Hace tres semanas publicamos en esta columna un subtema titulado “Don Agus, el opaco”, a propósito del homenaje que le organizaron al ex gobernador Agustín Acosta Lagunes en la ex Hacienda de El Lencero con motivo de su cuarto aniversario luctuoso. La alusión a la opacidad que caracterizó a la administración del desaparecido economista de Paso de Ovejas se hizo porque en el Senado de la República estaba por ser aprobada la cacareada iniciativa del Sistema Nacional Anticorrupción.
Y referíamos que en la LIII Legislatura local (1980-1983), la primera de su sexenio, el diputado José Lima Cobos, del PRI, había propuesto reformar la Ley Orgánica del Municipio Libre para obligar a los ediles de la entidad a que además de dar a conocer detalladamente todo su patrimonio también explicaran cómo lo habían adquirido. “La llamada ‘Ley Lima’ –decíamos– se aprobó casi por unanimidad, pues sólo dos legisladores priistas votaron en contra: Ignacio González Rebolledo y Adalberto Tejeda Patraca, quienes por ese entonces aspiraban a las presidencias municipales de Xalapa y del puerto de Veracruz, respectivamente, las cuales asumieron en diciembre de 1982. Pero ni el porteño Tejeda Patraca ni el xalapeño González Rebolledo tuvieron que declarar el monto de sus bienes ni rendir explicaciones sobre cómo se habían hecho de ellos, pues la reforma a la Ley Orgánica del Municipio Libre jamás entró en vigor porque pese a haber sido aprobada por el pleno de la LIII Legislatura local nunca fue publicada por el titular del Poder Ejecutivo en la Gaceta Oficial del Estado.” Y reseñábamos que cuando Lima Cobos quiso volver a someter su iniciativa a la consideración de los representantes del Poder Legislativo, fue llamado al despacho de Acosta Lagunes, quien muy a su estilo logró persuadirlo para que en ese momento se desistiera de reactivar su incómoda propuesta, ya que en el país aún gobernaba su amigo el presidente José López Portillo, cuyo agonizante régimen quedaba estigmatizado por los graves escándalos de corrupción.
Una semana después de aparecido este comentario, Ignacio González Rebolledo nos envió muy amablemente una breve aclaración que literalmente insertamos con el subtítulo “¿No hubo tal reforma?”, en la parte final del texto principal publicado el 23 de abril. El ex alcalde y ex diputado xalapeño hizo las siguientes precisiones:
“Me temo Don Raymundo que alguien sorprendió tu indiscutida buena fe que te llevó a afirmar, en la columna ‘Al pie de la letra’ (…) aparecida el pasado viernes 17, que tanto Adalberto Tejeda Patraca como este tu servidor fuimos los únicos diputados priistas que votamos en contra del dictamen con proyecto de decreto por el que se reformaron preceptos de la Ley Orgánica del Municipio Libre de la entidad, y como ninguno de los dos tenemos presente dicha sesión, he de agradecer solicites a tu informante la fecha en que tuvo lugar la sesión del Pleno de la Legislatura en que se aprobaron la reformas que refieren tu columna. Recibe, como siempre, mi afectuoso saludo.”
Hace cuatro días, el ex diputado local y actual magistrado agrario, José Lima Cobos, uno de los protagonistas de esta historia, nos envió la siguiente carta:
“Estimado Raymundo: En virtud de que el licenciado Ignacio González Rebolledo señala ‘que alguien sorprendió tu buena fe’ que te llevó a afirmar (…) que tanto Adalberto Tejeda Patraca como él fueron los únicos diputados priistas que votaron en contra del dictamen por el que se reformó la Ley Orgánica del Municipio Libre y que ‘ninguno de los dos tenemos presente dicha sesión’, es cierto habida cuenta que ambos habían solicitado licencia para ser presidentes municipales, uno de Veracruz y otro de Xalapa, sin embargo, en declaraciones periodísticas que se pueden certificar en la hemeroteca, dichos diputados se manifestaron contra la aprobación que señalaba que quienes integraran las Comunas deberían dar a conocer su patrimonio y explicar su procedencia, por aquello de que estaría en peligro su integridad. Rara similitud que hoy se observa. ¿Por qué será? ¿Que no será porque se avergüenzan que forman parte del uno por ciento de los que acumulan riquezas ante el extraordinario número de miserables y pobres sin futuro ni destino? El que nada debe, nada teme, dice el refrán popular.
“Dicha reforma fue propuesta por el suscrito y aprobada por unanimidad de los diputados de todos los partidos políticos que integramos la primera Cámara pluripartidista, producto de la reforma que venía de la Ley de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales, llamada por la prensa ‘la Reforma de Reyes Heroles’, incluyendo, por supuesto, por los diputados suplentes de ambos alcaldes electos como lo eran Tejeda Patraca y González Rebolledo, que para asumir el cargo tendrían que haber dado a conocer su patrimonio y explicado su procedencia, lo que no hicieron, así que no es de extrañarse que incomodara tal reforma que fue congelada por el Ejecutivo y que bien haces referencia en tu columna de fecha 17 de abril de los corrientes, en donde, en el subtítulo correspondiente señalas ‘Don Agus, el opaco’, ello, obviamente, porque de haber promulgado y publicado esa reforma hoy sería referencia histórica, como cuando bien lo apuntas, apenas hoy se hicieron una serie de reformas –para mí innecesarias a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos– para establecer un Sistema Nacional Anticorrupción. Te aclaro, mi querido Raymundo, que la Constitución no necesita más parches, sólo requiere su cumplimiento y observancia estricta para alejar la impunidad y acabar con la corrupción. Más leyes embrutecen al pueblo y confunden a jueces y abogados. ¡Ya basta!.
“Ahora bien, si existe duda de la reforma a la Ley Orgánica de referencia, el hoy coordinador de los diputados priistas, Juan Nicolás Callejas, fue secretario en noviembre de 1982 cuando el suscrito fue presidente de la Legislatura y tuve la oportunidad de revisar la elección municipal, en donde solo un presidente municipal no pudo tomar posesión y fue en la región de Orizaba. Ahí está la historia y es revisable.
“Espero que estas precisiones dejen satisfecho al hoy magistrado de lo Contencioso Administrativo del Tribunal Superior de Justicia del Estado. No fui preparado para la mentira y menos para la simulación. Te saludo con el afecto de siempre.”
Servidos.