Desde que inició su gobierno, el alcalde xalapeño Américo Zúñiga Martínez ha debido bregar a contracorriente de la opinión pública y la población por haber inundado los puestos directivos del ayuntamiento con personas improvisadas, perezosas y corruptas. El circo de los despidos obligados (aunque la mayoría ha pasado por renuncias voluntarias) comenzó apenas siete meses después de haber tomado posesión como alcalde, y tuvo repercusión nacional e internacional.

Ya sabemos que Brasil vuelve locos a los mexicanos. Tres panistas poblanos extendieron sus vacaciones mundialistas en las cómodas habitaciones de una prisión en Fortaleza, acusados y juzgados por golpear a un incomprensivo amazónico que les reclamó la palmeada que estos sujetos dieron en el trasero de su escultural esposa.

Pero Américo Zúñiga también entró en el anecdotario del Mundial de Futbol. Un irredento seguidor de la selección mexicana, Iván Vicente Alarcón Cerda, debió percibir que Américo era permisivo y, sin haber cumplido el tiempo reglamentario para tomar vacaciones, se peló para Brasil a corear los hipotéticos goles aztecas, dejando dicho que debía atender un urgente asunto personal.

Por redes sociales, este ‘servidor’ municipal, que estaba a cargo de una extraña coordinación de Cultura del Agua en la Comisión Municipal de Agua y Saneamiento (CMAS), no solo se ausentó indebidamente de sus funciones (que debieron ser pocas) sino que aplicó la cultura del agua en los estadios cariocas, hasta cuyas gradas introdujo una botella con la bebida mexicana por antonomasia, el tequila, dentro de un oso de peluche.

Se hizo tal escándalo en torno a la evidencia en redes sociales y medios digitales que incluso antes de pisar el aeropuerto de la Ciudad de México ya había sido despedido y su área, desaparecida, con lo que la hipótesis de un empleo a modo se vio corroborada.

El 25 de junio de 2014, el contralor Jesús Fajardo Paredes había informado a la gerente de Recursos Humanos de CMAS, María del Carmen Martínez, mediante el oficio CI/578/2014, que se había analizado el tema y se había llegado a la conclusión de que Iván Vicente Alarcón Cerda no tenía el tiempo establecido por la ley para obtener un permiso que le permitiera viajar a Brasil  a disfrutar del Mundial de Futbol.

Algo del carácter amiguero y comprensivo del joven alcalde debió ser interpretado como desinterés en apretar las tuercas en su equipo, pues meses después el ayuntamiento se vio envuelto de nuevo en otro escándalo cuando la expresidenta de la Asociación Estatal de Padres de Familia, expresidenta del PRI Municipal y exdiputada local, Diana Santiago Huesca, a la sazón coordinadora de Enlace Gubernamental y Asesoría de Gobierno en el ayuntamiento, se sintió patrona del centro capitalino.

Acusada por una agente de Tránsito de haber sido golpeada por la lady con su lujosa camioneta cuando se le pidió que la retirara de la banqueta en la calle Rojano, lo que en realidad aceleró su despido fue una famosa conversación con la rijosa Armida Ramírez, sostenida a través de sus teléfonos celulares, en que se iba duro contra panistas, periodistas y el alcalde mismo, de quien dijo que no hacía lo suficiente por asegurar la cordialidad, el respeto y la convivencia que se vive entre los funcionarios de su administración: “el Ayuntamiento capitalino está lleno de chismes y ‘víboras’”, concluía la escandalizada exfuncionaria. En enero de este año le habrían comunicado que esa sería su última quincena, a lo que respondió con la pejeriana frase: Fue un compló.

Los últimos escándalos

De los últimos casos de despidos o renuncias de funcionarios del equipo americanista, destacan dos: la salida por cuestiones personales del director de CMAS, Arturo Zorrilla Castañeda, invitado a otro cargo según el alcalde, y el de la dama de los escándalos, también conocida como Lady Moches, Zazil Reyes Contreras, exdirectora de Buen Gobierno y Proyectos Especiales. Además, el nombramiento de Jorge Rafael Olvera Carrascosa, exdirector de la Facultad de Contaduría y Administración de la UV, como nuevo director de Desarrollo Económico.

Al exdirector del CMAS no parece quedarle la versión de que se ha ido por tener otra oferta de trabajo. En las atípicas lluvias de abril y mayo, el funcionario no logró actuar preventivamente e, incluso, alumnos de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales (FCAS) y de Psicología de la Universidad Veracruzana (UV), lo acusaron de no haber limpiado a tiempo el traga tormentas localizado en Arco Sur, lo que permitió que las instalaciones universitarias se inundaran de agua, barro e inmundicia.

