-Me latió mucho cómo tocaste, estás sonando muy bien, -le dijo Lucio Sánchez a Rolando Alarcón y lo invitó a participar en una audición para ocupar la plaza de baterista del Orbis Tertius; pese a competir con un baterista más experimentado, logró el puesto y está por cumplir 11 años en la agrupación.
Paralelamente ha participado en varios proyectos de jazz, tuvo un breve retorno al rock, y ha colaborado en muchas grabaciones fonográficas.
Tras casi 24 años en la música, Rolando Alarcón concluye, como tantos, que la verdadera escuela del jazz, está en los escenarios
… y el destino trazó el camino
El palomazo en que participé con Lucio Sánchez, coincidió con los cambios que se daban en Orbis Tertius; Javier (Cabrera) y Humberto (León) tomaban una descarga para hacer proyectos diferentes. Lucio me llamó a mi casa:
-Me latió mucho cómo tocaste, estás sonando muy bien
-Pues gracias, maestro, a todo dar
-Te quiero invitar al Orbis, ¿cómo ves?
-Claro, por supuesto que sí
Yo ya había tocado con Franco, con Jekk, y con Humberto, ya los conocía y ya me ubicaban. Después me dijo:
-¿Sabes qué?, va a ser una audición, va a ir otro chavo
Ensayaban en el antiguo cine San Bruno; en la sala grande estaba la sinfónica, y en un cubículo pequeño, el Orbis. Llegué y vi que el otro chavo era Dani Ávila y dije, “no, pues ya fue”, porque Dani tenía mucho más experiencia tocando jazz, de hecho ya había hecho suplencias en el Orbis, además, cuando yo entré a la facultad Dani ya llevaba más de la mitad de la carrera, entonces dije, “bueno, la experiencia de haber venido, ya nadie me la quita”. Yo llevaba papeles y todo lo que me había dicho Lucio.
Nos echamos dos o tres rolas cada quien, y ya sabes, te ponen tu examen y todos están con ojo de águila. Bueno, pues total, salimos de la audición y Lucio me dijo:
-¿A dónde vas?
-Pues voy al centro
-Súbete, te llevo
-Órale
-Oye, ¿traes los papeles?
-Sí
-Ah pues vente, acompáñame
-¿Qué onda?
-No, pues ya
-¿Neta?
-Sí
Y me quedé yo, y aquí sigo. Eso fue en el 2003, en septiembre cumplo 11 años.
Orbis Steps
Cuando entré al Orbis estaban Lucio, Miguel, Yekk, y Franco, y conmigo entró Manuel Viterbo; luego se fueron Yekk y Manuel, y entraron, si mal no recuerdo, Frank Forke, el guitarrista alemán, muy buen músico, y un percusionista panameño malísimo, lo estoy quemando, pero él se lo buscó (risas); estuvo creo que un año y sufrimos gacho.
Después salieron ellos dos y nos quedamos en cuarteto; Franco en el sax, Lucio en el bajo, Miguel en el piano y yo en la batería. Al poco tiempo se fue Lucio y entró Óscar Terán; seguimos trabajando a cuarteto un tiempo, tocando muchos temas de Franco y de Miguel, y grabamos el disco Changing, en el año 2008
Después se fue Franco e invitamos a Cristian Mendoza, el saxofonista chileno, y a Beto Cobos (guitarrista poblano); ese fue el nuevo Orbis. Estuvimos con esa formación como un año y grabamos el disco más reciente, Jazz Quinteto, en 2010, aunque se editó apenas este año.
Después se fue Beto y entró Felipe Fournier (percusionista especializado en el vibráfono), que también es un excelente músico y fue un gustazo tocar con él.
Después se fueron Felipe y Cristian, y entró Arodi Martínez (saxofonista), y se reincorporó Javi (Cabrera, percusionista) y esa es la formación actual.
Ha estado padre, hemos ido a festivales a Querétaro, Puebla, Monterrey, hemos ido al extranjero y a un montón de lugares.
En el Orbis es como todo, de repente los quiero estrangular, porque ya sabes cómo son las chambas, pero nos estimamos mucho y nos llevamos muy bien. Yo quiero mucho al grupo, porque esa ha sido mi escuela como jazzista. Sí, empecé a tocar con Alain, con Emiliano, y con otros amigos, y todo eso fue parte de mi formación, pero la escuela, escuela, la tallereada diaria y lo que nos ha mantenido y nos mantiene en forma, es venir aquí casi todos los días y estar tocando el género; y bueno, la experiencia de estar presentándonos en muchos lugares.
Grábatelo bien
Además del acoplado de grupos de rock, del disco con la Banda del Estado, y los dos discos de Orbis Tertius, he participado en otras grabaciones:
Hice una aparición, que eso fue, una aparición con el Código Postal. Fue uno de esos azares en los que llegas a un estudio y te dicen:
-Éntrale
-Pues órale
Toqué el djembé o la darbuka, no me acuerdo, y fue chistoso porque a mí se me olvido y años después, estando en casa de mis exsuegros, el señor es melómano y puso ese disco; me quedé escuchando y le dije: “oye, ese soy yo”
Con Lucio grabé el Caleidoscopio, en 2005
Hubo un disco de Manuel Viterbo que tampoco se editó, pero se grabó con Alonso Blanco en el piano, Rey David en el trombón, Aleph Castañeda en el bajo, Manuel Viterbo en la guitarra y yo en la batería; todos los temas eran de Manuel.
Otro se llamó Ensamble Caníbal, era un ensamble de improvisación total; ese sí de editó y fue un disco doble, fue un proyecto de Héctor Herrera.
Grabé cosas de música incidental para una película mexicana con Emiliano Marentes; grabamos en el estudio Caníbal, de Héctor Herrera
Participé en el disco de Ana Sánchez (vocalista) y Beto Cobos (guitarrista).
Participé en otro acoplado que se llamó Así fue, así será; era música de los Amorfos en diferentes versiones. Había muchas agrupaciones, yo participé en tres temas: uno con viola, violín y batería, estuvo chistoso porque sonaba raro; el otro no me acuerdo si fue quinteto o sexteto con músicos de esa generación, tocamos una rola más rockerona; y la tercera sí me gustó mucho, fue un tema de los Amorfos que se llama El último del mundo, esa la toqué con Beto Cobos en la guitarra, y Ana Sánchez en la voz.
Baby Come Back
Hace menos de un año volví al rock; estuve tocando en un proyecto que se llamó Camerina Rabasa, pero duró como medio año y se acabó. Estuvo padre la experiencia de regresar a los orígenes, pero en sí, lo mío es el jazz.
Últimamente he estado tocando mucho a cuarteto, con Óscar (Terán), Arodi (Martínez), y Bruno Esteban, el guitarrista español. Ese cuarteto está muy padre porque somos de la misma generación, entonces somos la misma flota de locos y nos hemos acoplado súper bien.
Y nada más, / y nada más…
El escenario la verdadera escuela del jazzista, así empezó el jazz, en la congaleada, y esa ha sido mi escuela.
Llevo aproximadamente 24 años en este rollo; no me considero un baterista académico, definitivamente, ni versátil; lo mío fue el rock en un principio, y ahora es el jazz.
Y eso es lo que, en resumidas cuentas, he hecho.
CONTACTO DE FACEBOOK CONTACTO EN G+ CONTACTO EN TWITTER