No son pocos los priistas de hueso colorado que con justificada razón se preguntan hasta cuándo la cúpula de su partido en Veracruz va a sacar el arsenal que presuponen debe tener para contraatacar a sus opositores, principalmente a los del PAN, que están torpedeando a sus candidatos y funcionarios con grabaciones telefónicas clandestinas y la exhibición de documentos oficiales que habrían sido sustraídos ilegalmente para evidenciar el presunto uso indebido del poder, de recursos y de programas oficiales en apoyo de los abanderados del Revolucionario Institucional.

En otras entidades como Sonora y Nuevo León, donde se juegan también las gubernaturas, el PRI ya respondió golpe por golpe a los del blanquiazul, sin embargo en Veracruz la nomenclatura priista parece olvidar que en la política la mejor defensa es el ataque.

La semana pasada, por ejemplo, fue exhibida la grabación de una charla telefónica del candidato tuxpeño Alberto Silva Ramos, en la que supuestamente el ex coordinador general de Comunicación Social del gobierno del estado anuncia el cese de dos funcionarios estatales por no apoyar su campaña; en tanto que Marcelo Montiel, delegado estatal de la Sedesol, fue evidenciado por el presunto desvío de 500 millones de pesos de programas sociales, según denunció en la tribuna el senador independiente Alejandro Encinas, ex militante del PRD.

Este domingo 3 estuvo en Xalapa, Córdoba y Boca del Río el actual coordinador de los diputados federales de Acción Nacional, Ricardo Anaya, quien aprovechando la coyuntura del proceso electoral federal anda promocionándose por todo el país para presidir el CEN del PAN, pues está por concluir el periodo de Madero que se alista para liderar la próxima bancada blanquiazul.

Anaya, quien fue arropado por casi la totalidad de los liderazgos locales del PAN –los cuales se preparan para arrollar las aspiraciones de Margarita Zavala, la esposa del ex presidente Felipe Calderón que también quiere sustituir a Madero en la dirigencia nacional– no sólo vino a “destapar” a cuatro de sus correligionarios para la gubernatura de Veracruz en 2016 sino que inclusive exoneró públicamente a Miguel Ángel Yunes Linares de los señalamientos sobre corrupción y enriquecimiento ilícito que se le han hecho al ex director del ISSSTE.

Pero Anaya era el menos indicado para “limpiar” la honra y el nombre de Yunes, quien encabeza la lista de candidatos a diputados por la tercera circunscripción plurinominal.

Y es que existe un audio que contiene una presunta llamada telefónica entre Anaya y Yunes Linares, donde ambos hablan de forma encriptada sobre “entregar números” e “incrementar porcentajes para entregar”. Se desconoce si la grabación, que data de 2014, es auténtica o editada, pues contiene un interludio en el que supuestamente los dos políticos cruzaron mensajes de texto para evitar hablar abiertamente del tema.

El audio, que se subió en la plataforma de YouTube en agosto del año pasado, tampoco deja en claro a qué tipo de operación se refieren ni si se habla de dinero, pero son enfáticos en referirse a números y cantidades. Yunes empieza diciendo: “¿Cómo estás mi querido amigo? Acuérdese que por aquí es imposible”. Anaya responde de inmediato: “Lo tengo clarísimo”. La negociación empieza cuando Anaya puntualiza que va “a mandar un mensaje. Yo acá necesito negociar que me autoricen. ¿Me explico? Porque el número que yo tengo acá es distinto”. Todo ello es interrumpido por asentimientos e interjecciones del su interlocutor. Yunes contesta: “No, y si resulta más, es más”.

En ese momento, el entonces presidente interino del CEN del PAN le pide al ex priista veracruzano que interrumpan la llamada: “Déjame escribirte dos cosas por mensaje y te vuelvo a marcar”. Cuando le vuelve a marcar agrega: “Te voy a poner dos cosas, no se va a entender si no se sabe de qué estamos hablando”. La llamada continúa tras la interrupción y se centra en consideraciones sobre “el número” y si hay la necesidad de incrementarlo. Anaya dice: “el primer punto que te pongo allí, que es un número, es digamos la meta que acá está hablada. Segundo, yo te sugeriría que nos vayamos al número completo en el entendido de que, si por algo no es ahorita, puede ser un poquito después. Pero va a haber un segundo momento, quizá dentro de unos tres meses, entonces no va a ser gastado.” Yunes le asegura que “eso lo puedes tener pasado mañana”.

El 1 de octubre de 2014, el periodista Ciro Gómez Leyva escribió una columna todavía en el diario Milenio en la que preguntaba: “¿Pues qué se dicen Ricardo Anaya y Yunes como para despertar tanta preocupación?”, ya que afirmaba que dicha conversación grabada clandestinamente y que estaba por divulgarse “tendría tal contundencia” que hasta “el propio gobierno federal estaría operando a tope para evitar que se difundiera”.

¿Este será el motivo por el que en Veracruz los priistas se ven agachados y en vez de responder de igual manera a la guerra sucia han tenido que poner la otra mejilla a sus adversarios del PAN?

A ver el 7 de junio cuántos distritos los obligan a ceder al blanquiazul.