La escuela de música Enlace, la fusión del jazz con el son jarocho, la música llanera y otros géneros latinoamericanos, y el retorno al funk, son los ingredientes de esta entrega final. Le dejamos la palabra al Ángel Luis Guerrero:
Enséñame, enséñame a ser feliz, como lo eres tú…
Al final de una clase de los seminarios, el maestro Óscar Stagnaro me preguntó: “oye, Ángel, ¿tú no das clases?”. “no, maestro, le dije, yo di clases un tiempo pero luego me desesperé porque los alumnos son muy inconstantes y a mí me enoja eso”. Me ofreció unos libros y mi cabeza empezó a girar en torno a la educación musical, y empecé a interesarme por la pedagogía.
Así empezó otra etapa en mi carrera musical; empecé con la idea de hacer una escuela en la que se enseñara música popular, latin jazz, salsa, funk y pop, pero con las bases del jazz, un tanto como la línea de Berklee; eso era lo que yo había visto, lo que me llamaba la atención.
Eché a andar mi escuela con el mismo nombre del grupo, Enlace, un poco antes de que empezara JazzUV a dar diplomados; no recuerdo en qué año fue, pero empecé un mes o dos antes; hemos ido paralelos.
La escuela sigue siendo un proyecto; tengo lo que tiene que tener una escuela: clases y alumnos, pero todavía no está reconocida oficialmente.
Somos tres maestros: Israel Valencia, saxofonista, que da clases de sax y flauta; mi esposa Smirna Prieto da percusiones, canto y batería a iniciadores, y yo doy clases a pianistas y guitarristas iniciadores, y a bajistas.
Nuestra visión no sólo abarca la formación musical sino que también pretendemos utilizar la música como un medio para la integración familiar, para prevención de adicciones y como terapia. La música ayuda a muchas cosas como la coordinación, la disciplina, etc.; por eso no ponemos un límite, ni de edad, ni de capacidad; si el alumno tiene mucha capacidad, qué bien; si tiene mediana capacidad, qué bien; si no tiene mucha, entonces tendremos que ir a su paso. No trabajamos solamente con personas que quieran aprender música en el sentido profesional; también aceptamos gente que vea la música como una formación, una manera de ser mejor persona.
La mayoría de nuestros alumnos son menores de 19 años. Tenemos muchos niños, eso se dio de manera natural; no era nuestra intención, no lo hicimos premeditadamente, pero se empezó a dar así y ahora la gente nos ubica como escuela infantil, incluso el maestro Óscar Stagnaro un día me presentó con un maestro de una escuela de México que se llama Red Música, le dijo, “mira, él es Ángel Luis, él da clases a niños”
Una vez me invitaron a dirigir a la orquesta infantil de Acatlán, Son de Acá, en la Cumbre Tajín. De ahí surgieron algunas relaciones con ellos: preparamos a una niña de esa orquesta para que entrara al CIMI; está muy chiquita, pero es muy talentosa y ya está despuntando, va a ir a concursar a Monterrey con la orquesta de flautas. Ahora tenemos un alumno que salió de esa misma orquesta, muy bueno; ha estado trabajando con nosotros y ya va a presentar examen para la Facultad de Música.
También nos ha tocado preparar gente para JazzUV, para el examen de los cursos preparatorios y para la carrera. Preparé a un guitarrista y a un bajista; el bajista se llama Alejandro González y ya está estudiando en Berklee.
Estamos en el inicio del proyecto y vamos creciendo poquito a poco, pero muy entusiasmados y contentos.
New Sound
Además de la escuela, actualmente tengo dos proyectos musicales. Uno es el Nuevo Son Trío, con Kevin Zabdiel en el arpa, Smirna Prieto en la percusión y yo en el bajo; es un grupo muy interesante porque estamos haciendo una fusión del son jarocho con el jazz; hacemos rearmonizaciones para darle un color contemporáneo, pero tratando de conservar la esencia de cada tema.
Tratamos de ser muy cuidadosos, de investigar sobre los temas, de ir con la gente especializada en esto. También tocamos temas venezolanos y paraguayos, jazz latino, jazz; no es un grupo de son nada más, yo lo consideraría como world music. Tratamos de tocar la música de esta región, pero con influencia de Brasil, del jazz de Estados Unidos, de otros ritmos y de otras raíces.
Con este formato hemos tenido la oportunidad de alternar con músicos venezolanos muy buenos, como Manuel Camero, con el que tuvimos una pequeña jam en La Casona; tocamos Autum Leaves y La Bikina. Manuel Camero es arpista pero también toca el piano y es de los pocos que han integrado la música llanera con la armonía del jazz.
También alternamos con un bajista que se llama José Luis, no recuerdo el apellido; es otro gran intérprete de la música llanera. En fin, toda esta música también es súper importante y súper interesante, y creo que puede influenciar al son jarocho, como que van de la mano.
DesEnlace
El otro proyecto es la nueva etapa de Enlace. Esto se dio de manera espontánea a partir de la interacción con los músicos jóvenes que quieren tocar fussion.
Las nuevas generaciones ya traen otro enfoque, traen una visión mucho más amplia, gracias a la labor que se empezó a hacer con el Orbis y toda esa gente que te comenté; con el trabajo de Javier Flores y, finalmente, con JazzUV, que ya es una institución. Todos estos esfuerzos fueron importantísimos y qué bueno que ya se empiece a reconocer su trabajo, porque gracias a ellos, los jóvenes de ahora tienen un panorama súper amplio, y aunado a ello están los medios de comunicación, el internet y todas esas herramientas que antes no había.
La nueva etapa de Enlace está formada por Israel Valencia en el sax, Obet Hernández en el piano, él es maestro de JazzUV; Abel Aranda en la guitarra eléctrica, Gilberto Velázquez Jr. en la batería y yo en el bajo. Es muy reciente, acabamos de participar en la celebración del Día del Jazz, el 30 de abril.
Enlace se quedó en una etapa y ahora se inicia esta nueva, pero ya tiene que ir a exigencias mayores, porque el mismo medio lo exige. Ahora yo soy el mayor del grupo, me toca ser el decano, y es muy interesante estar con los jóvenes porque aprendo de ellos y puedo transmitir la experiencia que me han dado tantos años, entonces se hace un intercambio muy bonito.
Ahorita estoy muy activo en la música; sigo trabajando en la orquesta, estoy con la escuela y con los dos grupos, entonces estoy bastante bien.
PRIMERA PARTE: Los del bajo
SEGUNDA PARTE: Largo y gozoso camino