Si algo caracterizó la jornada electoral de este domingo 7 de junio en Veracruz es la violencia y la impune actuación de grupos partidistas en el acarreo y compra de votos, particularmente del PRI y el Partido Verde, apoyados por elementos policiacos estatales y organizaciones de taxistas, según varias denuncias ciudadanas, lo que hubiera sido más claro con los testimonios recogidos por reporteros del portal Radiover que, por desgracia, fueron agredidos y despojados de sus materiales.

Desde el pasado lunes 3, cuando un grupo de encapuchados irrumpió en la Junta Local del INE en Xalapa para quemar las instalaciones y destruir mobiliario y papelería electoral, la violencia relacionada con el proceso electoral no se ha detenido.

El acto contra las oficinas del INE, que muchos actores políticos atribuyeron al gobierno estatal y al PRI, pareció el punto de arranque de una ofensiva cuyo propósito fue, según varios analistas, inhibir la participación ciudadana en un escenario en que las tendencias no eran del todo holgadas para los candidatos priistas a la Cámara de Diputados.

Aunque el gobierno federal enfocó sus baterías a los estados de Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero, por la amenaza del movimiento magisterial, que ya había encabezado actos de violencia contra instalaciones electorales y partidistas, el ataque a las oficinas del INE en Xalapa obligó al INE a identificar a Veracruz como el quinto foco rojo de los comicios federales.

La violencia se intensificó el viernes por la madrugada en Xalapa cuando un grupo de encapuchados armados golpeó en una casa particular a ochos estudiantes universitarios que festejaban el cumpleaños de uno de los asistentes. La golpiza, aunque generalizada, se enfocó en tres estudiantes, quienes siguen hospitalizados con heridas en todo el cuerpo.

¿Fidel Herrera Beltrán tras la violencia electoral?

La violencia con objetivos políticos continuó. Para diversos partidos políticos y analistas, el causante de la violencia ha sido el exgobernador Fidel Herrera Beltrán, personalmente interesado –como él mismo lo declaró al acudir a votar– en que triunfaran las candidatas priistas a las diputaciones federales por Veracruz Rural, Carolina Gudiño Corro, y por Xalapa Urbano, Elízabeth Morales García.

Primero en Veracruz, en la madrugada del sábado, y luego en Boca del Río, en la madrugada del domingo, varios sujetos lanzaron piedras y bombas molotov contra los domicilios de conocidos militantes del Partido Acción Nacional.

En el Puerto, los afectados, entre ellos el representante general del PAN en el Distrito XII, Ricardo Gómez Valdivia, viven en las colonias Reserva Tarimoya, Formando Hogar, Buenavista y Flores Magón, mientras que en Boca del Río, las casas afectadas se ubican en las colonias Manantial, Primero de Mayo Sur, Villa Rica, El Morro, Rigo y Casas Tamsa, correspondientes al Distrito IV.

El miércoles, en ese mismo distrito, un grupo de desconocidos ingresó al domicilio de un capacitador del Instituto Nacional Electoral (INE) en Infonavit El Morro, para llevarse consigo mil 186 boletas electorales. Lo extraño del caso es que el PRI fue el primero en saltar, tanto para presentar la denuncia como para deslindarse del hecho, lo que hizo sospechar sobre que en ellos estaba el origen de estas acciones.

Panistas contra priistas le dan sabor al caldo

Tanto en Veracruz-Boca del Río, como en el corredor Orizaba-Córdoba y en el norte del estado, particularmente en el distrito de Tantoyuca, la confrontación entre priistas y panistas parecieron tocar tintes de dramatismo.

En ningún sitio como en esos distritos, la lucha de poder entre quienes hoy gobiernan Veracruz, bajo el auspicio de Fidel Herrera, y quienes aspiran en 2016 a lograr la gubernatura por primera vez para la oposición, encabezados por Miguel Ángel Yunes Linares, por un lado, y por Juan Bueno Torio por el otro, se ha puesto tan ruda.

