Óscar Stagnaro, bajista peruano, es conocido principalmente por su trabajo con el grupo de Paquito D’Rivera, pero su trayectoria va mucho más allá: ha colaborado con muchas figuras del jazz latino, del jazz fussion y de otros géneros musicales. Tiene, además, una larga trayectoria en la docencia: ha trabajo en Berklee College of Music, desde 1979, ha impartido seminarios por todo el mundo, es fundador de la Asociación Latinoamericana de Escuelas de Música y forma parte de muchos otros proyectos educativos. Ha estado muchas veces en Xalapa, la más reciente fue el mes pasado, cuando a vino a impartir un par de clases maestras, y a ofrecer un concierto, invitado por la escuela de música Enlace, que dirige Ángel Luis Guerrero. Aquí hicimos la invitación; al terminar sus actividades, platicamos con él.

Del puente a la alameda…

Cuando yo tenía 14 años vivía con mi papá y mi hermano (porque mis papás se separaron cuando yo tenía tres años) en una ciudad que se llama Ica, que está al sur de Lima; ahí mi papá compró una guitarra de cajón, pero la tomó mi hermano, él fue músico antes que yo. Yo no tenía intenciones de hacer música porque la fama del músico en Perú es muy mala: es borracho, drogadicto, todo lo peor.

Lima, Perú
Lima, Perú

Al año siguiente regresamos a Lima donde hice los dos últimos años de la escuela secundaria. Conocimos amigos en el barrio y con ellos empezó a tocar mi hermano. Se juntó con otro que tocaba la guitarra; mi hermano tocaba la primera guitarra, este amigo la segunda guitarra y faltaba un bajo, entonces mi hermano empezó a animarme para que yo lo tocara; no teníamos plata pero conseguimos una guitarra de cajón muy mala, y ahí empecé a tocar el bajo, en una guitarra acústica.
Las primeras influencias que tuvimos fue la música de Los Ventures, música instrumental. Empezamos a tocar en trío, sin percusiones, sin batería ni nada porque no teníamos plata, ese grupo se llamaba Los Sailors. Yo tenía un amigo en el Partido Aprista que nos invitaba a tocar a las reuniones del partido, ahí empezamos. Eso fue cuando mi hermano tenía como 14 años y yo 15, soy un año mayor que él; luego mi papá le compró su primera guitarra eléctrica, una Clira, que era una guitarra alemana muy barata; después, no me acuerdo cómo, compramos un bajo Clira, un bajo violín. Conseguimos un baterista que vivía a la vuelta de la casa y formamos otro grupo que se llamó Los Frutos. Con este grupo también tocábamos música instrumental, no me acuerdo exactamente cuál era el repertorio, pero eso era.

Frutos Elementales

Con Los Frutos empezamos a viajar y a hacer varios trabajos, y pudimos comprar equipo. Después formamos otro grupo, ya más moderno, que se llamó
Elemental Music Group; ahí tocábamos música de Santana y cosas de rock. En esa época recién se había inventado el cassette, pero no teníamos dinero para eso, entonces mi hermano sacaba las piezas de la radio. Así sacó Samba pa’ ti y toda esa música.

Elemental Music Group
Elemental Music Group

Después empezamos a tocar con una orquesta de baile de un argentino que se llamaba Domingo Rulo; la orquesta tocaba media hora y después nosotros tocábamos todas las piezas de rock que estaban en la radio. Teníamos muchísimo trabajo con esa orquesta. Él tenía una tienda de música que se llamaba La Casa de Rulo y ahí compramos los instrumentos y el equipo. Luego mi hermano empezó a tocar con varios grupos de rock pero, antes, cuando yo tenía 17 años y él 16, empezamos a tocar en un club para adultos que se llamaba El Dragón; era un sitio muy misterioso, cuando tocábamos no nos enfocaban la cara, sólo nos enfocaban del cuello para abajo, porque era un night club y si veían que éramos menores de edad les metían una multa. Cuando mi papá se enteró, sacó el alma y yo dije, no más música y me metí a la Universidad Villareal a estudiar ingeniería industrial. Estuve estudiando dos o tres años, pero estando ahí me volvieron a llamar para tocar en ese club. Me salí de la universidad y regresé a tocar a El Dragón; tocaba de 9 de la noche a 2 de la madrugada, seis noches por semana. Estuve dos años ahí, tocando rock, y con eso compré mi equipo, un equipo malísimo, pero con ese toqué.

