“No vamos a permitir que sigan maltratando a Veracruz”: Héctor Yunes Landa

Ahora resulta que a cualquier gente que le dan la oportunidad de escribir sus pensamientos, quejas o frustraciones en algún medio de comunicación ya es periodista.

Nosotros aprendimos en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Veracruzana que para ejercer este oficio había que reunir requisitos que no son propios del común de los ciudadanos: un nivel académico profesional, vocación de servicio, compromiso social, ética profesional, olfato periodístico, disposición de tiempo completo para desarrollar esta actividad y empezar la carrera sacrificando incluso la salud con tal de conseguir la noticia.

Ser reportero es de las satisfacciones más grandes que da el periodismo, sobre todo cuando se trabaja para una empresa dirigida por otro periodista que sabe reconocer el trabajo de sus colaboradores. Luego sigue, en el escalafón profesional, practicar y dominar otros géneros periodísticos que no son propiamente la información general, tales como el reportaje, la nota de color, la entrevista (no banquetera ni en montón), el artículo de fondo y, para nosotros, culminar la carrera practicando el columnismo, que requiere un marco amplio de referencia histórica, política y social para poder emitir juicios de valor con peso y autoridad moral.

Esta pequeña reflexión viene a colación por la desaparición de Moisés Sánchez, un activista que trabaja como taxista en el municipio de Medellín y que, aparte, es propietario de un modesto semanario en aquella región.

Vamos por partes.

Primero, el oficio de taxista es noble, así como nobles son aquellos que se dedican a hacer activismo social o político por las vías que la legalidad permite.

Segundo, el periodismo es una actividad que incluye muchas satisfacciones, es cierto, pero también muchos riesgos y, principalmente, es un oficio muy celoso, difícil de combinar con alguna otra actividad.

Moisés no debió desaparecer, no debió ser levantado, dirían sus familiares y amigos; las pesquisas llevan hacia el alcalde panista Omar Cruz, y hay que pedir que aparezca pronto, aunque tampoco hay que confundir a los ciudadanos que usan las redes sociales: Moisés tenía problemas con el presidente municipal de Medellín y esa línea se debe investigar.

Su desaparición, parece, no está relacionada con actividades ilícitas ni con la delincuencia organizada, y eso tiene que decirse así, aunque a algunos no les guste.

Moisés Sánchez, antes que nada, es un ciudadano veracruzano, por lo tanto con derecho a contar con seguridad en su persona y en sus bienes; por eso, simplemente debe investigarse a fondo su paradero y esperemos que lo encuentren bien, y castigar a quienes lo privaron de su libertad.

Pero sí es necesario no confundir la gimnasia con la magnesia para dar al caso un tinte distinto.

Quieren reconocimiento

Jacobo Reséndiz Pelayo, quien es presidente de la Asociación de Empleados de Confianza de la Universidad Veracruzana, nos comenta que a la fecha no ha habido la voluntad política para que se otorgue su registro: “a casi dos años de la fundación de la ECUV, hemos utilizado todos los canales de comunicación necesarios para llevar a buen fin dicha petición”.

“No obstante, ante la negativa a nuestras solicitudes, hemos sido mesurados y respetuosos, utilizando siempre la vía del diálogo y manteniéndonos al margen de las decisiones que ha tomado esta administración”, señaló.

Reséndiz Pelayo dijo que a pesar de tener una postura pacífica y respetuosa, la agrupación considera que ya es tiempo de que haya una respuesta positiva ante el desdén que en innumerables ocasiones han recibido por parte de las autoridades universitarias, ya que no pretenden ser un ente de conflicto al interior de la UV.

Por ello, solicitarán el apoyo del gobernador Javier Duarte de Ochoa, además de diputados locales y federales y de senadores de la República, para obtener el reconocimiento y poder contribuir en el desarrollo económico, social y familiar de los empleados al servicio de la Universidad Veracruzana

La Beto Paredes vino a dar sus recomendaciones

Quienes la vieron el pasado domingo en la ciudad de Xalapa nos comentaron que Beatriz Paredes Rangel, poderosa dirigente de una cofradía que opera en el medio político de todo el país, comió en la Casa Veracruz. La razón de su presencia en Xalapa fue para empujar la candidatura de Noemí Guzmán Lagunes a la diputación federal por el distrito de Coatepec y, de paso, recomendar que se pusiera en la secretaría de Desarrollo Social a quien fue el único novio que tuvo en la vida, a Ranulfo Márquez Hernández, peticiones que –como vemos– le fueron cubiertas a plena satisfacción a la tlaxcalteca, hoy embajadora de México en Brasil y asidua visitante al nalgódromo.

No se imagina la Paredes el bien que les hizo a los trabajadores de la Secretaría de Protección Civil donde la Guzmán Lagunes traía azorados a todos a fuerza de pendejearlos por quítame estas plumas. Y lo que no sabe tampoco La Beto es que a su ahijada la odian en Coatepec donde la esperan para echarla de por vida a través de las urnas electorales. Triple contra sencillo a que pierde.

Lupita Porras sí aspira por Mina

Para aquellos que pensaban que tenían la candidatura de Minatitlán en la bolsa se equivocaron. Ayer por la mañana, durante el registro de la primera fase de aspirantes a diputados federales por el PRI, la dirigente estatal de la CNOP, Guadalupe Porras David, aclaró que sí quiere y aspira a ser quien abandere al Revolucionario Institucional por el distrito XIV, donde supuestamente mandan los petroleros pero a quienes la señora Porras les ha puesto el ejemplo con triunfos indiscutibles cuando ha sido postulada a un cargo de elección popular y, por si hubiera dudas, aclaró que ella encabeza las encuestas y que hasta hace 6 años cuando fue retirada a media campaña ganó la elección porque fue su nombre el que iba en las boletas electorales. La dirigente dijo que su postulación sería saludable para el Revolucionario Institucional para igualar el número de mujeres a participar en el proceso, por la equidad de género que la ley establece.

La diferencia

La policía los va a atrapar, vivos o muertos. No va a quedar impune el asesinato de los moneros y periodistas del semanario Charlie Hebdo, de París. Los van a agarrar porque Francia es un país de leyes, y serán llevados a juicio y tendrán derecho a defensa legal. No será necesaria la creación de una patética fiscalía especial. Son suficientes las autoridades actuales, y en la eventualidad de que el procurador dijera que está cansado, tendría que irse a descansar a su casa. No habrá moches ni testigos falsos, ni comisiones investigadoras en el Parlamento. Sólo el cumplimiento de la ley, lo normal. Esa es la gran diferencia con México, la diferencia entre un país de primera, y otro donde la ilegalidad es lo de todos los días. Aquí tenemos un cementerio de periodistas asesinados… y no hay culpables.

Reflexión

“De la traición no se regresa. La infamia marca y no hay manera de confiar una segunda vez en el sujeto desleal”: Julio Scherer García. Escríbanos mrossete@nullyahoo.com.mx |formatosiete@nullgmail.com| www.formato7.com/columnistas