Es verdad que al menos en dos ocasiones se han hecho públicos sus encuentros; también, que solo en el primero de ellos, realizado en Martínez de la Torre el pasado 9 de mayo, se dieron a conocer los temas de sus conversaciones, que el hecho de gobernar entidades vecinas con problemáticas comunes les obligaría a multiplicar sus conversaciones, pero ya la prensa del altiplano empieza a dar por hecha una alianza entre los gobernadores de Veracruz y Puebla, Javier Duarte de Ochoa y Rafael Moreno Valle.

Lo que llama la atención es que no coinciden en partidos políticos (uno es priista y panista el otro) y que, por supuesto, los caminos de cada quien marchan en direcciones completamente distintas.

Solo habría que señalar que el gobernador camotero está intensificando su exposición mediática porque quiere ser la carta blanquiazul para la elección presidencial de 2018, y que el jarocho tiene por delante menos de tres años de gobierno y un complicado proceso de sucesión. ¿O es que hay algún elemento que pone en común ambas circunstancias?

Parece que sí. Al menos en la percepción del periodista jalisciense Salvador García Soto, en su columna Serpientes y Escaleras en el diario 24 Horas de la capital del país, ya define el pacto como “La alianza del oriente”, cuya más reciente manifestación habría tenido como escenario la casa de gobierno en la capital poblana, donde ambos mandatarios vivieron las emociones del partido Brasil-México el 17 de junio.

Miguel Ángel Yunes Linares, enemigo común

La alianza estratégica de ambos mandatarios parece tener miras futuristas, y García Soto lo desvela a raíz de la fotografía publicada en redes sociales y medios de comunicación, donde ambos aparecen sonrientes. “La foto no hubiera pasado de ser algo anecdótico entre dos gobernadores, vecinos y amigos, pero la coyuntura política, tanto del PRI como del PAN, la ubican como un fuerte mensaje político de acercamiento entre los dos mandatarios”, señala el columnista.

Según su percepción, dos hechos pueden considerarse claves para entender esta alianza de estados que dominan el oriente de México: las aspiraciones presidenciales de Rafael Moreno Valle por el PAN y la enorme aportación de votos de ambos estados que, juntos, representan el 14 por ciento de la votación nacional (más de 12 millones: siete de Veracruz y cinco de Puebla).

“Pero si bien esa alianza tiene tintes futuristas, es la coyuntura actual lo que la explica mejor. Al acercarse a Javier Duarte, Moreno Valle no sólo busca a futuro consolidar un corredor de votos en el oriente para su proyecto al 2018, sino que justo ahora busca extender su fuerza dentro del PAN a un estado que es clave para el panismo nacional y en donde Duarte y Moreno tienen un enemigo común: Miguel Ángel Yunes Linares”.

El periodista señala lo que acá es consabido: que el clan Yunes es una de las fuerzas que controlan el PAN estatal y que disputaría la posición que hoy ocupa el PRI de Duarte.

Aunque aparentemente el más beneficiado sería Moreno Valle, pues desde que vino a Martínez de la Torre, en días previos a la elección del presidente nacional del PAN, buscaba recuperar para Gustavo Madero la desperdigada fuerza panista de esa región, lo cierto es que para Javier Duarte representaría un impulso importante para desactivar la fuerza de Yunes Linares al interior del blanquiazul.

¿Cómo lo aprecia Salvador García Soto? Leamos sus comentarios:

“El gobernador veracruzano, por su parte, sabe que a él le conviene debilitar al grupo de Yunes y permitir que, en la estructura panista gane fuerza el grupo de Moreno Valle, pues en las últimas elecciones Miguel Ángel Yunes fue el culpable del espionaje telefónico que puso a Duarte en la mira cuando delegados federales de la Sedesol, cercanos al gobierno estatal, fueron grabados mientras armaban una red para desviar los programas sociales a favor de los candidatos del gobernador Duarte.”

Y añade algo preocupante en términos de las posibilidades de apoyo del gobierno federal a Veracruz:

“Javier Duarte sabe, desde que inició el sexenio de Enrique Peña Nieto, que él no es santo de la devoción de Los Pinos y que en los peñistas más cercanos, como el secretario de Gobernación, Miguel Osorio, no le perdonan que en su estado Peña haya perdido la elección presidencial del 2012 y la haya ganado la panista Josefina Vázquez Mota. Así que, en una coyuntura donde no es bien visto por el grupo dominante en el PRI, el gobernador veracruzano busca un aliado que le pueda proteger en el futuro como Moreno Valle”. ¡Ups!

En juego, la elección interna blanquiazul

Lo interesante es cómo va a reaccionar Gustavo Madero ante esta alianza, sobre todo en momentos en que se prepara la elección del dirigente estatal panista, cuya convocatoria había sido retrasada por el CEN del PAN. Sobre ese punto, el periodista señala:

“Hay quien piensa que la reacción del PAN nacional, ante el acercamiento Moreno Valle-Duarte, podría ser suspender la elección de dirigente panista en Veracruz y, con el pretexto de que no hay condiciones, nombrar a un delegado del CEN para que se encargue de ese estado, lo cual favorecería a Miguel Ángel Yunes y al propio Madero, pero le cerraría el paso a los planes de expansión y control del gobernador de Puebla”.

Como quiera que sea, el actual dirigente estatal del PAN, Enrique Cambranis, ya dijo que esta semana aparecerá la convocatoria para el proceso encaminado a elegir a su sucesor, cuya conclusión está prevista para el próximo 30 de agosto. Por lo pronto, esta alianza lleva mensaje para ambos partidos.

Acabó el plazo para armonizar leyes electorales

Aunque se planteó el último día de junio como el plazo fatídico para que todos los estados armonizaran sus leyes electorales a la nueva legislación federal en la materia, tres estados de los 17 que en 2015 tendrán comicios locales no lo hicieron: Jalisco, Nuevo León y Tabasco.

¿Por qué no lo lograron? Por diferendos entre los principales partidos, que no han llegado a acuerdos en puntos que ellos consideran clave, cono es el tema de las candidaturas comunes, los requisitos para que los partidos conserven su registro y cómo obtener escaños en el congreso local.

Todo parece indicar que el PAN ha aprendido la lección que le dejó el Pacto por México y ha tratado de condicionar sus votos a cambio de puntos que, en muchos casos, no tienen que ver con la reforma en sí, mientras que el PRI trata de bajarle a los requisitos de la legislación federal en cuanto al porcentaje de votos para lograr lugares en el Congreso, como en el caso de Jalisco.

Y es la falta de acuerdo entre el PRI y el PAN sobre candidaturas comunes lo que hizo que los legisladores tabasqueños reventaran la sesión el lunes pasado.

Hay que tomar en cuenta que la nueva Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales (Legipe) establece que el próximo proceso electoral comenzará en la primera semana de octubre de 2014.  Por fortuna, previendo este retraso, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova (cuyo padre, Arnaldo Córdova, extraordinario investigador de las ciencias sociales, acaba de fallecer esta semana), dijo la semana pasada que este plazo se puede extender hasta el 7 de julio.

Ya veremos qué sucede en los próximos días, antes de que concluya el nuevo plazo fatal.

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