Agua de Lima con Azúcar Negra

En el 72 entré al conservatorio y, al mismo tiempo, empecé a tocar en grabaciones, a través de un amigo baterista; en esa época ya tocábamos más.Black Sugar
El conservatorio de nosotros no tenía infraestructura de nada; yo no iba a las clases de contrabajo, asistí a dos o tres, porque el tipo se quedaba dormido en las clases. El tipo me veía que iba a las otras clases y no iba a la de él y decía, “¿por qué no vienes a mis clases?”; nada, el tipo no enseñaba nada. Era el cuarto contrabajo de la sinfónica, no, fatal. En el conservatorio aprendí a leer música y aprendí armonía, pero el contrabajo lo estudié por mi cuenta; compraba libros, estudiaba jazz y todo eso juntándome con otra gente que tenía el material.

Jaime Delgado Aparicio
Jaime Delgado Aparicio

En el 75 terminé el conservatorio y formamos otro grupo que se llamó Lima Contemporánea.
Después empecé a tocar con Black Sugar, un grupo muy famoso allá. Éramos como 15 y tocábamos todo tipo de música, especialmente tocábamos piezas de Chicago, de Blood, Sweat and Tears. Hacíamos conciertos pero también hacíamos bailes, tocábamos salsa y de todo. Ese grupo era el núcleo de una orquesta grande que se llamaba Orquesta Contemporánea de Jaime Delgado Aparicio, que es uno de los primeros personajes de Perú que fue a estudiar a Berklee, es pianista. Era una orquesta con cantantes, cuerdas y todo eso, era muy interesante, y con esa orquesta se hacía un concierto al año para beneficio de los niños enfermos de tuberculosis del Hospital San Juan de Dios.
Eso era lo más famoso que había en Lima, acudía toda la high society. Toqué en cinco o seis conciertos de esos.

Arquitecto: mi propio destino

Es increíble cómo el destino acomoda las cosas. Nosotros estuvimos en un régimen militar de 1969 a 1979, en esa época no se podía salir del país, no daban visa a nadie. Mi esposa, que era mi novia, se fue para Estados Unidos en febrero del 78 y yo le dije que en marzo nos veíamos allá, pero me demoré un año en llegar porque cuando fui a aplicar visa, me pidieron plata, me pidieron cuentas de banco y yo no llevaba nada, no iba preparado.

Teatro Municipal de Lima, Perú
Teatro Municipal de Lima, Perú

La segunda vez fue un año después, ya llevaba documentos, llevaba el título de propiedad de la casa, todo falsificado por supuesto, pero me arriesgué. Tuve la suerte de que una semana antes había tocado con esa orquesta contemporánea en el Teatro Municipal, que es el más grande de Lima; el cónsul que me tocó, que era un moreno, me preguntó: “¿y a qué vas a Estado Unidos?”, “yo soy músico, quiero ir a comprarme equipo”, le mentí. “Ah –dijo- ¿y con quién tocas?” “Pues yo toco con la Orquesta Contemporánea de Jaime Delgado Aparicio –le contesté; “yo estuve la semana pasada en el concierto del Teatro Municipal”, me dijo, y nos pusimos a conversar del concierto. -Entonces, ¿quieres ir a Estados Unidos? –Sí, quiero ir a Miami a comprarme equipo. -No hay problema, me dijo, y me dio la visa por un mes, y yo no regresé más. Esa es la historia de cómo llegué a los Estados Unidos.

(Continuará)


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