¿Por qué Federico Madrazo Rojas y Javier Herrera Borunda, hijos de dos connotados “dinosaurios” priistas como Roberto Madrazo Pintado y Fidel Herrera Beltrán –ambos ex dirigentes juveniles nacionales del PRI; ex gobernadores de Tabasco y Veracruz, y ex directivos del CEN del partido tricolor–, han decidido militar y hacer campaña en este proceso electoral federal como candidatos del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) y no por el Revolucionario Institucional que encumbró en el poder a sus padres y abuelos?

Quizá su decisión pudiera comprenderse mejor con la lectura del artículo titulado “El fin del PRI” que Rubén Aguilar Valenzuela publicó hace cuatro días en el diario El Economista, en el que el ex vocero del ex presidente Vicente Fox argumenta que el priismo no crece en el número de sus simpatizantes y que todo el trabajo de la dirigencia se reduce a mantener y alimentar su voto duro, que ronda en 30 por ciento. “En un primer nivel de análisis, esos números le garantizan ganar la próxima elección federal, por debilidad de la oposición, pero esconden la realidad del partido en el poder”, resume Aguilar Valenzuela.

“En el 2012, el regreso del PRI a la Presidencia no le ha implicado el crecimiento de sus seguidores. Cuando un partido, para el caso el PRI, asume que ya no tiene capacidad de convencer a más electores que su voto duro, acepta que ahora sólo le toca usufructuar, es su única posibilidad, lo que construyó en el pasado y vivir de sus rentas hasta que éstas se agoten.

“En los dos y medio años que van del sexenio, el Presidente y su partido han tenido una baja valoración, en torno a 40% para el caso del Presidente, hay encuestas que lo sitúan todavía más abajo, y en la sociedad se ha consolidado la imagen, misma que tiende a crecer, de que este gobierno y los priistas en general son corruptos, frívolos y dispendiosos.

“La estrategia electoral del PRI ante este escenario ha sido la de concentrar todos sus esfuerzos en mantener amarrado a su voto duro a través de distintos tipos de dádivas, pero sin hacer ningún esfuerzo, lo consideran inútil, para ampliar el número de sus simpatizantes. Confía en que su estructura, de su yo más fuerte que la de los otros partidos, sea capaz de sacar a sufragar a sus ‘bases’ el día de la elección.

“Si el PRI ya no puede crecer, todos los datos indican eso, hace evidente que en el futuro próximo ya no tendrá posibilidades de hacerse del poder. Ahora lo previsible es que el voto duro se va a seguir reduciendo, tal como ha ocurrido en los últimos 25 años. Los porcentajes acumulados históricamente le han permitido mantenerse y ganar, pero un día, que está próximo, los porcentajes del voto de sus simpatizantes ya no se lo van a permitir.

“Hoy si la oposición se une, cosa que no se ve fácil, pero tampoco imposible, el PRI perdería las elecciones federales del 2018 y buena parte de los estados que ahora gobierna. Si el PRI no cambia su manera de hacer política, de gestionar el poder y su forma de acercarse a la sociedad, no podrá crecer y de esta manera sólo obtendrá el poder mientras le den los números de su voto duro.

“Si el PRI no se transforma, ahora no se ve cómo, está en camino a su fin como instancia hegemónica. El volver a la Presidencia, que implica el regreso de viejas prácticas, marca el inicio de esta etapa y no la de su expansión. La posibilidad de triunfar en las elecciones ya no depende del PRI, sino de la debilidad de la oposición. Ella tiene la palabra”, concluye en su texto Aguilar Valenzuela.

El 23 de febrero, la politóloga Denise Dresser escribió en Reforma el artículo “PVEM: partido muleta”, en el que criticaba que el Verde es una prótesis del PRI, cuya sola existencia está encaminada a permitir que los priistas mantengan el poder. “Un partido Potemkin sin el cual Enrique Peña Nieto no hubiera ganado la elección presidencial y sin el cual el priismo no triunfará en la elección intermedia. Sin el PVEM el PRI no obtiene más del 30 por ciento del voto y lo sabe. De allí la importancia de inflar al Verde (…). Vía estrategias extra-legales que el gobierno induce porque sabe que con ellas llegará cojeando a la elección, pero con el voto suficiente para ganarla”, afirma la académica, quien también reprocha la complicidad de la mayoría de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, por actuar “como correa de transmisión de la voluntad del PRI y el Partido Verde.”

“En vez de impedir la creación de la muleta, ayudan a que el priismo se apoye en ella”, dice Dresser, quien apunta que encuestas recientes registran que el PVEM creció del 5% al 11%, “lo suficiente para asegurar la mayoría en la Cámara de Diputados en alianza con el PRI.”

¿Ahora se entiende por qué los hijos de Roberto Madrazo y Fidel Herrera han decidido emigrar al PVEM? Es un partido que será relevante en el futuro reparto del poder, que obviamente negociará a partir de 2018 algunas de las próximas senadurías y gubernaturas. Pero, por el momento, habrá que ver cómo dirimen sus conflictos de intereses en estados como Oaxaca y Tabasco, donde ambos partidos –a diferencia de Veracruz – no van en alianza sino que contienden con candidatos propios. Y es que en Oaxaca, –estado que forma parte de la tercera circunscripción plurinominal por la que ha sido enlistado Javier Herrera como candidato a diputado de representación proporcional por el Partido Verde–, su padre acaba de tomar posesión como delegado del CEN del PRI. ¿Será por eso que el hijo del ex gobernador sólo hace campaña en Veracruz y no en la entidad vecina?

Callejas desmiente

Ayer, en este mismo espacio, nos referimos a la versión que corre en los altos círculos del poder estatal acerca de que el profesor Juan Nicolás Callejas Arroyo, coordinador político de la LXIII Legislatura local y guía moral de la poderosa Sección 32 del SNTE que regentea su hijo, el secretario general Juan Nicolás Callejas Roldán, habría recibido presuntamente una fuerte cantidad de dinero para movilizarse por los 21 distritos electorales del estado en apoyo de los candidatos a la diputación federal de la alianza PRI-PVEM.

Colaboradores cercanos de Callejas Arroyo nos pidieron anoche desmentir el comentario, negando obviamente la versión.

¿Con qué recursos económicos, entonces, se estará moviendo el maestro misanteco por toda la entidad veracruzana para arropar y ofrecer el apoyo magisterial a los candidatos priistas y del Partido Verde? ¿Con los del Congreso local que políticamente coordina, con los de la Sección 32 del SNTE que regentea su hijo o con los de su bolsillo personal?

Usted, estimado lector, ¿qué opina?

La familia es primero

Aparte de plantear el impulso al turismo como alternativa económica para esta ciudad capital, promover la generación de empleos y propiciar un ambiente social más seguro que permitan a los xalapeños vivir en paz, la candidata a diputada federal de la alianza PRI-PVEM por el décimo distrito electoral (Xalapa urbano), Elízabeth Morales García, viene proponiendo también ampliar en el estado el padrón del seguro de vida para madres solteras y jefas de familia.

La exalcaldesa y expresidenta del CDE del PRI, quien sigue avanzando en la simpatía de los votantes capitalinos, sabe de la importancia que tiene la familia y la figura materna para el electorado xalapeño.