¿A cuántos, de los casi ocho millones de veracruzanos, les interesará realmente si se reforma la Constitución Política del estado para homologar en el año 2018 la elección de gobernador con la de Presidente de República? ¿Por lo menos a la mitad? ¿A un tercio de la población?
La pregunta se hace porque en el transcurso de esta semana algunos actores políticos, con ínfulas de mesías, han estado abordando este asunto como si en verdad fuera de vida o muerte para los sufridos habitantes de esta entidad, cuyas prioridades y preocupaciones son otras muy distintas: la pobreza, el desempleo, la inseguridad, la complicada reforma fiscal y hasta la suerte del seleccionado mexicano de futbol, cuyo partido crucial no fue el que empató a cero goles con la poderosa escuadra de Brasil sino el que protagonizará el próximo lunes con los croatas que anteayer le metieron cuatro tantos al representativo de Camerún despachándolo de una vez para su casa.
Si en estos momentos se hiciera una encuesta, seguramente la mayoría de los entrevistados ni siquiera podría responder qué tema es el que se debate. Y, de saberlo, ¿deveras les despertaría más interés que el desempeño que el santificado portero mexicano Memo Ochoa pudiera tener ante los artilleros de Croacia?
La pretensión de reformar la Constitución local para acortar a dos años el período del próximo gobernador y así empatar a partir de 2018 las elecciones del Ejecutivo del estado y la presidencial es, hasta ahora, un asunto que mediáticamente empezaron a mover los diputados locales del PAN y los dirigentes del PRD y Movimiento Ciudadano.
En cambio, pese a las puyas de quienes la buscan provocar para que tome partido a favor o en contra de identificados intereses personales o de grupo, la presidenta del CDE del PRI, Elízabeth Morales, muy prudentemente, como dirigente del partido en el poder, ha evitado enredarse en este polémico asunto.
Y es que, en realidad, esta propuesta de la oposición repercutió en los medios de comunicación por la reacción en cadena de algunos obsesivos y desesperados aspirantes del PRI y PAN a la gubernatura que de manera encubierta andan ya en precampaña para suceder al gobernador Duarte de Ochoa en diciembre de 2016, y a los cuales no les apetece en lo personal un mandato de sólo dos años. Todos quieren sexenio completito.
Y, en el colmo de su berrinche, se han atrevido hasta inculpar –uno de manera directa y otros a través de sus voceros y panegiristas– al mandatario veracruzano de pretender reformar la Constitución Política del estado con el avieso fin de descarrilar las aspiraciones no sólo de su más feroz detractor sino hasta las de sus propios compañeros de partido, motivo por el que el gobierno del estado ha tenido que salir al paso para definir su postura y aclara malos entendidos.
Anteayer, por ejemplo, la oficina del vocero duartista Alberto Silva emitió un comunicado oficial en el que se puntualizaba lo siguiente:
“En respuesta a declaraciones que buscan confundir a la opinión pública con respecto a iniciativas en materia electoral, presentadas por diversas fuerzas políticas en el Congreso local, el Gobierno de Veracruz hace las siguientes precisiones:
“El C. Gobernador del Estado, Javier Duarte de Ochoa, envió una iniciativa de reforma al Congreso local con el único objetivo de armonizar las leyes electorales de la entidad con las Reformas Constitucionales en materia político-electoral que, por consenso de las fuerzas políticas representadas en el Congreso de la Unión, se dieron en el marco del Pacto por México.
“Las iniciativas de Reforma Constitucional para adecuar los procesos electorales locales –a saber, Gobernador, Diputados locales y ediles de los ayuntamientos– fueron enviadas al Congreso local por el Partido Acción Nacional, Movimiento Ciudadano y por el Partido de la Revolución Democrática, de acuerdo a lo expresado por estas fuerzas políticas, y que es del dominio público. Su interés es hacer concurrentes los procesos electorales locales con los federales, con el ánimo de reducir los costos de la democracia mexicana.
“El Gobierno del estado reitera su postura de ser respetuoso de las distintas expresiones políticas electorales que se manifiestan en toda la entidad, toda vez que es parte de la cultura democrática y abona a favor de la gobernanza que mandata a las instituciones republicanas”
Así que “no se hagan bolas”, como diría un innombrable ex Presidente de la República que, por cierto, pasó a la historia como gran reformador.
Érika, movidísima
Muy dinámica anda Erika Ayala Ríos. Y es que la senadora suplente y dirigente del Sindicato Único Independiente de Trabajadores del COBAEV acudirá a una reunión que presidirá el próximo lunes en la Ciudad de México Ramiro Álvarez Retana, quien es coordinador nacional del Servicio Profesional Docente. Dicho encuentro se efectuará a las 12 horas en la calle de Brasil número 31, en el Centro Histórico del DF. Erika cumple no sólo con tareas que benefician a sus agremiados, sino también en favor de las mujeres, hombres y niños de Veracruz. Bien.