pánuco, 53 mil 317; Jorge Carvallo Delfín, de San Andrés Tuxtla, 57 mil 113; Edgar Spinoso Carrera, de Martínez de la Torre, 48 mil 29; María del Carmen Pinete Vargas, de Tantoyuca, 47 mil 911; Miguel Ángel Sedas, de Huatusco, 47 mil 830; y Alberto Silva Ramos, de Tuxpan, en el octavo lugar, con 46 mil 491 sufragios.

Si tomamos en cuenta los resultados de todos los partidos en los 21 distritos de la entidad, Alberto Silva se ubicaría en el décimo lugar, media tabla.

Ese resultado, sin duda, no le alcanzará a Silva Ramos para perfilarse con posibilidades como una opción en la sucesión estatal ni para coordinar al grupo de legisladores priístas veracruzanos debido a que ni siquiera se ubica entre los cinco candidatos que mayor votación alcanzaron.

Comentan en el distrito 3 que Alberto Silva bajó de manera significativa la intensidad de la campaña tres semanas antes de la jornada electoral porque se sabía, de antemano, ganador de la contienda; ello, aunado a la debilidad de su equipo de campaña, proclive a decir sólo aquello que el candidato quería escuchar, es causa de la escasa cosecha de votos.

Queda la duda sobre el posible resultado, en caso de que el priísta hubiera enfrentado a un adversario fuerte, que no lo tuvo, por parte de Acción Nacional.

Por otro lado, si el también ex secretario de desarrollo social del gobierno del estado piensa que de alcanzar la postulación el próximo año enfrentaría a un candidato tan débil como Roberto Cortez, está muy equivocado porque Miguel Ángel Yunes, como adversario en una elección, es mucho más complicado que en un intercambio de mensajes de twitter. @luisromero85