El debut, en el proceso electoral federal de 2015, de tres nuevos partidos políticos no representará ningún riesgo de extinción para las tres principales fuerzas políticas predominantes en la partidocracia mexicana –PRI, PAN y PRD–, pero sí les pueden significar algunas mermas en la votación que muy posiblemente incida en su número de diputados de mayoría relativa o de representación proporcional para conformar la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión.
Los que en cambio sí podrían quedar en riesgo de desaparecer son algunos partidos satélites del PRI y PRD con los que tradicionalmente han ido aliados: el del Trabajo (PT), Movimiento Ciudadano (MC), el Verde Ecologista de México (PVEM) y hasta Nueva Alianza (PANAL), pues con la reciente reforma electoral el porcentaje mínimo para salvar u obtener el registro partidista subió de 2 a 3 por ciento de la votación total válida.
Este nuevo requerimiento legal ha provocado que las fuerzas políticas emergentes y otras ya existentes estén propiciando o capitalizando los desprendimientos de algunos liderazgos y grupos de militantes que se sentían menospreciados, excluidos o que simplemente ya no estaban a gusto porque no avizoraban futuro político inmediato en los institutos a los que estaban afiliados.
En Veracruz, por ejemplo, el ex gobernador y líder fundador de Movimiento Ciudadano –anteriormente Convergencia por la Democracia–, Dante Delgado Rannauro, acaba de convencer y sumar a su partido al ex senador Rafael Ochoa Guzmán, ex priista, ex militante del PANAL y ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE).
Hasta hace poco, el ex diputado local Ulises Ochoa Valdivia, hijo de Ochoa Guzmán, era el dirigente estatal de Nueva Alianza y en 2012 contendió a la diputación federal como candidato del PVEM. Su otra hija, Zaira Ochoa, fue alcaldesa priista de Huatusco, y su yerno Isaac González Contreras fue diputado por ese mismo distrito electoral local. La semana anterior, José Francisco Pineda González renunció públicamente como secretario general del PANAL y anunció su incorporación al partido dantista.
Ayer domingo, al mediodía, en un hotel de la avenida Reforma, en la ciudad de México, se realizó el primer congreso nacional del Partido Encuentro Social (PES), cuyo dirigente Hugo Erick Flores Cervantes puntualizó que este nuevo instituto político está a favor del Estado laico, la preservación de los valores de la familia y de la refundación de la nación a través de la reconciliación de “todas las clases sociales” y de la pacificación.
Ante sus correligionarios, Flores Cervantes sostuvo que su pretensión es “dar un nuevo valor a la representación política, con líderes ciudadanos comprometidos a ayudar a los más pobres y a los más desprotegidos. Nuestra propuesta es tomar lo mejor de las clases sociales”.
Y tras demandar a los congresistas a “impulsar la cultura política”, les pidió firmar un acuerdo de once puntos, en el que resalta la defensa de la familia; buscar se procure justicia para los más desprotegidos, a quienes además tratarán con “amabilidad, respeto y compasión, y ser agentes de reconciliación”.
El dirigente nacional del PES recordó que luego de 12 años de estarlo intentando, por fin Encuentro Social logró el registro como partido político, por lo que en los próximos nueve meses y medio sus militantes deberán “esforzarse para lograr obtener más de tres por ciento de los votos emitidos en 2015 por la ciudadanía”. Los militantes del PES, dijo, “no están a favor del mesianismo ni del clientelismo político sino de la congruencia política”.
Pero lo interesante de este evento es que quienes rindieron protesta formal como presidente y secretario general, respectivamente, del Comité Directivo Estatal del PES son dos reconocidos ex priistas veracruzanos: uno es el ex diputado local y federal de Coatzacoalcos, Gonzalo Guízar Valladares, ex candidato también del PAN a la alcaldía porteña, y Juan José García Espinosa, ex funcionario federal de las secretarías de Salud y de Gobernación, quien entre 2011 y 2012 se desempeñó como director del Instituto de Formación Profesional de la Procuraduría General de Justicia del estado al lado del ex procurador Felipe Amadeo Flores, ex diputado local y federal por Huatusco, ex dirigente estatal del PRI, líder fundador de la asociación política estatal Vía Veracruzana y actual director general de Desarrollo Agrario en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (SEDATU).
Tanto Guízar Valladares como García Espinosa no sólo son políticamente muy afines a Amadeo Flores sino cercanísimos también al senador priista Héctor Yunes Landa, fuerte aspirante a la gubernatura de Veracruz en el 2016.
De ahí que habrá que estar atentos a la participación del PES en la entidad durante el proceso electoral federal de junio de 2015, ya que en caso de que lograra salvar su registro como partido político nacional seguramente buscará incidir también en la sucesión gubernamental de Veracruz al año siguiente.
Unidad priista
Por cierto, el poder de convocatoria de Elizabeth Morales como dirigente estatal del PRI y la unidad de los priistas de todo Veracruz quedó de manifiesto el sábado anterior en el marco del Consejo Político Estatal, acto en el cual rindieron protesta como consejeros los nuevos alcaldes y diputados locales.
Buen evento, con los legisladores locales y federales, alcaldes y ediles de los ayuntamientos, así como líderes de sectores y organizaciones del PRI que con el conjunto de consejeros electorales dieron color al encuentro que también sirvió como pasarela de aspirantes a las candidaturas del proceso electoral federal en puerta.
Reunión en la que el ambiente y el ánimo mostraban aires de unidad, de apoyo a sus líderes, de suma de fuerzas, la fórmula efectiva si aspiran a obtener buenos resultados electorales.
La propia Elizabeth lo dijo fuerte y claro: “estamos trabajando para unirnos y fortalecernos”. Y esta efectiva labor la realizan renovando sus estructuras, escuchando a la gente, además de respaldar las iniciativas y políticas públicas tanto del presidente Enrique Peña Nieto como del gobernador Javier Duarte de Ochoa.
No hay duda, de cara a las elecciones de 2015 el PRI está unido y esa unidad representa hoy un garbanzo de a libra entre el conjunto de partidos en la entidad.
Ya veremos muy pronto si los priistas son capaces de anteponer el interés superior del partido a sus aspiraciones personales o de grupo.