Las primeras señales de la fractura en la relación política de los senadores priistas Pepe Yunes Zorrilla y Héctor Yunes Landa con el gobernador Javier Duarte de Ochoa empezaron a manifestarse inmediatamente desde el día en que se hizo oficial la iniciativa de reforma electoral, cuya propuesta más polémica era la gubernatura de dos años para homologar a partir de 2018 la elección del Ejecutivo estatal con la de Presidente de la República.

Yunes Landa difundió esa misma noche un comunicado con un furibundo pronunciamiento en contra, mientras que Yunes Zorrilla convocó a conferencia de prensa para el día siguiente en la que expresó también su rechazo aunque en un tono más moderado que el de su homólogo tricolor.

Días después, el pasado 7 de enero, ambos volvieron a hacer patente su descontento pero ahora para llamar la atención del presidente Enrique Peña Nieto, pues los dos dijeron que abandonaron la ceremonia conmemorativa del centenario de la promulgación de la Ley Agraria de 1915 “para evidenciar que no existe unidad”, que “no existe acuerdo ni talento negociador” y que “toda pretensión de mostrar lo contrario es un montaje en el que no vamos a participar”, aunque según la versión de un funcionario federal es que los senadores se retiraron molestos porque presuntamente miembros del Estado Mayor Presidencial les habrían impedido acceder al presídium.

Sin embargo, este sábado 17, en la comida regional de Alianza Generacional organizada en el puerto jarocho, Yunes Landa reiteró públicamente “una alianza real, de siempre y sin fecha de caducidad” con Yunes Zorrilla, fincada en “grandes” coincidencias, aunque remarcó que “Veracruz es la madre de todas”.

Yunes Landa manifestó que ambos combaten con la misma energía “la barbarie” regresiva que significa la iniciativa de la gubernatura de dos años, y anunció que “más allá de nuestra convicción compartida de que en un bienio poco se puede hacer para sacar a Veracruz de la sala de terapia intensiva en la que nos tienen, estamos resueltos a impulsar un proyecto que no es de dos, ni de seis, sino de ocho” años, puntualizando que en su momento ambos definirán quién debe encabezar primero la administración bianual y quién la sexenal.

Lo que sí dejaron en claro fue su convocatoria a cerrarles por ahora “el paso a quienes ven a Veracruz como un botín político, pero sobre todo económico”, pues Yunes Landa afirmó que tanto él como Yunes Zorrilla “no tenemos problemas con la honestidad, ni requerimos de prestanombres para esconder lo que con esfuerzo hemos ganado. Nunca hemos tenido que desocupar un espacio laboral de la noche a la mañana por haber defraudado confianza alguna”.

El legislador federal rechazó ser un traidor, pues dijo que “traicionar a Veracruz sería consentir su saqueo, tolerar el acuerdo de pasillo, que la improvisación sea el sustento de la política, y que obcecados del poder pretenden perpetuarse prendidos de la ubre de un gobierno descalcificado por la succión extrema a la que lo han sometido”.

Lamentó que en pocos años en Veracruz haya “surgido un número impresionante de nuevas familias de pobres y un puñado de nuevos ricos ligados al gobierno del estado”.

¿Alguien se imagina qué pasaría en diciembre de 2016 si esta alianza entre los Yunes priistas logra cuajar? Su proyecto suena viable considerando que ambos encabezan con un amplio margen las encuestas sobre las preferencias electorales. Además, de conseguir su cometido estarían por hacer cumplir lo mismo que Miguel Ángel Yunes Linares ha venido amagando en caso de llegar al poder, sólo que sin entregarle la gubernatura al PAN que en 2018 pretende recuperar la Presidencia de la República.

Por cierto, ayer, Yunes Linares escribió en su cuenta de Twitter: “Felicidades a Héctor Yunes y Pepe Yunes por sumar su voz a la de millones que exigimos cárcel para Javier Duarte y su banda de ladrones”, a lo que el ex coordinador general de Comunicación Social del gobierno duartista y precandidato del PRI a la diputación federal por el distrito de Tuxpan, Alberto Silva Ramos, respondió: “Cárcel merece cualquiera que haya robado tan solo el 1 por ciento de lo que tú le has robado al pueblo de México y de Veracruz, sinvergüenza”. Y le sugirió: “Yunes, deja de esconderte en la bragueta de Gustavo Madero”.

¡Ay, nanita! ¡Sálvese quien pueda, pues por ahora no se ve ninguna señal de conciliación! ¿Será que en el proceso electoral federal de este año y en el local de 2016 los “cocolazos” van a estar más sangrientos que los de Al Qaeda en París?

SSTEEV, bien asegurado

Desde hace más de cinco años, Ricardo Olivares Pineda viene administrando como director-gerente el Seguro Social de los Trabajadores de la Educación del Estado de Veracruz (SSTEEV). Y lo ha hecho bien, sin protagonismos, de muy bajo perfil pero de manera eficaz.

La mejor muestra de la fortaleza financiera de este organismo público descentralizado que atiende a 76 mil derechohabientes del magisterio estatal, es que los miembros de su Consejo de Administración aprobaron en el Plan Operativo Anual de 2015 otorgar a partir de este lunes 19 préstamos a corto plazo hasta por la cantidad de 15 mil pesos.

Durante la administración del gobernador Javier Duarte de Ochoa, el monto máximo de estos créditos se ha incrementado en 250 por ciento. “Con esta medida, lo que intentamos es apoyar a nuestros derechohabientes para evitar que caigan en manos de las casas de empeño y de prestamistas que como auténticos depredadores lesionan la economía familiar de los trabajadores del magisterio”, afirmó Olivares Pineda, un político con gran trayectoria legislativa y partidista al interior del PRI pero académico universitario y economista de profesión.

“Con esta medida aunada a las pólizas de retiro y vida, la venta de medicamentos, muebles, electrónica y electrodomésticos a bajo costo en nuestro sistema de tiendas y farmacia, y con la inauguración en este mismo año de la Agencia de Inhumaciones del Magisterio, completamos el ciclo de la Seguridad Social”, agregó el funcionario, quien recordó que “la razón de existir de nuestra institución es brindar seguridad a las familias de nuestros derechohabientes, lo que se hace posible por una administración honesta y transparente que no obstante las dificultades económicas por las que atraviesa nuestro estado,  ha brindado ininterrumpidamente sus servicios e incrementando su patrimonio”.