A principios de 2011, unas cuantas semanas después de que Javier Duarte relevara en la gubernatura a Fidel Herrera Beltrán, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) intentó asentarse en Veracruz disputándole el control de la plaza al grupo de Los Zetas.
Por la “limpia” que pretendió hacer de esa organización criminal escindida años atrás del Cártel del Golfo, el CJNG se autodenominó “Los Mata-Zetas”, según videos que ellos mismos difundieron en YouTube en los que aparecían encañonando a los sicarios rivales.
El arribo del CJNG a Veracruz coincidió con otras ejecuciones ocurridas en junio y julio de 2011, entre ellas las de algunos periodistas porteños que presuntamente estaban vinculados a Los Zetas. Sin embargo, el incidente más impactante fue el del 20 de septiembre de ese mismo año, cuando 35 cadáveres fueron arrojados por un comando armado frente a la plaza comercial Las Américas, de Boca del Río, a unos metros del Centro de Convenciones del World Trade Center, donde al día siguiente daría inicio el 11 Encuentro Nacional de Presidentes de Tribunales Superiores y Procuradores Generales de Justicia de todo el país.
Fuentes castrenses consultadas por el diario La Jornada en la ciudad de México informaron en esa ocasión que integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación habrían sido los autores de la matanza de 23 hombres y 12 mujeres que presuntamente pertenecían a la organización criminal liderada entonces por Heriberto Lazcano y Miguel Ángel Treviño Morales. El hecho ocurrió dos semanas después de que la Secretaría de Marina había informado sobre el desmantelamiento de toda una red de comunicación del Cártel de Los Zetas y la captura de 80 integrantes de esa organización delictiva, y al día siguiente de la fuga de 32 reos de los penales estatales de La Toma, Duport-Ostión y José María Morelos.
Con el torso desnudo, maniatados y algunos mutilados, los cuerpos fueron abandonados a media tarde bajo un paso a desnivel por hombres armados que viajaban en dos camionetas Suburban negras y en dos estaquitas de redilas blancas, donde llevaban apilados los cadáveres envueltos en lonas.
¿Cómo lograron atravesar toda la ciudad a esa hora y burlar el cerco militar en la zona hotelera donde se hospedarían y sesionarían los presidentes de tribunales y procuradores de justicia del país? Esa sigue siendo hasta ahora la gran incógnita, no obstante que elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Armada de México desplegaron un operativo en busca de los autores del multihomicidio en toda la conurbación Veracruz-Boca del Río, así como en las salidas a Xalapa, Córdoba, Alvarado y la región de La Mixtequilla. Pero no localizaron ni detuvieron a nadie. Tampoco se dieron a conocer las grabaciones de las videocámaras de la Secretaría Seguridad Pública del estado instaladas en ese transitadísimo corredor comercial del municipio boqueño, donde, por cierto, despachaba como subsecretario B de la SSP el teniente coronel Silvio Isidro Hernández Soto, quien curiosamente fue detenido ocho meses después, en mayo de 2012, por la PGR –todavía durante la administración del presidente Felipe Calderón, del PAN–, la cual, según versiones extraoficiales obtenidas por la periodista Anabel Hernández, publicadas en la edición número 1914 de la revista “Proceso” del domingo 7 de julio de 2013, habría sido presionado para que falsamente, como “testigo protegido”, implicara con el narcotráfico al gobernador Javier Duarte y al secretario de Seguridad Pública del estado, Arturo Bermúdez Zurita, a quien no mencionaron por su nombre.
Ese mismo año, el diputado federal del Partido del Trabajo, Ricardo Monreal –actual candidato de Morena a la jefatura de la Delegación Cuauhtémoc en la ciudad de México–, denunció en su libro “Escuadrones de la muerte en México” la existencia de grupos paramilitares que con la autorización de los altos mandos castrenses, durante el calderonato, actuaban y eran entrenados clandestinamente en un rancho por la región de Álamo.
Por su modus operandi y la aparente protección oficial que recibieron del gobierno federal y del jalisciense, ambos del PAN, hasta el año 2012, en Veracruz funcionarios estatales llegaron a suponer que el Cártel Jalisco Nueva Generación sería uno de ellos. Y es que ni la administración del presidente Calderón ni la del gobernador tapatío Emilio González Márquez (2007-2013) los combatieron pese a que el pasado 8 de abril el Departamento del Tesoro estadounidense recordó en un reporte oficial que el CJNG y “Los Cuinis” son de los más poderosos en México. “Estas dos organizaciones han expandido rápidamente su imperio criminal con el uso de la violencia y la corrupción. Ahora se colocan como las más poderosas organizaciones de narcotraficantes de México”, refiere John E. Smith, director de la OFAC (Office of Foreign Assets Control) del Departamento del Tesoro estadounidense.
Días antes de la difusión de este reporte, el 28 de febrero de este año, efectivos de la Marina detuvieron en un restaurante de Puerto Vallarta a Abigael González Valencia, presunto líder de “Los Cuinis” pero quien supuestamente sería el verdadero jefe del CJNG, el cual habría ofrecido a sus captores 50 millones de pesos para no ser fotografiado ni videograbado para no quedar estigmatizado. Sin embargo, a diferencia de Nemesio Oseguera Cervantes, (a) El Mencho, el capo visible del CJNG y cuya frustrada captura provocó este viernes 1 de mayo actos narcoterroristas en varias ciudades de Jalisco y entidades vecinas, incluido el derribamiento de un helicóptero militar, Abigael fue detenido sin disparar un solo tiro, aunque inexplicablemente hasta a mediados de abril se desconocía su paradero ya que según versiones periodísticas la PGR no lo había puesto a disposición de ningún juez pese a que ya habían corrido los 40 días de arraigo que establece la ley.
Javier Herrera Borunda
No se pierda este martes el programa de televisión “Polaca a la Veracruzana” que cada semana se transmite a las 21:00 horas a través de los portales de internet formatosiete.com y versiones.com.mx, entre otros más del norte, centro y sur de la entidad.
El invitado de esta noche será Javier Herrera Borunda, candidato del PVEM a la diputación federal por la tercera circunscripción plurinominal.
La charla del hijo del ex gobernador Fidel Herrera Beltrán con el periodista José Ortiz Medina y el autor de esta columna promete estar muy interesante.