Unos y otros se han acusado de tratar de influir en los resultados a la malagueña. Ambos están en lo cierto. Tanto azules como rojos se han enfrascado en una batalla en que se han usado recursos de todo origen para manipular a la población, y se han dado casos de violencia que, por fortuna, no han llegado a la desaparición física de personas.

Como se ha comentado líneas arriba, ha sido en estos distritos donde se han protagonizado confrontaciones, actos de terrorismo e intimidación, robo de boletas, acusaciones, batallas legales que arreciaron desde este domingo al cierre de las casillas e, incluso, aunque esto es broma, el reparto de pastillas para dormir para que los funcionarios de casilla no llegaran a tiempo a disponer de las urnas.

En el caso del distrito 02 de Tantoyuca, donde el PAN hace votar hasta a los muertos para lograr abultadas victorias, fue visitado y revisado el domicilio del diputado local panista Joaquín Rosendo Guzmán Avilés por elementos de la SSP y Fuerza Civil, quienes detuvieron a unos 20 ‘trabajadores’ a quienes se les pagaba su raya, aunque todo mundo sabía que se estaba repartiendo dinero para la operación de la elección a favor del PAN.         En ese mismo distrito se suspendió la votación en la casilla de Ilamatlán, por la movilización policiaca ante indicios de violencia en la zona.

En Córdoba, la batalla entre panistas y priistas ha llevado a la intervención de la policía, a favor de los del PRI. Tanto en ese distrito como en el de Orizaba, las diferencias entre PAN y PRI son muy débiles; me refiero a las posibilidades de triunfo. Por eso se ha encarnizado la batalla de acusaciones que incrementarán el trabajo de las autoridades electorales a partir de ayer mismo cuando se cerraron las casillas.

Habría ganado El Bronco en Nuevo León

Si las encuestas de salida difundidas por SDP Noticias son confirmadas por los resultados electorales oficiales, estaríamos ante el inédito caso de un candidato independiente venciendo toda la maquinaria electoral del PRI, el PVEM y el PAN en Nuevo León.

En efecto, el promedio de las encuestas de salida ordenadas por los partidos políticos da como vencedor a Jaime Heliodoro Rodríguez Calderón, alias El Bronco, quien haría historia por ser el primer candidato independiente en ganar una Gubernatura y en un estado tan importante económicamente como Nuevo León, moviendo al segundo lugar a la candidata de PRI-PVEM, Ivonne Álvarez (quien en sus declaraciones dijo que mantenía una ligera ventaja sobre el exalcalde de García, exdiputado local y exdiputado federal por el PRI), y hasta el tercer lugar a Felipe de Jesús Cantú, del PAN.

En Guerrero se daría un cambio radical, al ganar el priista Héctor Astudillo, quien habría superado ampliamente a la candidata del PRD-PT, Beatriz Mojica. San Luis Potosí, gobernado por el PAN, habría sido ganado por el priista Juan Manuel Carreras, sobre Sonia Mendoza del PAN y Fernando Pérez del PRD. Otro aparente triunfo priista se avizora en Colima, donde aventaja José Ignacio Peralta (PRI-PVEM), desplazando al panista José Luis Preciado.

La batalla por Michoacán está cerrada entre el perredista Silviano Aureoles y el priista José Asunción ‘Chon’ Orihuela. Por segunda ocasión, la hermana del expresidente Felipe Calderón Hinojosa, Luisa María, la famosa Cocoa, tendrá que comer el polvo en sus aspiraciones de ganar la gubernatura de su estado.

Donde sí podría ganar el PAN es en Querétaro, donde su candidato Francisco ‘Pancho’ Domínguez tendría ventaja sobre el candidato PRI-PVEM, Roberto Loyola.

Todo esto, por supuesto, según un promedio que ha sacado SDP Noticias con base en encuestas de salida financiadas por los partidos involucrados.

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