Este miércoles, en las instalaciones de la Universidad Anáhuac, el Ayuntamiento xalapeño, conjuntamente con la Asociación de Hoteles y Moteles, hará el lanzamiento, ante operadores y prestadores de servicios turísticos locales y nacionales, del destino Xalapa La Región, un concepto integrador de las diversas ofertas de que dispone la capital veracruzana y una decena de municipios que se entrelazan en rutas, gastronomías, festividades, acontecimientos culturales, edificios históricos, paisajes, diversos tipos de vegetación, ríos, montaña y playa.
Este esfuerzo nacido de una alianza estratégica de los hoteleros con las autoridades municipales de Actopan, Alto Lucero, Banderilla, Coatepec, Emiliano Zapata, Jalcomulco, La Antigua, Naolinco, Perote, Teocelo, Úrsulo Galván, Xalapa y Xico, podría constituirse en un modelo exitoso para que lo adopten otras regiones de la entidad que, contando con argumentos para atraer el turismo, prácticamente han estado abandonadas por el secretario de Turismo y Cultura, Harry Grappa, quien ha sobresalido como mero elemento decorativo (y ya sabemos que eso poco se le da).
En efecto, regiones como Los Tuxtlas, en el sur del estado, y Costa Esmeralda, en el norte, podrían convertir sus debilidades políticas en fortalezas turísticas, saltándose una instancia, la estatal, que apenas tiene recursos para sus programas normales, orientados a zonas turísticas de playa, principalmente en la zona conurbada de Veracruz-Boca del Río.
Ahora que el verano ha comenzado y que en los próximos días y semanas tendremos un movimiento turístico importante, bien valdría la pena que municipios fuertes tomaran el liderazgo de sus regiones para competir por el pastel de las divisas que deja el turismo, aunque para ello deban hacer gala de su ingenio, capacidad de cohabitación política con autoridades municipales vecinas, audacia para negociar con autoridades turísticas federales (las locales no tienen ni para papel membretado) y un trabajo de recopilación de información sobre las diversas ofertas turísticas.
En Costa Esmeralda, liderazgo de Rolando
En el caso de Costa Esmeralda, el alcalde de Martínez de la Torre, Rolando Olivares Ahumada, se apuntaría un diez en su ya exitosa administración municipal si, gracias a su extraordinario instinto político y empresarial, logra crear una sinergia regional para apuntalar a la región en una importante imán turístico.
Para ello tendría que establecer mecanismos de diálogo con los alcaldes de los municipios de Atzalan, Tlapacoyan, Misantla, San Rafael, Nautla, Vega de Alatorre, Gutiérrez Zamora, Tecolutla y Papantla, del lado de Veracruz, y la posibilidad de establecer lazos de colaboración con los municipios poblanos de Teziutlán y San José Acateno, que también tendrían beneficios si en conjunto se ofrecen alternativas como turismo de montaña, turismo rural, turismo de aventura y turismo cultural y antropológico.
Hace tiempo que los directores de turismo de los ayuntamientos de la región (ahí donde los hay) ven este aspecto desde su muy propia territorialidad. En la anterior administración municipal en Martínez, por ejemplo, el responsable del área justificaba su pereza señalando que ese municipio no cuenta con playas ni con ciudades prehispánicas, amén de que no existen festividades antiguas con rasgos culturales propios, más allá de ferias y carnavales.
Sin embargo, la ciudad de Martínez de la Torre está llamada a convertirse en el centro logístico del turismo regional, el que dé soporte hotelero y gastronómico a miles de turistas que, dada la incipiente oferta en la zona costera, no hallan habitaciones para alargar su estancia; además de que tiene capacidad instalada en materia de servicios bancarios y de telecomunicaciones, entre otros.
Esta zona turística cuenta con ciudades prehispánicas y coloniales, importantes áreas de turismo de aventura, fiestas populares y carnestolendas, enormes plantaciones agrícolas para turismo rural, la herencia cultural de las migraciones italiana y francesa del siglo XIX, inquietantes paisajes de montaña, ríos y cascadas, más de 100 kilómetros de playa y una gastronomía propia, entre otras riquezas.
Si se decidieran, las autoridades municipales podrían enfocar de mejor manera su propio desarrollo en el contexto regional, porque no solo les une el aspecto turístico sino también vocaciones productivas como citricultura, pesca, ganadería, plátano y una serie de nuevos productos agrícolas como litchi y hule, entre otros.
Otro municipio que podría despegar junto con su región es San Andrés Tuxtla, cuya riqueza turística nadie puede poner en duda (salvo la Secturc). Por desgracia, el alcalde Manuel Rosendo Pelayo está más interesado en mejorar su situación económica y en fortalecer al próximo candidato a la diputación federal, que incluso ha favorecido la expoliación de la riqueza natural de su municipio, en lugar de impulsar realmente al turismo. Sus sueños guajiros se centran en construir un teleférico.
Xalapa se decanta por su vocación cultural
En el marco del destino Xalapa La Región, que se presentará esta semana, la ciudad de Xalapa le apostará por fin a lo que la ha hecho famosa en el país y en el mundo: el turismo cultural.
Luego de varios ayuntamientos cuyos alcaldes quisieron hacerle al ensarapado inventando nuevas vertientes, como el turismo religioso, parece que el actual se ha convencido de que lo que más le da brillo a la ciudad es su muy intensa actividad cultural, que se soporta en escuelas y universidades que forman a músicos, actores y artistas plásticos, y a la Universidad Veracruzana, que no solo forma sino también divulga la cultura y las artes.
En efecto, Américo Zúñiga habló del destino Xalapa La Región y dijo que se busca impulsarlo en el país y el extranjero como un rico mosaico de atractivos turísticos.
¿Qué aportará Xalapa? El alcalde ha definido que, en ese marco, se promueve a Xalapa ya no como la Atenas veracruzana sino como la Atenas de México, “como un espacio de recreación cultural, de turismo histórico, de Haciendas, de turismo religioso, que bien puede combinarse con el turismo de aventura que ofrece la región”.
Y añadió: “Atenas de México significa hacer de éste un nido del conocimiento, de la cultura, del arte y las libertades y del turismo religioso, del turismo de aventura e histórico, en el que Xalapa participará junto con otras ciudades del país como destinos que no se pueden perder el turismo nacional e internacional”.
Un reconocimiento a las Asociación de Hoteles y Moteles, cuyo joven presidente Reynaldo Quirarte fue arquitecto de esta propuesta que en breve se echará a andar, gracias a que en el ayuntamiento se topó con otro de su generación, Américo Zúñiga Martínez.
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