Aunque los pobladores de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León, Quintana Roo, Distrito Federal, Nayarit y Sonora nos superan en deuda per cápita, gracias a gobernadores que se han convertido en los villanos de la historia más cercana a nuestros bolsillos, quienes vivimos en Veracruz no cantamos mal las rancheras.
Según el estudio sobre el Índice de Información Presupuestal Estatal 2014, elaborado por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), cada uno de los veracruzanos debe, en promedio, 4 mil 780 pesos, mientras que el promedio nacional se calcula en 3 mil 513. Los coahuilenses son los más endeudados, porque sobre cada uno pesa una deuda de 11 mil 826 pesos, seguida por los chihuahuenses (11 mil 170), neoloneses (10 mil 617), quintanarroenses (10 mil 292), defeños (6 mil 919), nayaritas (4 mil 862) y sonorenses (4 mil 861). En cambio, estados como Querétaro (que tiene una deuda per cápita de 615 pesos) y Tlaxcala (sin deuda) están en los gloriosos últimos lugares en endeudamiento.
Para poner un ejemplo, lo que pasa en Veracruz con la deuda pública estatal implicaría que hasta una familia campesina compuesta por cinco integrantes, refundidos en la más inhóspita región montañosa, adeude sin saberlo cerca de 24 mil pesos, cifra astronómica si consideramos que lo que ganan no les alcanza ni para comer.
Con base en datos oficiales recabado por el IMCO, Veracruz ocupa el cuarto lugar nacional por el monto de su deuda pública, al acumular hasta el 30 de junio pasado, la nada despreciable suma de 38 mil 200 millones de pesos en obligaciones tanto con la banca múltiple y de desarrollo como derivado de emisiones bursátiles, como la que se realizó sobre el pago de tenencia vehicular y, todo ello, teniendo como base las participaciones federales.
El estudio señala que solo 10 entidades federativas concentran el 75 por ciento de la deuda subnacional, calculada en 489 mil 643 millones de pesos, entre las que se cuenta Veracruz, mientras que el 25 por ciento restante se reparte en 22 entidades (en realidad, en 21, habida cuenta de que Tlaxcala tiene en cero su deuda).
La lista de los 10 más endeudados la encabeza el Distrito Federal (con 61.4 mil millones de pesos), seguida de Nuevo León (53.2 mmdp), Chihuahua (41.0 mmdp), Veracruz (38.2 mmdp), Coahuila (34.6 mmdp), Estado de México (33.4 mmdp), Chiapas (18.1 mmdp), Jalisco (16.5 mmdp), Michoacán (15.8 mmdp) y Quintana Roo (15.7 mmdp).
Aunque Veracruz multiplicó su deuda mediante emisiones bursátiles, la mayoría de la deuda nacional tenía como acreedor a la banca múltiple (284 mil 509 millones de pesos), mientras que la banca de desarrollo se mantenía en el segundo sitio (107 mil 329 mdp) y las emisiones bursátiles en tercero (84 mil 671 mdp).
El 84.3 por ciento de los montos de deuda tienen como garantía las participaciones federales, el 14.1 por ciento las aportaciones y el 1.6 por ciento los ingresos propios.
Presupuesto 2015: estados gananciosos
El estudio del IMCO prevé para 2015, con base en el proyecto de presupuesto de egresos del gobierno federal, un gasto neto total de 4 billones, 676 mil 237 millones 100 mil pesos. De tal cifra, el 67 por ciento será manejado directamente por la Federación o a través de organismos como el IMSS, ISSSTE, Pemex y CFE, y el 33 por ciento restante será transferido a las entidades federativas.
No es una cifra menor, se calcula que por aportaciones (ramos 33 y 25) se transfieran más de 637 mil millones de pesos (14%), por participaciones (ramo 28) 605 mil millones de pesos (13%) y por otros federalizados aterricen en los estados 283 mil millones de pesos (6%). En total, 1 billón 526 mil millones de pesos. Dicha cantidad equivale a 5 veces el gasto en Educación Pública (305.7 mmdp) y a 2.8 veces lo que se destina al IMSS (537 mmdp).
Para hacer un comparativo, el IMCO contrasta el porcentaje del presupuesto federal destinado a estados en México (33%) con lo que sucede en naciones como Islandia, que solo transfiere el 3.5 por ciento. En realidad, México transfiere más que 27 países en desarrollo.
La enorme dependencia de los gobiernos de los estados respecto a la Federación no es analizada en el fondo por el IMCO, sin embargo, en el estudio se señala que mientras las entidades federativas y los municipios generan el 9.6% de los ingresos totales, ejercen en cambio el 45.6 por ciento de los egresos.
Ni estados ni municipios se quieren echar encima la repulsa popular (tan peligrosa en un país donde casi cada mes hay elecciones) subiendo los impuestos o creando nuevos; por ello, el 83.6 por ciento de sus ingresos provienen del gobierno federal, mientras que sus ingresos propios apenas significan el 7.8 por ciento. Veracruz, incluso, está por debajo de ese promedio (debajo de 5%).
En el país, un secuestro cada tres horas
El terrorífico cálculo sobre incidencia de plagios en el país ha sido presentado por la organización Alto al Secuestro, que preside Isabel Miranda de Wallace: en promedio, en el país se produce un secuestro cada tres horas, y lo más grave, el 73 por ciento de estos delitos cometidos en México ocurren en siete entidades: Estado de México, Tamaulipas, Morelos, Guerrero, Distrito Federal, Veracruz y Michoacán.
En información ofrecida a medios de comunicación, este organismo civil asegura (con datos hasta septiembre, inclusive) que, en comparación con los primeros nueve meses de 2013, el delito de secuestro ha experimentado un alza de 36 por ciento.
Sus estadísticas riñen con las presentadas por el Sistema Nacional de Seguridad Pública, que se basa en las averiguaciones iniciadas y reportadas por las procuradurías estatales. Mientras Alto al Secuestro presenta un registro de 2,039 casos de enero a septiembre de este año, es decir, un promedio de 256 casos mensuales, el SNSP registra una media de 176 secuestros por mes.
¿Quiere usted saber, independientemente de los ciclos mes/año cómo le ha ido al presidente Enrique Peña Nieto en materia de secuestros durante su mandato? Entre el primero de diciembre de 2012 y el 30 de septiembre pasado, se han producido 5 mil 177 secuestros, de los cuales solo 4 mil 635 fueron denunciados, mientras que los 542 casos restantes fueron atendidos por alguna autoridad aunque no medió denuncia.
El 71 por ciento de los plagiados es varón; el 24 por ciento con edades que van de los 21 a los 30 años. La buena noticia es que, respecto a agosto, la cifra de secuestros disminuyó en un 2 por ciento, al ocurrir 178 casos.
Pese a ello, según la excandidata panista al Gobierno del Distrito Federal, a cuatro años de la entrada en vigor de la ley contra el secuestro, ninguno de los tres niveles de gobierno ha logrado establecer “un registro eficiente sobre el número de delitos” y es que, según Miranda de Wallace, eso es así porque no es una prioridad.
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