La consejera del FCAS, Elizabeth González Cruz, señaló que el director de la CMAS, Arturo Zorrilla, no debió renunciar a su cargo, luego de las inundaciones en el fraccionamiento Ánimas y la avenida Arco Sur a causa de las lluvias del frente frío número 49, sino que debería quedarse a dar solución. “Está renunciando un día después de que quedó demostrado que no hizo bien su trabajo, discúlpame pero eso no es ética, ni responsabilidad para las personas que un día te estuvieron apoyando”, dijo la estudiante.

Pero el caso más escandaloso es el de Zazil Reyes Contreras, protegida de un alto funcionario de la Sedatu. Ya se había escapado meses antes a un evento deportivo en Estados Unidos, demostrando poco aprecio por la labor que debe desempeñar; para ocultar su ausencia, publicó una foto truqueada en redes sociales en que aparecía trabajando en su oficina, involucrando en la imagen a la Cónsul de Francia en Veracruz, Lygie de Schuyter, con quien efectivamente se había reunido semanas atrás.

Lo más grave, y lo que apresuró su salida, fue la denuncia pública hecha por uno de sus empleados, quien aseguró que la exquisita morena le había estado ordeñando sus salarios, al puro estilo del Huevo Fernando Arteaga Aponte en Cecytev.

En efecto, César Antonio Vázquez Méndez dijo que durante siete meses Zazil lo obligó a entregarle el 50 por ciento de su sueldo, además del aguinaldo completo de 2014; explicó que, al ingresar a laborar, Reyes Contreras le especificó las condiciones del trabajo, que tuvo que aceptar por la necesidad de tener un empleo.

“Me obligó a darle el 50 por ciento de mi sueldo; me dijo que sería de manera temporal porque tenía a otra persona operando en colonias, que necesitaba reubicar, que sólo serían tres meses. El ayuntamiento me paga 12 mil pesos mensuales, de los cuales yo le entregué la mitad durante siete meses, más el aguinaldo que ella se quedó. Me ha quitado más de 40 mil pesos”.

Otras maniobras corruptas como el arrendamiento de una bodega donde concentraba materiales aparentemente propiedad del Ayuntamiento que ella manejaba a su antojo, además del descrito por el empleado municipal, derivaron en su “renuncia”.

Ahora viene el alcalde Américo Zúñiga Martínez a señalar que los ciudadanos próximos a laborar en una dirección del ayuntamiento local deberán ser “honestos, responsables, que quieran a la ciudad y que tengan una hoja de servicio sin manchas”, cuando no ha logrado en 17 meses compactar un equipo de trabajo eficiente y honesto, que le cumpla no a él sino a los xalapeños.

Cuando los reporteros le preguntaron sobre el caso Zazil Reyes, el alcalde confirmó la renuncia de la funcionaria y adelantó que será investigada por la Contraloría interna del ayuntamiento. Añadió que esta “renuncia” (cuando debió ser cesada e investigada de inmediato) es parte de una reestructuración que se llevará a cabo en las diferentes áreas del ayuntamiento.

Ya envalentonado frente a las grabadoras de los periodistas, lanzó su dura advertencia: “que quede muy claro que las personas que sean invitadas por Xalapa deben tener una hoja de servicios sin manchas, necesitamos gente honesta, responsable, que quiera a la ciudad, que tengan credenciales académicas y profesionales suficientes para servirle a los xalapeños y se conduzcan apegados a la ley”.

¿Por qué ha debido esperar hasta casi la mitad de su gestión para comprometerse a tener funcionarios limpios, preparados y con ganas de entregarse con responsabilidad a favor de los xalapeños? ¿Ha tenido que esperar que los casos tomen un cariz de escándalo para actuar en consecuencia? ¿Quién ha fungido como su cazatalentos que le ha dejado en tan mala posición? ¿Por qué ha inundado las oficinas municipales con recomendados de toda laya, incluida a su directora de cultura, Noemí Santa Brito Gómez, cuyo mayor palmarés es ser hija del político sureño Carlos Brito? Si está más entretenido en su proyección mediática, debe entender que estos escándalos afectan todo el trabajo que su área de comunicación social pueda realizar.

Por desgracia para su carrera política, la ciudad se lo reclamará, como se lo reclama a la exalcaldesa Elizabeth Morales, candidata peregrina a la diputación federal por el distrito de Xalapa Urbano. ¡Que así sea!

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