La increíble y triste historia de los cálidos funámbulos…
Imaginemos, nada más por imaginar, que hay una ciudad que desde fines del siglo XIX fue denominada La Atenas por el gran desarrollo artístico y cultural que tuvo en ese momento y que mantuvo durante todo el siglo XX y lo que va del XXI. Imaginemos que tiene la orquesta sinfónica y el grupo de jazz más antiguos del país, que su universidad fue la primera de América Latina en otorgar licenciaturas en teatro, danza y artes plásticas, que fue cuna de uno de los movimientos artísticos de vanguardia que sacudieron al planeta durante los años veinte, que tuvo, durante una década, un seminario de jazz impartido por docentes de la institución más prestigiada de ese género en el mundo, Berklee College of Music, que tiene (me resisto a decir «tuvo») el festival de jazz más importante del país y uno de los mejores de Latinoamérica, que tiene un un 
movimiento dancístico de alto nivel, que, aun siendo serrana, tiene un fuerte movimiento de la cultura y los ritmos africanos y afroantillanos, que tiene una de las tres únicas licenciaturas en jazz que se imparten en México, que es el lugar del país donde se producen más obras de teatro, que tiene una notable y destacada producción de obra plástica, que tiene una producción editorial que incluye escritores que, años más tarde, obtuvieron el Premio Cervantes o el Premio Nobel, que es sede (me resisto a decir «fue») de un festival internacional literario y de las artes de altísimo nivel, una verdadera fiesta de la inteligencia y la creación, que a ella han emigrado grandes leyendas de la música tradicional del norte y del sur del estado, que esa música, además de conservarse y desarrollarse con sus 
valores originales, ha sido retomada por los músicos jóvenes para, con la inclusión de elementos del jazz y otros géneros contemporáneos, gestar la nueva música del estado y del país, que se hace teatro en los parques, en los panteones y, vaya, hasta en la alacena. Imaginemos que uno camina por el corazón de esa ciudad y se encuentra, en solo dos cuadras, un par de grupos de marimba, un saxofonista, un trío clásico, un grupo de son jarocho, un ensamble de jazz, mimos, estatuas vivas, un narrador oral que nos conduce por los callejones para contarnos sus leyendas, y hasta un muchacho que levita. Imaginemos, también, que en los bares, centros nocturnos y restaurantes de esa ciudad, por pequeños que sean, hay una oferta musical, teatral, dancística o literaria que crece cada día y se agiganta cada noche. Es difícil imaginarlo, lo sé; un lugar así sería el paraíso.
…y su alcalde desalmado
Imaginemos, nada más por imaginar, que este movimiento es generado, en un porcentaje muy elevado, por artistas independientes que tienen que buscar la manera de agenciarse recursos para producir sus proyectos, conseguir espacios para presentarlos, inventar maneras de promoverlos y, después de todo eso, rescatar una mínima utilidad para poder sobrevivir con alguna dignidad. Imaginemos, ya en el colmo de este ejercicio acaso demencial, que llega un alcalde y promueve una serie de reformas al Código Hacendario del Municipio que atentan contra todo esto; imaginemos que los artistas deben pedir y pagar un permiso cada vez
que quieran presentar su trabajo (sí, pedir permiso y pagarlo), pedir y pagar un permiso por anunciar el espectáculo cuyo permiso ya pagaron, pero no se trata solamente de un pago por anunciarse, no, es un pago por repartir volantes, otro por pegar carteles, otro por ir anunciando por las calles a voz en cuello, otro por cada forma que se les ocurra y, finalmente, pagar un porcentaje de las entradas que genere el espectáculo cuyo permiso y derecho a publicitarlo ya pagaron. Imaginemos que, pa’ colmo, quedarán exentos de pagar impuestos por la colocación de anuncios o cualquier acto publicitario los partidos políticos y las asociaciones religiosas (¡en un Estado laico!).
Es muy difícil imaginarlo, lo sé; eso sólo sucedería en el infierno.
