Luego del triunfo de la selección brasileña de futbol sobre la de Croacia, en que muchos hemos visto cierta tendencia a beneficiarla, pese a que en teoría no necesita de ese tipo de ayudas, pareciera que los diputados y senadores tendrán que apresurar el paso para que la discusión sobre las leyes secundarias de las reformas energética y de telecomunicaciones no los agarre sin el velo de la ‘pasión mundialista’.

Millones de mexicanos, incluidos los legisladores, estarán absortos hoy con el partido que enfrentará México contra la selección de Camerún, de cuyo resultado podrá arriesgarse algún pronóstico sobre su cita fuera de la fase de grupos.

Sus jugadores no solo tienen la presión de dar una alegría a millones de aficionados sino, además, asegurar que al menos habrá un juego más, independientemente de los pactados con Camerún, Brasil y Croacia en la fase de grupo, y con ello, las televisoras mexicanas y sus millonarios patrocinadoras tengan tiempo de llenar sus cuentas bancarias gracias a la explotación de una ilusión que nunca cuaja.

A la ayuda arbitral al equipo anfitrión, al que se le obsequió con un penal evidentemente inexistente, además de otras omisiones del silbante japonés, lo que también pudimos ver fue a un equipo croata realmente impetuoso, enjundioso y riñonudo que puede causarle fuertes dolores de cabeza a la selección mexicana en su último partido del grupo.

De manera que, independientemente de que ya están retrasados nuestros legisladores, las cámaras del Congreso de la Unión tendrán que apresurar el debate y aprobación de las leyes secundarias, porque en cuestión de una semana, si el fracaso deportivo se da como todos prevemos, la atención del ahora aletargado mexicano se dirigirá al trabajo de los legisladores y es posible que no precisamente en términos positivos.

Más que por motivos deportivos, los seleccionados mexicanos deben asegurar ya no el imposible ‘quinto partido’, sino incluso un partido más de los programados, para darle capacidad de maniobra al complicado legislador que ya se ha acomodado los horarios de sesiones hasta para disfrutar este viernes del primer partido de los pupilos del Piojo Miguel Herrera.

Se retrasan las leyes secundarias

Del retraso de las discusiones sobre las leyes secundarias en los recintos legislativos habla muy bien la decisión anunciada ayer por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) de postergar la licitación de 246 frecuencias para dos nuevas cadenas de televisión abierta.

En teoría, dicho proceso se realizaría los días lunes 16 y martes 17 de junio; sin embargo, la falta de leyes secundarias de la reforma en ese sector ha obligado a retrasarlos hasta el 2 y 3 de septiembre. Sin ellas, “no existe certidumbre sobre algunos aspectos que pueden incidir en el plan de negocios de los interesados”.

Gracias a ello, no será sino hasta el 25 de marzo de 2015, a más tardar, cuando se conozcan los nuevos operadores de televisión abierta, lo que por supuesto es música para los oídos de los preponderantes Televisa y TV Azteca.

Por desgracia, todo los proyectos del gobierno federal se están retrasando: se ha retrasado el apagón analógico, que tomará todavía un año más para hacerse realidad; se han postergado los supuestos beneficios de la reforma fiscal, por lo que ni este ni el próximo año podremos ver un crecimiento importante en la economía mexicana y, por el contrario, la veremos contraerse.

Tampoco estarán a tiempo, si los congresos estatales no legislan antes del 30 de junio, la reforma político-electoral, que tanto urge a los panistas; y es posible que muchos de los sueños modernizadores del presidente Peña nunca lleguen, porque se les ha quitado el filo en los debates parlamentarios.

Y es que ayer, mientras Brasil lograba su polémico triunfo, los senadores decidieron darse un receso mundialista para ver el primer partido del Mundial de futbol, un receso de poco más de tres horas, justo cuando analizaban los proyectos de dictamen de la nueva ley de hidrocarburos, las modificaciones a las legislaciones de minería, inversión extranjera y de asociaciones públicas privadas.

Un receso que hoy muy temprano seguramente se repetirá, si no contemplaron reiniciar los trabajos hasta una hora posterior a la celebración del partido México-Camerún.

Muy difícilmente, con la desastrosa clasificación de último momento, México hará un papel mejor como para alcanzar los octavos de final y alcanzar después colocarse entre los ocho mejores del mundo.

Desde 1994, México ha caído en todos los mundiales en los octavos de final; en Estados Unidos 1994 sucumbió ante Bulgaria, cuatro años después, en Francia, cayó ante Alemania; en el mundial Corea-Japón, perdió ante su rival de Concacaf, Estados Unidos, haciendo más dura la derrota y, en los sucesivos mundiales de Alemania 2006 y Sudáfrica 2010, cayó con el mismo cliente, Argentina.

Hoy veremos qué posibilidades hay, al menos para jugar el cuarto partido, para dar oportunidad a nuestros legisladores de trabajar en lo oscurito.

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