A Juan Antonio Nemi Dib nunca le ha caracterizado el escándalo ni le habían perseguido señalamientos por actos de corrupción; hasta hoy, cuando tras su desempeño en la Secretaría de Salud ha recibido todo tipo de acusaciones, mismas que habrían surgido desde el interior de la dependencia. En marzo de 2013, rindió protesta como secretario de Salud, cargo en el que relevó al doctor Pablo Anaya Rivera; se cumplía entonces una de las mayores aspiraciones del ex director del DIF estatal, el sueño dorado que terminó por convertirse en una pesadilla.

Al frente de la dependencia responsable de la salud pública en Veracruz, Juan Antonio Nemi encabezó una lucha frontal contra la corrupción y señaló de manera oportuna el saqueo que prevalecía en la dependencia; probablemente, el caso más fuerte fue el que involucraba a la empresa Finamed, cuyos millonarios contratos representaron un duro golpe contra las finanzas estatales. Se habló de sobreprecios y de servicios cobrados pero no prestados.

Tras un largo proceso judicial, que incluyó los amparos de dicha compañía contra las acciones del gobierno estatal y un juicio mercantil mediante el cual reclama los pagos atrasados, el tema quedó congelado.

Igual pasó con los señalamientos del entonces secretario de Salud contra los presuntos actos de corrupción que se desarrollaban en el sindicato de trabajadores; Nemi denunció el cochinero que prevalecía en el área y, al final de cuentas, esa confrontación habría terminado por costarle el cargo, debido a las presiones y la amenaza de esa agrupación sindical, cuyos dirigentes amagaron con paralizar al sector.

Al dejar el cargo, en octubre del año pasado, Juan Antonio Nemi fue relevado por el doctor Fernando Benítez Obeso, quien se desempeñaba como director del Centro de Especialidades Médicas de Xalapa. Siete meses después, durante el acto correspondiente al aniversario luctuoso del gobernador Rafael Hernández Ochoa, este lunes 18 de mayo, el cordobés protagonizó un incidente, un airado reclamo ante la prensa, contra el actual titular de la Secretaría de Salud.

Las fotografías que circularon en páginas electrónicas de noticias y en redes sociales muestran el cansancio y el hartazgo de Nemi Dib ante las filtraciones a los medios sobre supuestas irregularidades en el manejo de los recursos de la dependencia; una práctica que tendría su origen en las áreas administrativas de la Secretaría de Salud, ante la complacencia de Benítez Obeso. A ello se debe el reclamo de un político que, ante la virulencia de los ataques en su contra, terminó por explotar. @luisromero85