Como si no hubiera motivos suficientes para ubicar al sector educativo de Veracruz como uno de los más profundos pozos de corrupción detectados por el gobierno federal y el Congreso de la Unión, poco a poco salen a flote los deleznables actos de corrupción, pillaje y abuso administrativo que se cometen desde la dirección general del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos (Cecytev), desde que la tomó como botín Fernando Arteaga Aponte, sin que su nuevo jefe, Flavino Ríos Alvarado, ni el gobernador Javier Duarte de Ochoa, hayan hecho nada por contener la sangría.
Resulta aventurado señalar que hay complicidad de las altas esferas gubernamentales, pero la manera descarada en que se realizan las exacciones al erario y a los empleados de esa dependencia por parte de Arteaga Aponte no permiten rechazar la hipótesis.
Protegido de Salvador Manzur Díaz (actual delegado de Banobras, exalcalde de Boca del Río y frustrado titular de Sefiplan, de donde debió haber salido inhabilitado para la función pública por evidencias de uso de dinero público a favor de las campañas priistas en 2013) y de Fidel Kuri Grajales (propietario del club Tiburones Rojos y candidato priista a la diputación federal por Orizaba), el famoso Huevo puede darse el lujo de haberse convertido en multimillonario sin que nadie lo llame a cuentas y en una dependencia educativa que estaba llamada a ser el detonante en la formación de profesionales técnicos en Veracruz.
Pese a haber sido evidenciado públicamente por negocios inconfesables como el que mantiene con la empresa Pepsi, gracias al cual la refresquera puede vender en los planteles sus alimentos y bebidas chatarras, y que le reditúan, según algunos documentos publicados, ganancias directas superiores al millón de pesos anuales, y de descontar a cientos de trabajadores parte de sus salarios “para pagar a periodistas”, Fernando Arteaga Aponte es inamovible.
La pregunta es por qué el gobierno estatal lo mantiene en el puesto, pese a que la misma Contraloría General del Estado debe conocer de los múltiples actos de corrupción que comete, de los familiares y mujeres que tiene en la nómina con salarios extraordinarios, y del clima de terror en que tiene sumida a la plantilla laboral, amén del tobogán en que se desliza vertiginosamente la calidad educativa de los planteles.
Y es que podrían solaparlo en sus trapacerías, pero pedirle que se retire. No lo han hecho. No lo han tocado ni con el pétalo de una mínima investigación de la Contraloría o del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis), ni ha sido objeto de una sola mención de nuestros críticos diputados de la oposición. Muchos atreven la hipótesis de que se mantiene ahí, como tantos funcionarios ineptos del gabinete, enganchados en dependencias cuyos propósitos desconocen, para hacer el trabajo sucio electoral a favor de los candidatos priistas. Y nadie puede negar las cualidades que en ese campo adornan al funcionario.
Lo único que se ha visto como una tímida reacción ha sido la cancelación del evento que planeaba realizar el viernes 10 de abril en el WTC de Boca del Río, pese a la carencia de recursos en la hacienda estatal, donde tomaría protesta como presidente de la Asociación Nacional de Colegios de Estudios Científicos y Tecnológicos de la República (Ancecyter), obtenida en enero en el DF, y al que asistiría Sayonara Vargas Rodríguez, la veracruzana que funge como coordinadora nacional de este sistema educativo, a quien tiene engañada y de quien obtuvo autorización para instalar más planteles.
Ahí buscaba la presencia del gobernador Javier Duarte de Ochoa para que le tomara protesta y, con ello, afianzara su permanencia en el Cecytev.
Nepotismo en su máxima expresión
Fiel alumno de su gran pastor Fidel Herrera Beltrán, Fernando Arteaga Aponte tiene fama de agradecer cumplidamente a los integrantes de su familia y a sus íntimas amistades, sobre todo femeninas. Para eso está la nómina con plazas tanto en Xalapa como en varias partes de la entidad.
Veamos algunos ejemplos de los que seguramente tiene conocimiento Flavino Ríos Alvarado, a través de sus directivos administrativos. En la nómina de la SEV aparecen los siguientes nombres:
*Frida Lorena Restrepo Gazca (su esposa), con un sueldo quincenal de $8,390.90 (identificación presupuestal 079 779 E.278130.0303568)
*Dante Fernando Arteaga Restrepo (su hijo), con un sueldo quincenal de $3,556.84 (identificación presupuestal 170123220100067)
*Frida Lorena Arteaga Restrepo (su hija), con un sueldo quincenal de $8,058.75 (identificación presupuestal 170123220100067)
*Fernando Arteaga Aponte (él mismo), dos plazas: una por $3,300.36 quincenales (identificación presupuestal 074830 E046312.0300462) y otra por $8,382.70 quincenales (identificación Presupuestal 079779 E278130.0304879). Ello, además de su sueldo normal en Cecytev, que incluye bono directivo y compensación por $85,779.00 mensuales y una plaza en Secretaría de Gobierno que cobra desde que era gobernador Fidel Herrera Beltrán por $7,000.00 mensuales.
Si cree que el Huevo está contento con los más de 116 mil pesos que dichas entradas le representan, está usted equivocado. Cientos de empleados en todo el estado están que trinan contra este sujeto porque a prácticamente todos los de confianza les descuentan diversas cantidades que caen directamente en sus bolsillos y en la de sus familiares y amigas, sin contar sus ingresos por el convenio con la refresquera Pepsi.
