Viajando con chofer en la parte trasera de una camioneta Escalade y laborando en una oficina en la Torre Ánimas, difícilmente puede notarse la realidad económica de Veracruz durante el tiempo en que se ha estado al frente de la dependencia encargada de incrementar justamente los indicadores económicos de un estado que, para todos los observatorios y el INEGI mismo, no solo se ha estancado sino que se encuentra en los últimos sitios en materia de desarrollo y competitividad, con miras a profundizar su tendencia a la recesión.

Impulsor de programas de nombres contundentes como el de la creación de cien grandes empresas o la Jarocha Próspera, Érick Porres Blesa, secretario de Desarrollo Económico y Portuario, puede darse el lujo de negar las evidencias y montarse en el fantástico escenario que, pese a la forma como se le ha dinamitado con cargas de realidad, sigue sosteniendo el gobierno estatal con fuegos de artificio.

Ayer, por ejemplo, desestimó los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que revelan una baja del 26 por ciento en la economía de Veracruz durante 2014, y afirmó que “son datos imposibles”. Tan extrañado se mostró de que la información federal echara por tierra su fulgurante labor, que acudirá a las oficinas del INEGI a reunirse con su director (sic) para revisar conjuntamente esos datos.

Junto con el titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Sedema), Víctor Alvarado Martínez, el millonario cordobés completa la dupla de secretarios que se han mantenido en el puesto desde el inicio de este sexenio, periodo en que se han hecho ejercicios cotidianos los cambios y enroques de funcionarios del gabinete.

Que no le haya tocado la revolvedora puede que le dé ínfulas para creer no solo que está cumpliendo con un excelente papel sino que sus acciones han tenido una repercusión positiva en la economía de Veracruz. De ahí su atrevimiento de anunciar que acudirá a entrevistarse con el presidente (no director) del INEGI, Eduardo Sojo Garza-Aldape. “Me gustaría revisar a qué se refiere, porque es absolutamente imposible que la economía de Veracruz haya bajado 26 por ciento, será algún rubro en particular, tendríamos que revisarlo”.

¿En qué se basa para rechazar la más reciente información del INEGI? En que el último dato oficial de esa dependencia, relativo al tercer trimestre del 2014, señala que la economía de Veracruz creció 1.1 por ciento. Cómo se puede pensar que después vendría un descalabro cuando, desde su percepción, 2015 ha tenido un arranque mejor que el de 2014 y se espera que lleguen más inversiones al estado, a pesar del panorama económico nacional.

Y es que, aunque no cuenta con datos firmes de las empresas que tienen planes de invertir en Veracruz este año, Porres Blesa es muy optimista e insiste en que son sospechosas las estadísticas del organismo nacional.

En efecto, ante los periodistas que le entrevistaron aseguró que se está realizando una valoración para tener cifras concretas de las empresas y nuevas inversiones que tendrá Veracruz en 2015, lo que podría suceder a finales de este mes, lo que quiere decir que no tiene la más mínima idea sobre si las inversiones serán mayores que el año pasado.

Una catástrofe económica que todos ven

Pero la catástrofe económica de Veracruz no solo ha sido percibida por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía. La organización México ¿Cómo Vamos? presentó sus semáforos económicos el pasado 11 de febrero y en ellos se observa que el estado de Veracruz ha salido reprobado.

Según un análisis basado en varios indicadores, Veracruz se situó en el último lugar, superado incluso por Oaxaca, lo que puede ser incluso peligroso en términos sociales.

La organización privada contempla en su evaluación aspectos sensibles como desigualdad, empleo formal, informalidad y pobreza laboral, que apuntan a un retroceso importante pese al discurso triunfalista del gobierno estatal.

Y los datos duros son realmente desalentadores, aunque no se puedan percibir si trabajamos en un entorno prácticamente alejado de la realidad de los veracruzanos comunes y corrientes.

Hagamos un resumen de lo que en días pasado comenté en este espacio:

*Ocupamos el octavo lugar en pobreza laboral. El 52 por ciento de la población no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso.

*En el tercer trimestre de 2014 perdimos 2 mil 345 puestos de trabajo formales, y fue el segundo trimestre seguido con pérdida de empleos.

*Más de 5 por ciento de la población económicamente activa (PEA) está en puestos burocráticos, arriba del porcentaje nacional (4.4%).

*En cuanto a productividad laboral, el trabajador promedio produce apenas arriba de 550 pesos por hora laborada, cuando el promedio nacional es de 662 pesos y en el DF anda por los 1300 pesos.

*Su crecimiento económico para el tercer trimestre de 2014 fue de 0.6 por ciento.

*Sus exportaciones constituyen apenas el 16 por ciento del producto interno bruto estatal, cuando el promedio nacional es de 23.7%.

*La deuda pública de Veracruz representa alrededor del 5 por ciento del PIB estatal, cuando el promedio nacional es de 2.9 por ciento.

Esperemos que Porres Blesa vaya a ver a Sojo con suficiente material informativo que no esté normado por su optimista apreciación de su paso por la Sedecop.

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