De los seis o cinco distritos electorales que la élite priista de Veracruz calcula perder en los comicios federales de junio próximo, el de Coatzacoalcos parece encabezar la lista.

Las especulaciones comenzaron a cobrar fuerza desde el momento en que Víctor Rodríguez Gallegos, el alfil de Marcelo Montiel, ex alcalde y actual delegado estatal de la Secretaría de Desarrollo Social, jamás llegó a registrarse como precandidato y de última hora tuvieron que improvisar a Leandro Rafael García Bringas, otro ex munícipe y ex diputado porteño que en los últimos tres sexenios ha hecho un triple salto mortal: PRI-PAN-PRI.

Para colmo del reconvertido priista, le han impuesto como candidato suplente a Roberto Martín Chagra Nacif, un desacreditado ex funcionario que por causas pasionales fue súper protegido durante la administración anterior por el ex gobernador Fidel Herrera Beltrán. Hace unos días, Chagra fue cazado en las redes sociales por un comentario cargado con una gran dosis de misoginia, lo que evidentemente disgustó a las mujeres que representan más del 50 por ciento del padrón de votantes porteños.

Precisamente en ese distrito del sur la elección federal tiende a polarizarse entre García Bringas y una mujer: Rocío Nahle García, de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), una carismática ingeniera nativa de Zacatecas que tiene varios años radicando en el antiguo Puerto México, donde a través de sus artículos periodísticos genera opinión pública en contra de proyectos controversiales como el túnel sumergido de Coatzacoalcos y las reformas privatizadoras del presidente Enrique Peña Nieto que están despojando a la nación de su riqueza petrolera y condenando al despido a miles de trabajadores de Pemex.

Pero lo interesante de este caso, que inevitablemente ha despertado cierto morbo político, es el hecho de que la candidata de Morena es hermana de Arturo Nahle García, quien hasta hace un mes venía fungiendo como titular de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Zacatecas, cargo al cual renunció a principios de marzo pasado para incorporarse al equipo de Jesús Murillo Karam, ex procurador general de la República que ahora despacha en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).

Entre el ex procurador zacatecano y Murillo Karam existe una estrecha relación política y personal, ya que entre 1993 y 1998 Nahle fue secretario particular del hidalguense cuando éste despachó como jefe del Poder Ejecutivo del estado en el palacio de gobierno de Pachuca.

Pero Arturo Nahle también tiene nexos con destacados personajes de Morena, ya que fue legislador en la 59 legislatura por el Partido de la Revolución Democrática, cuando el PRD gobernaba la entidad. En el sexenio de Ricardo Monreal Ávila (1998-2004) fue secretario de Gobierno y creó la Policía Estatal Preventiva.

Posteriormente, Nhale García, al igual que Monreal Ávila, abandonó las filas del sol azteca. Sólo que en la víspera de la elección de gobernador, en julio de 2010, Arturo Nahle se unió al también ex perredista Miguel Alonso Reyes, quien fue postulado a la gubernatura por la alianza PRI-PVEM y venció en las urnas a Antonio Mejía Haro, candidato de la ex gobernadora Amalia García Medina, la cual terminó enemistada con Monreal.

Alonso Reyes nombró a Nhale procurador y le encomendó abatir la inseguridad. Hace un mes, en su mensaje para despedirlo, el gobernador priista alabó el trabajo de Nahle en la construcción de un Zacatecas más tranquilo, justo y seguro, pero lo cierto es que dejó la entidad en medio de la sangrienta lucha entre el Cártel del Golfo y Los Zetas. Según estadísticas de la Secretaría de la Defensa Nacional y de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, en los primeros dos meses de 2015 se cometieron 53 asesinatos (28 en enero y 25 en febrero).

De hecho, Nhale quería renunciar como procurador desde marzo de 2012, a raíz de la muerte del comandante de la policía estatal Rosendo Pérez Pérez, abatido por el crimen organizado. Buscaba aprovechar la coyuntura electoral y esperaba ser nominado por el PRI como candidato a diputado federal por uno de los cuatro distritos electorales de Zacatecas, pero no fue incluido.

Al año siguiente, a mediados de julio de 2013, igualmente intentó dimitir pero el gobernador no le aceptó su renuncia. En esa ocasión, tal como su amigo Murillo Karam lo expresaría también un año después como titular de la PGR por el caso de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos, Nhale manifestó su deseo de abandonar el cargo porque, dijo, “ya estoy muy cansado, tengo tres años de no dormir debido a que a la delincuencia le gusta mucho trabajar de nocheya me cansé de ser el velador”. El procurador señaló que ya había presentado al mandatario su solicitud de renuncia, “pero hasta el momento él no me ha corrido. Permaneceré aquí hasta que el gobernador me corra”, declaró para insistir en que no pensaba permanecer en la Procuraduría los seis años.

En marzo de este año finalmente dejó la Procuraduría de Justicia de Zacatecas y se incorporó a la SEDATU con Murillo Karam, quien al igual que con Nhale mantiene una estrecha y antigua amistad con Enrique Ampudia Mello, quien recién retornó hace unos meses como secretario particular del gobernador Javier Duarte de Ochoa, cargo desde el cual viene realizando una discreta operación política y electoral en Veracruz.

Por eso es que hasta en los propios círculos priistas de Coatzacoalcos cada vez arrecia más la creencia de que la elección federal la tendrían perdida de antemano, pues difícilmente el partido tricolor se llevará “carro completo”. ¿Será? Ya se verá, pues también se sospecha de la presunta injerencia del ex gobernador Herrera Beltrán, quien en la sucesión estatal de 2004 estuvo a punto de secundar el “monrealazo” de Zacatecas en Veracruz, y en 2006 descarriló el proyecto sucesorio del senador Pepe Yunes Zorrilla precisamente en ese mismo municipio sureño, donde el actual aspirante priista a gobernador fue avasallado sospechosamente por más de 50 mil votos de diferencia por el candidato lopezobradorista al Senado de la República, Dante Delgado Rannauro, ahora líder de Movimiento Ciudadano.