Todo esto parece un sueño pero, como la imaginación no genera impuestos (no aún, al menos), intentemos una magia: cierren los ojos, concéntrense, llenen sus pulmones de neblina, escuchen la música que brota de todas partes, tengan fe,
mucha fe, cuenten hasta diez… Ahora, abran los ojos. ¿Lo ven?, resultó, ya están en el lugar y en la circunstancia que vislumbró su imaginación desaforada: la ciudad es Xalapa y pasan esas y muchas, muchísimas otras cosas más que nunca hubiera terminado de enlistar. El alcade es Américo Zúñiga Martínez quien el pasado diciembre promovió una Reforma Hacendaria, que fue aprobada por el congreso, en la que se toman estas y otras medidas que golpean fuertemente a los creadores. Pero, como estamos a medio tramo entre los efluvios aromáticos del Edén y las llamas abrasantes del subsuelo, tenemos la oportunidad de negociar el consumo de manzanas, por eso, la comunidad artística se unió, solicitó audiencia y, hay que decirlo y subrayarlo, fue recibida, escuchada y aceptada su solicitud de presentar una contrapropuesta, acción que desactiva el adjetivo desalmado y lo deja en hibernación hasta nuevo aviso, ojalá sea derogado. El colectivo, que cuenta con cientos (sí, cientos) de afiliados, se llama Artistas en Libertad. En una rueda de prensa dio a conocer su posición:
Yo te nombro, Libertad…
Norma Yolanda López:
Somos un grupo de artistas de distintas disciplinas: cineastas, bailarines, actores, creadores artísticos, productores, dueños de foros, artistas plásticos, clowns, artistas urbanos, estatuas vivientes, prácticamente todas las disciplinas. Nos estamos reuniendo con una voz común que en un momento les vamos a mencionar; en la mesa estamos la señora Mercedes Boullosa, escritora, artista plástica, productora y actriz; la compañera Patricia Estrada que es parte del colectivo del Foro Área 51, actriz. A sus órdenes, Norma Yolanda López, bailarina profesional, directora de Isadora, Escuela de Educación Artística e Isadora, Compañía Artística.
Mercedes Boullosa:
El alcalde de Xalapa, Américo Zúñiga Martínez, en marzo del 2014, durante la clausura del foro sobre Arte, Cultura y
Turismo en Xalapa, afirmó que «Xalapa no puede esperar para rescatar su esencia de paradigma de la cultura». En diciembre del 2014 se hacen reformas al Código Hacendario del Municipio de Xalapa y se incrementan impuestos para los artistas, se derogan leyes pero no las que competen al gremio artístico.
Artistas independientes de múltiples disciplinas radicados en Xalapa, se han organizado en un grupo al que denominamos Artistas en Libertad, quienes refutan tajantemente la ley que les obliga a:
1 Pagar permiso por cada vez que presentan su trabajo
2 Pagar porcentaje por boleto vendido
3 Pagar permiso para anunciarse
4 Multiplicar el pago para anunciarse por cada modalidad que usen: volante, lona, afiche, altoparlante, etc.
En pocos días entregaremos un documento dirigido al Alcalde, al Cabildo y a los diputados en el cual explicamos puntualmente las razones de esta inconformidad. Entre otras cosas se señala que:
1 La ley se promueven sin considerar que el Municipio no ofrece incentivo alguno para los artistas
2 No se reconoce la significativa aportación de los artistas independientes al desarrollo de la actividad artística y educativa de Xalapa, entendiendo que esto es obligación del Municipio
3 No existe un proyecto cultural sólido por parte del gobierno municipal para incentivar a los creadores artísticos a desarrollar sus proyectos
Y siendo que grupos independientes poseen y desarrollan proyectos culturales sólidos, apelan porque las leyes que se reformen sean para apoyar dichos proyectos y no en su detrimento.
Solicitan que:
1 Se analice objetiva y razonablemente la reforma realizada al Código Hacendario 554 para el Municipio de Xalapa
2 Se considere a la producción artística cultural como un sector que posee procesos de producción, creación, promoción, difusión y desarrollo propios.
3 Se considere la existencia de un importante recurso federal que ingresa cada año al Estado y al Municipio solamente para el rubro de arte y cultura, mismo que pocas veces se ve reflejado en actividades culturales independientes.
Aseguran que la ley desincentiva y perjudica dramáticamente a productores artísticos, propietarios de foros, escuelas de educación o iniciación artística, librerías, galerías, músicos, artistas gráficos y artistas escénicos. Los impuestos que les imponen denotan un acto inequitativo en lo referido a la economía y procesos de producción del gremio artístico y cultural pues les arrebata toda posibilidad de crecimiento y continuidad. Además, declaran que los artistas independientes no han recibido ningún beneficio por el pago de impuestos que durante años han realizado.
