-Quería ser músico popular, tocar rock, acompañar a Luis Miguel y esas cosas, y la opción para ser músico profesional era estudiar música clásica
Dice Óscar Terán, actual bajista de Orbis Tertius, quien ha hecho una carrera en Xalapa que lo ha llevado a ser bajista eléctrico, contrabajista, jazzista, músico clásico, sonero, en fin, músico de tiempo completo.

 Por tu porte de venado y tu belleza de faisán…

Mérida, YucatánMe considero yucateco aunque en realidad no nací ahí, pero en Yucatán es pecado decir que no eres de ahí y de hecho no tengo ni ascendencia porque mi abuelo materno era catalán y trabajaba ferrocarriles, entonces tengo tíos que nacieron en Veracruz, tíos que nacieron en Yucatán, mi mamá nació en Tabasco, y por el lado de mi papá, él es del D.F. pero mi abuelo paterno es de Tamaulipas y la familia de mi abuela es de Monterrey, así que en realidad no tengo una raíz yucateca.
Cuando te preguntan cómo escogiste la música o el bajo yo digo que siempre he creído que más bien la música escoge a ti.
De niño, como vivía solo con mi mamá y mi hermana y mi mamá prácticamente trabajaba todo el día, el foco de enajenación que tenía en esos tiempos era solamente la televisión.
Creo que de alguna manera el ocio siempre fomenta la creatividad. Una prima tenía un piano y tomaba clases; yo iba a su casa y me ponía a jugar un tecladito de esos Casio que tenía, yo lo usaba como juguete, tendría unos 7 u 8 años, algo así. Ella tenía una maestra de piano, danesa, mi tío es danés y como mi mamá veía que me gustaba, me pagó unas clases de piano, después hice un berrinche para que me comprara un teclado y me lo compró.Piano
Empecé primero con otra maestra, pero como siempre sido desordenado y disperso, no avancé mucho. Como a los 10 años empecé a tomar clases con la maestra danesa y con ella sí empecé a aprender; se supone que me ponía piezas sencillas de clásico, para niños, pero también me ponía piecitas de ragtime y cosas así y de repente, por ejemplo, me decía mira, este es un acorde con séptima, un acorde con novena, y entre que no hablaba bien el español y yo no entendía, yo me frustraba, de hecho ni leía. Como niño te aprendes las cosas fácilmente; yo me aprendía las piezas y le hacía al cuento que estaba leyendo. A veces me ponía a improvisar, se ponía a hacer un walking con la pura pentatónica, con las negras y yo me ponía a tocar cualquier cosa.

Rockeros que tocan/ llenos de alborozo…

Luego me separé del piano y comencé a agarrar la guitarra y después me llamó la atención el bajo, en esos tiempos tocaba rock. Yo creo que casi todos, incluso músicos clásicos, le entraron por rock como Cecilio Perera, un yucateco que estuvo aquí y que ahora está en las grandes ligas.
BajoCuando me empezó a llamar la atención del bajo vendí el Súper Nintendo y me compré un bajo que hasta la fecha tengo, y con unos amigos de la escuela empezamos a tocar, hacíamos puro ruido, los vecinos sacaron una queja en el periódico (risas)
Ya después, en la prepa, sí tuve una bandita; tocábamos cover’s. Todo mi camino ha sido sin darme cuenta, de repente ya estoy involucrado porque no soy bueno para planear y para esas cuestiones de orden, de hecho mi vida ha sido muy desordenada, entonces ya estaba yo en tercero de prepa y me preguntaban:
-¿Qué vas hacer?
-Pues no sé, ahí veoJarana
Tenía un maestro al que le guardo mucho cariño, Cesáreo Chan, él dirigía la orquestita de la escuela y daba clases en los talleres de la escuela; él siempre me decía que tenía que irme porque en Mérida en esos tiempos no había absolutamente nada; estaba Bellas Artes, alguna escuelita de la Yamaha y ya, era impensable la música como una profesión. En Mérida, a pesar de ser un semillero de compositores, la tradición musical no le interesa a la juventud, no es como aquí que los chavos traen la jarana y andan picándole al son, allá la trova, salvo alguno que otro nerd, es cosa de los viejos. El yucateco, en general, está más pegado a Houston o a Miami que a su propia tradición.
Joel González, otro yucateco que ahorita está en Dinamarca y es una estrellota fue, de alguna manera, mi modelo porque tocaba el bajo eléctrico y yo era su fan.
A veces iba a la Orquesta de Cámara de la UADY, a tomar clases con la maestra Argelia, pero en esos tiempos incluso para mi mamá era impensable que yo fuera músico; hasta que termines la prepa, me decía

Baño de niebla

ContrabajoVine aquí al Primer Encuentro de Contrabajo, no tocaba nada, sólo hacía mis rolas en el piano, en la onda del progresivo. Recuerdo que estando en el encuentro fuimos al Tope y estaba tocando Lucio (Sánchez) con Michael (Hoaglin), me dijeron que él toca muy bien y me acuerdo que me eché un palomazo y me puse súper nervioso, toqué horrible y me dio un chorro de vergüenza
Saliendo la prepa me vine a Xalapa, quería ser músico popular, tocar rock, acompañar a Luis Miguel y esas cosas, y la opción para ser músico profesional era estudiar música clásica.
XalapaLlegué aquí y en ese momento me obligué a que me gustara el clásico, digo me obligué porque así es normalmente, por ejemplo si lees a Cortázar en la primaria o la secundaria, para valorarlo tienes que esforzarte un poquito para entrar en ese mundo y ya después lo disfrutas. En Mérida tenía en mi casa un disco de Jacky Terrasson (no sé cómo llegó ahí), yo lo escuchaba y decía qué feo; años más tarde escuché el mismo material y dije esto está increíble.
Entré a la carrera muy entusiasmado, en esos tiempos Xalapa era otra; estaba yo en una pensión en Guerrero, el baño estaba afuera y salía a tomar mi baño a las seis de la mañana, con la neblina y la llovizna.
Ahorita todos tienen bajo, pero en ese tiempo nada más había un bajo usable en la facultad, éramos ocho o nueve alumnos de Andrés Dechnik y todos teníamos nuestra hora; había una hora libre siempre, de ocho a nueve, era para el que la ganara, había que llegar temprano.

(CONTINUARÁ)

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