Gracias a ello, Arteaga Aponte puede presumir de varias propiedades en Emiliano Zapata, Xalapa, Veracruz y en Mataloma, cerca del Puerto de Veracruz, donde disfruta de un amplio jardín y una alberca, con equipamiento para fiestas privadas. Se comenta con indignación que su hijo tiene negocios en Plaza Américas y Plaza El Dorado, en Boca del Río, y que gracias a sus favores políticos le encontró acomodo a su hija Kitzia Valeria Arteaga Restrepo en el Ayuntamiento de Veracruz, donde gana unos 50 mil pesos mensuales, pese a que no sabe (ni hace) nada.
Pero, según nos comentan, otros familiares son favorecidos con su solidaridad en la nómina; ya sabemos que estas acciones requieren de gente de gran confianza para que no salgan a la luz pública.
Su cuñado Ivo Restrepo Gazca estuvo hasta febrero como jefe de Recursos Materiales y, luego de que en diciembre fue beneficiado con todos sus alcances, en febrero salió de la institución con una liquidación superior a los 193 mil pesos.
Su sobrino Ivo Luis Restrepo Bohórquez Jr., nos aseguran, trabaja con plaza de subdirector académico en el plantel de Cecytev en Ciudad Mendoza, mientras que su primo Eusebio Romero Arteaga labora como director del plantel de Huitzila.
A la lista debe agregarse su séquito de amigas y seguidoras, quienes viven a todo lujo gracias a altos salarios y compensaciones, posibles a costa de la disminución del salario de cientos de trabajadores. Revisemos la lista de listas:
Érika Tlaxcalteco Vásquez, quien opera como su fotógrafa personal, cobra más de 30 mil pesos mensuales; las malas lenguas señalan que gracias a su entrega al trabajo ha logrado adquirir una casa en Las Fuentes y disfrutar de un Sentra último modelo.
Marisol Salazar cobra 24 mil pesos mensuales como directora de la Unidad de Género del Cecytev, pero no hace nada en defensa de sus compañeras (que, dicen, solo acostándose con el director pueden progresar e, incluso, mantener su empleo) porque en realidad actúa como comisionada política del PRI y es amiga muy cercana también del candidato a la diputación federal por Acayucan, Érick Lagos Hernández.
Otra mujer que cobra en esa dependencia sin hacer nada por la educación de Veracruz es Linda Rubí Martínez Díaz, quien fungía como directora de Planeación. Originaria de San Marcos de León, municipio de Xico, ahora anda como candidata suplente a la diputación federal por Coatepec, al lado de Noemí Guzmán Lagunes, sin que haya necesitado dejar la ubre de la SEV, al menos hasta la quincena pasada.
Gissel del Moral se cuece aparte. Aunque en el sexenio pasado estaba a punto de ser despedida como auxiliar administrativa e, incluso, ser denunciada porque ‘perdió’ varios cheques que, para su desgracia, no pudo cobrar antes de ser cancelados, se comenta con picardía que con Fernando Arteaga encontró cálido cobijo. No solo la hizo subdirectora académica del plantel de Atzalan, sino que a través de Ivo le hizo llegar un vehículo Duster color café del año, con los fondos del convenio con la Pepsi.
Como ve, todos estos temas son casi del dominio público. Además, todos los salarios los maneja la propia secretaría. ¿No le parece extraño que el actual secretario de Educación, Flavino Ríos Alvarado; el Oficial Mayor de la SEV, Vicente Benítez González, o los órganos de control del gobierno del estado no se hayan percatado ya de tan evidente cochinero?
¿O son cómplices?
Martínez de la Torre, en la indignación
Reproduzco íntegro un texto que mi amigo Pedro Manterola me ha enviado desde Martínez de la Torre. Vea si no hay razón para que los pobladores se sientan indignados… y temerosos:
“Han quedado libres los asesinos confesos del M.V.Z. Pedro Isaac López Rojas, querido ciudadano y prestigiado profesional de Martínez de la Torre. Su crimen nos lastimó a todos, y hoy la liberación de sus asesinos nos agravia como sociedad. Compartimos la indignación de amigos y familiares, y alzamos la voz como integrantes que somos de la familia martinense.
“¿Qué tipo de autoridades tenemos, que acosan a los ciudadanos y liberan a los delincuentes? ¿Por qué nuestras autoridades tienen precio y carecen de valor? Los criminales gozan de absoluta libertad, mientras los ciudadanos vivimos presos entre la impotencia y el temor; los culpables pasean impunemente en nuestras calles, y los inocentes huyen desesperadamente en busca de la tranquilidad que nos roban nuestros propios gobernantes.
“Estas autoridades no tienen legitimidad y desconocen la vergüenza. No son incapaces, son corruptas, ocupadas en el halago de sí mismos. Hoy, públicamente les decimos: Necesitamos sus respuestas, no creemos sus discursos. La justicia no confía en sus palabras. Ni una promesa más. No más crímenes impunes. Si no pueden, si no saben, si no quieren, váyanse. Dejen ya de destruir un país que no merece su cinismo.”
(Pedro Isaac era candidato suplente a la alcaldía de Martínez de la Torre por el Partido Cardenista cuando fue secuestrado y cobardemente asesinado, abandonado su cuerpo en un estero en la sierra de Atzalan. Sus presuntos homicidas han sido liberados).
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