Ante la nueva generación de gobernantes jóvenes que están surgiendo en varias entidades del país ha comenzado a cundir también un fenómeno político que bien podría llamarse “papitocracia”, por los vacíos de poder que están llenando algunos progenitores de los mandatarios estatales, bien por omisión o complicidad de sus ineptos o voraces vástagos.
Dos de los casos más emblemáticos, que según el supuesto “Informe Prospectivo 2014-2015” del Comité Ejecutivo Nacional del PRI tiene seriamente preocupada a la dirigencia tricolor, son los de los padres de los gobernadores priistas de Nuevo León y Jalisco.
En este documento, publicado en septiembre pasado por el diario capitalino Reforma, se alerta que en Nuevo León, Humberto Medina Ainslie, papá del gobernador Rodrigo Medina Cruz, “influye en forma importante y poco sana en las decisiones de gobierno y de política”, e incluso recomienda “poner atención a la actividad política del padre del gobernador”, pues se consigna que desde el inicio de la administración de Medina, en 2009, en círculos políticos se ha señalado la injerencia paterna en las decisiones del PRI en la entidad y en el ámbito gubernamental.
Los señalamientos van desde influir en nombramientos y selección de candidatos, delegados federales y del titular del Poder Judicial, hasta estar ligado a funcionarios del gobierno estatal. También se le ha vinculado con la constructora Coss Bu, beneficiada por Fomerrey con la entrega de reservas territoriales para urbanizar. Al finalizar la administración del ex gobernador Natividad González Parás, Medina Ainslie fue beneficiado con una Notaría Pública que luego le fue revocada en tribunales, y que logró restituir en la presente gestión con un fallo a su favor.
La preocupación de la cúpula priista se debe a que en 2015, a la par del proceso electoral federal, se elegirá también en Nuevo León al titular del Poder Ejecutivo del estado.
En Jalisco, donde el año entrante junto con diputados federales se elegirá a legisladores locales y alcaldes, existe también otro foco rojo para el PRI debido al activismo de don Leonel Sandoval, uno de los 34 magistrados del Supremo Tribunal de Justicia del Estado y padre del gobernador tapatío Aristóteles Sandoval, el cual controla una estructura alterna al partido tricolor llamada “Movimiento Aristóteles Sandoval (MAS)”, pretendiendo formar una Agrupación Política Nacional con reconocimiento del Instituto Nacional Electoral (INE).
En Veracruz, los padres de un par de connotados secretarios de despacho con aspiraciones de llegar en 2015 a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión y de suceder al gobernador Javier Duarte en 2016, andan también muy movidos.
Sólo que son dos casos diametralmente opuestos: por un lado, don Jorge Carvallo Hernández, presidente de la Asociación Civil Fuerza Viva Veracruzana y padre de Jorge Carvallo Delfín, secretario de Desarrollo Social del estado y aspirante priista a la diputación por el distrito electoral federal de Los Tuxtlas, se ha tornado en el crítico más severo de los abusos, excesos y desviaciones de su hijo como funcionario público, mientras que el señor Adolfo Mota Luna, progenitor de Adolfo Mota Hernández, secretario de Educación de Veracruz que busca ser nominado por el octavo distrito conocido como Xalapa Rural, se ha erigido en el principal promotor de la precandidatura de su junior, coincidentemente luego de que el titular de la SEV fue denunciado ante el Instituto Nacional Electoral por Yeri Adauta Ordaz, representante suplente del CDE del PAN ante la Junta Local de Vigilancia del Registro Federal Electoral del INE, al considerar que el funcionario estatal ha trasgredido las disposiciones electorales en materia de campañas al realizar actos anticipados, así como la promoción de su imagen con un fin distinto al que su investidura le corresponde, violando la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales.
Ante esta situación legal, y luego de que presuntamente –tras la crisis política nacional por los trágicos sucesos de Iguala, Guerrero– el gobernador Duarte instruyera a sus colaboradores con aspiraciones electorales que se condujeran con bajo perfil y se abstuvieran de continuar con su activismo político, Mota habría tenido la ocurrencia de recurrir al apoyo de su padre para seguir abonando a su causa, aprovechando que ambos llevan el mismo nombre.
Y es que, por ejemplo, en las redes sociales circulan fotografías acerca de recientes reuniones en las que don Adolfo Mota Luna, sin cargo oficial en la SEV, aparece entregando útiles escolares en planteles educativos de municipios pertenecientes al distrito electoral por el que su hijo pretende ser postulado como candidato del PRI a diputado federal.
Una de estas imágenes corresponde a un evento organizado el pasado martes 21 de octubre, a las 13:00 horas, en el plantel del Colegio de Bachilleres del Estado de Veracruz (COBAEV) que funciona en la cabecera municipal de Jalcomulco. En esta reunión acompañan al señor Adolfo Mota la directora de dicho centro educativo, Lidia Escobedo Martínez, y la subsecretaria de Educación Media Superior y Superior de la SEV, Denisse Uscanga Méndez, hija, por cierto, del ex dirigente estatal del PRI, Jorge Uscanga Escobar, muy allegado al secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, a cuyo lado el político nativo de Catemaco colabora como coordinador general de Atención Ciudadana de la SEP.