Desgraciadamente en el año 2014 Xalapa estancó su producción artística, precisamente por la falta de apoyos, a pesar de que Veracruz es uno de los estados que recibe mayor presupuesto federal destinado para la cultura y las artes.
Xalapa lleva años padeciendo un retroceso cultural que debe terminar ya. No permitirán que se siga destruyendo el entramado cultural que tantos años de esfuerzo e inversión ha costado a la comunidad artística independiente.
Artistas en Libertad informa que de acuerdo a cifras tomadas del Anuario Teatro en los Estados 2013, Xalapa representa, en proporción al número de habitantes, la ciudad con mayor producción teatral a nivel nacional. Tan sólo en 2013 en el estado de Veracruz se realizaron 123 obras teatrales de grupos profesionales, de las cuales el 80% se realizaron en Xalapa y el 75% fueron producciones independientes, lo cual significa que fue esfuerzo y recurso invertidos por artistas independientes.
A preguntas expresas
Paty Estrada:
Nosotros tenemos un espacio, Área 51 Foro Teatral. A grandes rasgos, lo que tendría que pagar cada grupo independiente por temporada sería un 30% por el espacio (si no tiene una renta frita fija, nosotros vamos al 70%-30% con los grupos), más el 16% de IVA, el 10% de ISR, el porcentaje del boletaje vendido, el pago por evento y el gasto de publicidad entonces no salen las cuentas por ningún lado sobre todo si, como sabemos, no hay ninguna retribución por parte del Municipio. Nosotros pagamos, como artistas, los impuestos que todo mundo paga pero no hay reflejado ningún tipo de beneficio para nosotros; no hay plataformas de difusión por parte del Municipio, no hay espacios; Xalapa, a pesar de ser la ciudad que más teatro produce en relación al número de habitantes, es la que tiene muchísimo menos espacios, estamos hablando de que hay siete espacios, aproximadamente, para albergar 123 producciones al año. No salen las cuentas por ningún lado.
Mercedes Boullosa:
Nosotros creemos que hay un poco de, no mala fe, sino de ignorancia de parte de las autoridades puesto que no se pidió, en algún momento, nuestro parecer o nuestra experiencia para hacer nuevas leyes y nuevas cosas. Esta ley no ha entrado en vigor, si entra en vigor, esto sería verdaderamente dramático.
Norma Yolanda López:
Y algo que es muy importante señalar: el Gobierno Federal acaba de anunciar un recorte al presupuesto para no subir impuestos, el Gobierno Estatal acaba de retirar el cobro de tenencias, si esta ley entra en vigor es una contradicción a las otras medidas que se están tomando y eso no lo podemos perder de vista
Mercedes Boullosa:
Tuvimos una primera cita con el alcalde y él estuvo abierto a nuestra propuesta para hacerle observaciones a la ley. 
Encontramos verdaderas controversias, esto quiere decir que no sólo tenemos esperanzas de que se le hagan observaciones a la ley sino que se pueda derogar pues habiendo una controversia, según los abogados, eso es lo que se puede hacer pero, en efecto, hubo toda la apertura del alcalde para escuchar nuestra propuesta, de hecho su primera intención fue decirnos por mí no hay problema, trabajen pero creemos que parte de la dignificación del trabajo del artista es que quede asentado en la ley. Es el alcalde quien tiene que hacer la observación a la ley independientemente de que nosotros, como grupo, vamos a hablar con otros entes como los diputados y el Cabildo, que pueden promover estas observaciones o esta derogación.
La ley marca que hay que esperar 10 días hábiles para una respuesta oficial después de que el documento sea entregado, estamos esperando la fecha oficial en que el alcalde nos va a recibir el documento y después de eso habrá que esperar 10 días. Si llega a haber una negativa tenemos pensadas ciertas acciones que serían artísticas, ténganlo por seguro, sin embargo estamos ciertamente esperanzados en que esto se puede arreglar por la vía del diálogo
Imaginemos, porque imaginar nos es dado y no genera impuestos (no aún, al menos), que el alcalde escucha, recapacita y deroga los artículos que sean necesarios para que los artistas puedan seguir haciendo su trabajo en santa paz.
¿Verdad que no soy un soñador, señor alcalde?, ¿cierro los ojos, me concentro, lleno mis pulmones de neblina, escucho la música que brota de todas partes, tengo fe, mucha fe…?